En este artículo, Norbert Holcblat analiza el último libro del historiador del neoliberalismo Quinn Slobodian , que acaba de ser traducido al francés, Le capitalisme de l’apocalypse (Éditions du Seuil)*, en el que analiza, en particular, ciertas estrategias del capital y de los ricos para liberarse de cualquier forma –incluso muy limitada– de control democrático.
Categoría: Economía

Desde la izquierda marxista o no marxista, muchos comentarios sobre la economía y la política mundial se han referido en años recientes a “la crisis actual del capitalismo” que habría comenzado con la debacle financiera mundial de 2008. Tal sería la crisis que fue luego bautizada como Gran Recesión, que, para muchos analistas del campo progresista, nunca se habría acabado del todo. Y que ahora se prolonga en la segunda presidencia de Trump. Esta nota es una discusión general de esas ideas que a mi juicio constituyen un obstáculo para la comprensión del mundo actual.
El presidente Trump está fuera de la realidad cuando amenaza con imponer un arancel extra del 10% a cualquier país que comercie con el Bloque BRICS.

Dos de cada cinco habitantes del planeta están prisioneros de una deuda incontrolable y esperan la solidaridad del resto. Esto no es, pues, un problema simplemente financiero. Es una cuestión de derechos humanos, de derechos de la humanidad

Los intelectuales de izquierdas dedicamos toda la vida a tratar de explicar en miles de artículos y libros cómo funciona el capitalismo y, de pronto, quienes lo gobiernan y se aprovechan de él lo muestran con toda claridad en una línea.
Ayer México se sumó a la Cumbre del Grupo BRICS, un hecho de mucha relevancia para América Latina y para el equilibrio económico mundial

Sí, hay una guerra de clases, es la clase rica la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando (Warren Buffett)

En un alarde de incontinencia –y de irresponsabilidad–, Alberto Núñez Feijóo ha declarado que si él llega al gobierno de la nación cumplirá con el 5% exigido por Trump. A su vez, subraya el líder derechista, bajará los impuestos. Ya es cansino que tengamos que repetir, por enésima vez, que la curva de Laffer está ya en el cesto de los papeles