Nuestro pueblo bien sabe lo que debe cambiar para vivir plenamente, libres de explotación y opresión. Desde allí las tareas y desafíos para el próximo año no son tan nuevas, pero sí sumamente necesarias: levantar organización popular en cada territorio y población, armarnos de organizaciones para luchar por nuestras demandas inmediatas, por salud, vivienda, por nuestra alimentación y contra la contaminación. Desarrollar nuestra conciencia e identidad de clase por medio de la educación popular, las artes y la cultura en nuestros barrios. Robustecer la articulación que se levanta desde los territorios fortaleciendo una posición clasista, es decir, que apuesta por los anhelos de la clase trabajadora; combativa porque apuesta por la protesta popular; anticapitalista y antipatriarcal.
Categoría: Chile
Es decir, desde el solapado regalo de la mayoría parlamentaria a la derecha en 1989, al actual “triunfo” de la “centro-izquierda” en el reciente plebiscito de diciembre de 2023; podemos constatar por qué ¡las seis elecciones de presidentes proclamadamente de centro-izquierda en Chile han significado un verdadero y sistemático fraude a la sociedad chilena!, ya que sus vencedores terminaron legitimando y consolidando (pese a todas sus fisuras) el modelo extremadamente neoliberal impuesto a sangre y fuego por la dictadura, con sus privatizaciones a favor de grandes grupos económicos; Plan Laboral; AFP; Isapres; ley minera que ha desnacionalizado más del 70% del cobre; sistema tributario que permite la “elusión” de los más ricos; universidades privadas con fines de lucro; irrelevancia de sindicatos, juntas de vecinos y cooperativas; inserción solitaria y subordinada de Chile a la globalización neoliberal; etc. etc.
Se convoca a las gentes de conciencia democrática a reflexionar proactivamente y a detener el constante socavamiento que estas prácticas de discriminación arbitraria perpetradas por los poderes del Estado van haciendo contra la confianza de convivencia social.
El gobierno de Piñera, a esas alturas, había sido denunciado como violador de los derechos humanos por Amnistía Internacional (AI), por el Observatorio de los Derechos Humanos (Human Rights Watch), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
Por último, queremos dejar muy en claro que, cualquier desenlace fatal, tanto en ésta huelga, como en las comunidades mapuche en resistencia, le corresponderá a éste gobierno cómplice de la ocupación militar, por ponerse del lado del gran capital y la derecha fascista en el wallmapu histórico para así seguir saqueando y devastando nuestros territorios ancestrales.
La paradoja gatopardista de “cambiar todo para que nada cambie” pareciera representar mucho de lo sucedido en Chile, donde el presidente que venía a transformar la estructura del país terminó siendo un representante de un proceso de restauración del orden de la mano de una suerte de nueva concertación.
Si Kast y otras expresiones neofascistas chilenas representan una salida a la crisis con características conservadoras, autoritarias y nacionalistas que refuerzan el régimen, entonces el camino para las izquierdas y los movimientos sociales habrá de ser un camino de luchas sociales y conflicto de clase en clave anticapitalista, feminista y ecosocialista, dirigida a hacer estallar las causas de la crisis
Acomodarse con la institucionalidad pinochetera no es algo que le cueste demasiado a esta albóndiga compuesta de Frente Amplio y Concertación new wave aderezada con reminiscencias comunistas, mientras las urgencias las definan los empresarios.
Durante la campaña a la Presidencia de la República 1964 y donde Salvador Allende era candidato, se vincula a la Izquierda de Ingeniería, que evolucionará y el año 1965 forma el Grupo de Avance Marxista (GRAMA) de Concepción. En 1968 el grupo GRAMA acuerda integrarse al MIR, luego del tercer congreso de éste y la elección de Miguel Enríquez como su Secretario General.
Llegar a fin de mes acogotados hace que la vida de nuestro pueblo poco conozca de plenitud y felicidad, la cual merecemos. Seguimos con nuestros abuelos y abuelas con pensiones de miseria, las listas de espera se duplicaron con la pandemia y tener una casa propia es un sueño irrealizable. La deserción escolar no logra revertirse, menos si los liceos y escuelas públicas no tienen la infraestructura mínima para estudiar. La doble explotación tiene sumidas a las mujeres no sólo a sobrecarga de trabajo y carencia de tiempo, sino también a un deterioro en sus condiciones de salud mental. Los cuidados encerrados en la individualidad del hogar hacen de la mujer una esclava.