Igor Goicovic Donoso | 

Los resultados del plebiscito de salida del texto constitucional representan una derrota catastrófica para el conjunto de las fuerzas populares. Sobre un total de 13.021.063 personas que sufragaron (el 85,81% del padrón electoral), la opción rechazo obtuvo un 61,86% de adhesión.

La convocatoria a las urnas fue atravesada por una situación económica crítica, generada por el mayor incremento de la inflación en tres décadas –13% anual contra un promedio de 3% en los últimos años– y una caída de los precios internacionales del cobre, el principal producto de exportación del país.

Andrés Figueroa Conejo | 

De acuerdo al Servicio Electoral chileno, en el marco del Plebiscito Constitucional para la ratificación o no de la propuesta de una nueva Constitución que sustituya la de 1980, impuesta por la dictadura

Chile dice no

El pueblo chileno ha tenido una oportunidad histórica de reformular varias estructuras de su sociedad, pero a la hora en que este texto cierra su redacción, la tendencia en el escrutinio de los votos muestra una mayoría para el NO.

Miguel Urrutia F. | 

Si la nueva Constitución, a la que califica de moderada, es aprobada este domingo, Akram cree que será más fácil implementar leyes a favor de las demandas sociales, aunque ese sería apenas el comienzo de nuevas batallas. Con un triunfo del Rechazo, teme que vuelvan a estallar las tensiones que sacudieron el país.

La real importancia del plebiscito del 4 de septiembre consiste en que es para el país un pasaje al futuro.

Las elites nos han convocado a un nuevo evento sufragista: el plebiscito de salida. En este acto obligatorio debemos pronunciarnos a favor o en contra de una nueva carta magna redactada por la Convención Constitucional.

Cecilia Vergara Mattei | 

En un escenario impensable hace solo tres años, Chile está en vísperas de aprobar este domingo 4 de setiembre una nueva constitución.

Felipe Portales | 

La Convención Constitucional aprobó un conjunto de disposiciones mucho más democráticas y de justicia social que la Constitución del 80, refrendada esta última –recordemos- como una “Constitución democrática” por Lagos y todos sus ministros en 2005.