Es moneda corriente pensar que el cambio de rumbo de la política estadounidense está condicionado por el estado psíquico de su presidente. En este mismo medio hace unos días (15/02/2025) Rafael Poch escribió: “Lo más probable es que la guerra comercial contra todos se vuelva contra la economía de Estados Unidos, acelerando la inflación y la desindustrialización… Queriendo “hacer América grande de nuevo”, este presidente imbécil va a acelerar el declive de Estados Unidos.” (1)