
El dólar estadounidense se utiliza en la mayor parte del comercio internacional, y su condición de moneda de reserva global otorga a Estados Unidos un “ privilegio exorbitante ” que sustenta su dominio geopolítico y económico. Sin embargo, la oposición a la hegemonía de Washington crece en todo el mundo. Las instituciones de integración euroasiática están proponiendo sus propias monedas y sistemas de pago . América Latina también tiene planes ambiciosos para poner fin a su dependencia del dólar estadounidense.