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Entrevista a Guillermo Almeyra, analista internacional de La Jornada (México)

«Corea del Norte-EE UU, se ha ganado un poco de tiempo pateando la pelota afuera»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Se reunió Donald Trump con el gobernante norcoreano. ¿Ganó Kim Jong-un como señalan los medios en nuestro país? G.A.: Yo creo que ganaron los dos. Porque Kim encontró una salida política, en parte se despega de China y aparece deseoso de paz, pero no se compromete formalmente a nada porque no hay plazos ni […]

M.H.: Se reunió Donald Trump con el gobernante norcoreano. ¿Ganó Kim Jong-un como señalan los medios en nuestro país?

G.A.: Yo creo que ganaron los dos. Porque Kim encontró una salida política, en parte se despega de China y aparece deseoso de paz, pero no se compromete formalmente a nada porque no hay plazos ni nada establecido. Y Trump aparece como pacificador, consigue lo que no habían conseguido otros presidentes, entonces es el héroe de la jornada. Aunque también en cualquier momento puede hacer lo que suele y romper el papel que acaba de firmar.

Entonces esto es en parte una operación mediática para ambos países, EE UU y Corea, y tiene la importancia de que aleja transitoriamente el peligro de guerra, pero solo transitoriamente porque la posibilidad está planteada por una necesidad económica y geopolítica, no porque los dos sean locos, que además lo son. Así que podemos decir que se ha logrado ganar un poco de tiempo, pateando la pelota afuera.

M.H.: Siguiendo con esta perspectiva mundial, ¿podemos hablar de fracaso en la reunión del G7?

G.A.: Yo estoy seguro de que fue un fracaso total. Pero empezaron como 6 y medio, no llegaban a 7 porque Trump llegó tarde y les hizo toda clase de desplantes. Podrán decir todo lo que quieran, que se mantienen como afirma el comunicado, pero ese comunicado en primer lugar es completamente vacío y, por otro lado, mantener el G7 no quiere decir nada si no pueden tomar ninguna medida y, por el contrario, están aplicando nuevas tasas y nuevos impuestos.

Fue un fracaso, además Trump quiso meter a Rusia en el grupo provocando que el resto lo rechazase y perdiendo la posibilidad de que la Unión Europea y Rusia puedan llegar a un acuerdo. Fue un fracaso en todo sentido.

M.H.: Podemos pensar como un hecho simbólico el que los inmigrantes rechazados por Italia sean llevados a España, respecto de las características de estos dos nuevos gobiernos europeos.

G.A.: Sí. Pero hay que tener en cuenta también que hay una hipocresía total respecto de los inmigrantes. Francia ha rechazado millares de inmigrantes, los rechaza todo el tiempo, niños inclusive y tampoco aceptó mujeres, no abrió el puerto en Marsella. Los independentistas que dominan en Córcega ofrecieron darles asilo a los inmigrantes y no quiso saber nada. Quiere decir que la Unión Europea no tiene autoridad para imponerle nada a Italia que con su racismo y su fascismo rechazó a los inmigrantes y seguirá haciéndolo.

España, ahora con el gobierno de Suárez que está empujado por la necesidad de tener el apoyo de afuera, de los nacionalistas catalanes, vascos y de Podemos, transitoriamente les da el asilo, pero no podrá seguir haciéndolo a todos los que sigan llegando.

El problema está en que Francia en África provoca la emigración con su política de apoyo a gobiernos dictatoriales, con la explotación colonial, con la miseria y millares de inmigrantes tienen que viajar constantemente hacia Europa.

Entonces, mientras no se solucione el tema del colonialismo que es el origen, y el problema de la guerra, como el caso de Siria e Irak, habrá miles de inmigrantes. Los gobiernos que se niegan a recibir inmigrantes tienen una hipocresía espantosa y le echan la culpa al otro. Francia querría que los reciba Italia, Italia que los reciba Francia, pero son absolutamente hipócritas.

En lo inmediato hay una pequeña diferencia, Rajoy no los hubiera aceptado y Sánchez los acepta. Pero el problema es que toda Europa no recibe a los inmigrantes, en España misma son rechazados continuamente y cuando entran a trabajar los queman vivos incluso.

Europa está ante el vacío que deja la izquierda y la crisis de la derecha

M.H.: Los cambios políticos que se han dado en España e Italia, ¿qué análisis le merecen?

G.A.: Yo creo que demuestran una crisis aguda. Macrón que es el que simula estar más fuerte está aprovechando el vacío, la crisis y sobre todo la de la izquierda. Mélenchon es un electoralista, el Partido Comunista no tiene fuerza, el Partido Socialista le preparó el camino porque fue asesor de Hollande, entonces es el más fuerte junto con Merkel.

Sánchez gobernando en minoría expresa la debilidad total del sector gobernante español. Podemos está lacerado entre apoyar a Sánchez que es la pata izquierda de los socialistas, con lo cual se suicidaría, o como plantea Monedero, mantenerse afuera generando iniciativas de lucha, presionando a los socialistas para que vayan un poco más a la izquierda.

En Italia no hay alternativa, porque entre el Cinco Estrellas, donde hay de todo, desde fascistas hasta izquierdistas y la Liga que son fascistas del viejo tipo, es un matrimonio contra la naturaleza. Están en crisis ya como gobierno, no gobiernan de un modo coherente, entonces la crisis es permanente y no hay alternativa de izquierda.

Europa está ante el problema que plantea el vacío que deja la izquierda y la crisis de la derecha; se va al demonio porque no pueden gobernar ninguna de las dos.

M.H.: ¿Tiene alguna información sobre las elecciones municipales en Italia del pasado fin de semana?

G.A.: Los restos de los restos del Partido Comunista, que se disolvió, después formó un Partido de izquierda, después le quitó izquierda y formó un Partido Democrático están perdiendo lo que eran bastiones de la izquierda, donde ganaron los fascistas cosa que es inconcebible porque desde principios de siglo pasado eran ciudades de izquierda, como pasó en Toscana.

Las elecciones en general han mostrado que los más inconsistentes, que son Cinco Estrellas han perdido votos en Sicilia y en Calabria, porque los votos que tenían eran esencialmente logrados con la promesa de un salario de ciudadanía de 780 Euros, unos 900 dólares por mes.

No tienen una estructura, no tienen ideología, no tienen una línea uniforme. Entonces los fascistas, que sí tienen estructura e ideología aunque sean absolutamente condenables, les han ganado posiciones y lo van a seguir haciendo.

El peligro en Italia es real, porque Salvini es un hombre incluso agresivo y se está enfrentando como en los años 20 del siglo pasado cuando Mussolini era un político que todavía se vestía de civil y no se había puesto el uniforme fascista, enfrentando a los liberales, a los liberal socialistas, no solamente a los republicanos que eran relativamente pequeños.

En cuanto a la izquierda anticapitalista anda alrededor del 2% en un país donde el Partido Comunista tenía el 36% de los votos, era el primer partido en los 70. Hay que reconstruir completamente la izquierda desde el punto de vista ideológico, moral y ético, organizativo, sindical; hay que reconstruir todo en Italia. Es muy grave lo que está pasando y en cualquier momento puede haber intentos de hacer un gobierno fuerte.

M.H.: Lo comprometo la semana que viene para conversar sobre las elecciones en México.

G.A.: Esperemos que los que apoyan a los llamados gobiernos progresistas en Argentina no compren el tranvía llamado Manuel López Obrador, no se compren otro buzón, han comprado todos los posibles, pero que en este caso no lo hagan. Va a ganar, pero no quiere decir que haya que apoyarlo ni tener esperanzas en él.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.