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Guadalajara: Más testimonios de las violaciones a los derechos humanos durante las detenciones posteriores a la marcha del pasado 28 de mayo

El Abu Ghraib mexicano

Fuentes: Caravana Libertaria

EXTRACTO DE TESTIMONIOS Detenida «…Después nos llevaron al primer lugar donde llegamos, nos dijeron que nos sentáramos y a los hombres aparte los tenían acostados boca abajo con las manos en las nucas y con las piernas cruzadas, los pateaban y un policía caminó encima de uno de ellos y le tronó la espalda, yo […]

EXTRACTO DE TESTIMONIOS

Detenida

«…Después nos llevaron al primer lugar donde llegamos, nos dijeron que nos sentáramos y a los hombres aparte los tenían acostados boca abajo con las manos en las nucas y con las piernas cruzadas, los pateaban y un policía caminó encima de uno de ellos y le tronó la espalda, yo estaba mirando. Después les preguntaban que si querían ir al baño, al cuarto donde había literas y se metían con ellos cuatro o cinco policías, mientras estaban adentro golpeándolos y no sé qué cosas más y se escuchaban gritos hasta donde estábamos las mujeres y que los azotaban contra los lockers, los chavos salían llorando y con las piernas abiertas, los policías salían con el cierre del overol abajo y acomodándose los boxers y otros con el pantalón desabrochado, tanto llegó su cochinada que hasta un chavo salió llorando desconsoladamente caminando abierto de piernas directo con el doctor y no se podía sentar y el doctor se reía junto con los policías…nos sentaron en el piso y mientras tanto los policías se burlaban de nosotros, nos torturaban mentalmente, pasamos la noche sentadas, no nos dejaban acostarnos, no nos dieron de comer, pura agua. Íbamos al baño cuando ellas querían. Trajeron tortas para ellas, nos ofrecían y algunas decían que sí, entonces ellas se comían su torta y se iban burlando…»

Testigo

«Saliendo de la manifestación tomé un camión y a las dos cuadras lo abordaron dos chavos de entre 16 y 17 años de edad. Al avanzar una cuadra unos policías detuvieron la unidad y pidieron prepotentemente y muy agresivos que abrieran las puertas, al mismo tiempo estaban golpeando la unidad y agrediendo verbalmente al chofer y a las personas que estaban dentro. La gente no quería que se abrieran las puertas estaba toda asustada, al abrirlas se subieron como cinco policías, y les dijeron a esos chavos que se bajaran y al apenas voltear ellos los empezaron a golpear fuertemente en la cabeza con las macanas y al caerse de la golpiza, los empezaron a patear y nuevamente con las macanas los golpearon, toda la gente estaba histérica, los niños empezaron a llorar y una que otra persona recibió golpes por la agresión dentro de la unidad, ya al sacarlos los aventaron desde dentro hasta la calle y en la banqueta los siguieron golpeando…»

Detenido (poeta de Guadalajara)

«…Después de dos horas, un muchacho pidió permiso para ir al baño y como yo estaba entumido, aproveché la ocasión para moverme. Al otro muchacho lo llevaron al baño y después de orinar lo obligaron a lavarse las manos dentro de un excusado. A mí me levantaron y me pasaron de ida y vuelta entre dos filas de granaderos que me golpearon a su antojo. Luego un tipo sacó su pistola, cortó cartucho y me la puso frente a la nariz. A ti ya te cargó la chingada, me dijo. A las tres de la mañana me soltaron y me ofrecieron disculpas».

Detenida (extranjera, observadora civil de derechos humanos)

«…estaba tomando fotos de cómo golpeaban a un joven, cuando me señalaron y me persiguieron. Hubo golpes para detenerme y luego me manosearon…me dijeron «te vas a chingar», antes de que me quitaran la cámara y me trasladaran a la SSP. Habíamos como 70 personas en ese sitio, a 20 de los cuales que juzgaban más radicales, creo los tenían sometidos y acostados en el suelo; a veces los pateaban y los humillaban…luego entre risas, preguntaban quién quería ir al baño… era una farsa porque cuando regresaban era obvio que los habían golpeado, que les habían reventado los huevos. A los extranjeros nos pasaron a otra oficina, donde nos tuvieron parados contra la pared en medio de comentarios humillantes. Nunca nos dijeron ni las leyes, ni nuestros derechos, ni de qué nos acusaban. Nos dejaron dormir poco y no nos dieron de comer ni de beber durante varias horas».

Detenido (Coordinador del Capítulo México Contra la Guerra, de la organización «No en Nuestro Nombre»)

«Había consigna de golpearnos lo más que pudieran, desde que nos agarraban hasta el traslado a la SSP. A mí me golpearon en el tórax, en los genitales y en las piernas…ahí nos iban pasando entre todos los policías y todos nos golpeaban. En los separos no había nadie vestido de negro, de los que se supone que iniciaron la confrontación. Lo que hace suponer que fueron provocadores infiltrados. Entre los manifestantes había algunos con paliacate que luego supimos que eran policías de civil, cuando sacaron los toletes y nos empezaron a golpear…hay una obsesión contra los defeños, llamados despectivamente chilangos y aún más contra los de la UNAM».

Testigo

«…Fueron detenidos mis amigos cerca de la Universidad de Guadalajara…entre las 9:30 y 10:00 de la noche…estábamos en un puesto de tacos cuando los policías llegaron…un amigo me ayudó a salir del centro y a él no lo agarraron porque dijo que era de Guadalajara…»

Amigo de detenido

«Recibí un pase del Ministerio Público para poder proporcionarle alimentos al detenido Daniel Orozco y me comentó que lo hicieron declarar y firmar lo que él no había hecho y por supuesto me dijo que lo habían golpeado en las costillas y en el estómago, estaba destrozado moralmente y triste…»

Detenida

«…Nos metieron de dos en dos a unos cuartos, donde nos desnudaron y nos obligaron a hacer sentadillas…con los hombres hubo violencia física…con las mujeres presión psicológica…»

Madre de un detenido

«Me dijo que lo agarraron de la mano izquierda y le fracturaron los dedos anular y meñique. Tiene golpes en la cabeza y en todo el cuerpo. No le han dado nada de comer y lo obligaron a firmar una declaración sin verla».

Padre de un detenido

«A Jaime lo acaban de operar de las amígdalas y no puede hablar, pero mire usted lo que me escribió: me golpearon los antimotines pero q’ no diga nada pa’ q’ me dejen salir».

Madre de un detenido

» …no le han dado de comer en dos días?…Malditos! Me dijeron que no me preocupara, que los estaban atendiendo muy bien. ¡Malditos, desgraciados! ¿A quién puedo recurrir?».

Padre de un detenido

«…lo sacaron herido de la Cruz Roja, lo arrastraron jalándolo de la cabeza y se lo llevaron a los sótanos de la Seguridad Pública del Estado».

Hermana de detenido

«…me platicó que el viernes por la noche, al salir de la preparatoria Lafayette en compañía de un amigo, encontraron muchos policías en la calle y sintieron miedo. Entonces se acercaron a un agente y le preguntaron por dónde les convenía irse para no tener problemas y el oficial les indicó una calle, se fueron los dos por ahí, pero fueron rodeados por los caballos de la policía montada…»

Testigo (abogada)

» Cuando llegamos a la Cruz Verde, Lalou estaba en los separos… estuvimos esperando un lapso de dos horas, lapso en el cual ante nuestra repetida insistencia el mencionado secretario de actas nos daba largas, aduciendo toda clase de pretextos, entre ellos que «el responsable» no se encontraba… un oficial de la policía estatal, que no quiso identificarse, intentó hacer que la enfermera y yo abandonáramos la agencia… unos momentos más tarde, una agente de la misma corporación, comenzó a interrogarme solicitándome mi información personal… en ese momento, sin mayor trámite, Lalou fue sacada de la celda del separo, y trasladada al exterior por dos agentes. El MP se negó a explicarme las razones de esta situación… Salimos corriendo detrás de la chica, la enfermera intentaba hacer una valoración rápida de la situación, mientras yo le preguntaba algunos pormenores de su detención. La habían interrogado sin informarle de sus derechos, incomunicada y sin abogado de por medio. Pero es todo lo que me pudo decir pues respiraba con mucha dificultad y los policías intentaban impedir el diálogo. La enfermera intentaba consolarla un poco y del escaso contacto físico que tuvieron su blusa quedó manchada de sangre. Intentaron subirla a la caja de una camioneta pick-up para trasladarla al edificio ubicado en las calles de Libertad y 16 de septiembre… Lalou le dio a la enfermera una playera que llevaba puesta, bañada en sangre, y uno de sus zapatos que no podía ponerse por la hinchazón de su pie. Seguimos a la patrulla que iba a alta velocidad, pero al llegar al edifico, no nos permitieron el paso, y nadie allí pudo darnos ninguna información… Lalou de 19 años, herida, asustada, sola, en un país extranjero, incomunicada, secuestrada por la policía, sin garantías individuales y acusada de lesionar a un policía…»

Detenido

«..participaba como fotógrafo independiente… toda la banda que corrió y aparte había unas personas con paliacate que corrían y tiraban a la banda, me caí, cuando me quise levantar, me comenzaron a golpear los policías antimotines. Hubo un momento en que les empecé a gritar que ya, que ya me dejaran pero pues seguían… me subieron a una ambulancia de la cruzo roja… había policías vestidos de civiles con un botón rojo en el cuello de la camisa en el hospital. Había otros compas muy golpeados, había un chico con un brazo roto y a una chica con una gasa en un ojo y tenía también heridas en la cabeza… Estuvimos como media hora ahí, luego nos subieron a una camioneta de la estatal, ya no eran los policías de civil que nos tenían detenidos. Cuando nos sacaron del hospital se encargaron los estatales… había como 80 personas y 20 más o menos mujeres. Se veían muy cansados, unos estaban muy golpeados y golpeadas. Estaban sentados en cuclillas y al principio me pusieron aparte enfrente de ellos y luego junto con ellos. No nos dejaban dormir, si nos acostábamos un poco nos pateaban y nos decían órale cabrón que no estás en tu casa, estás castigado, no nos daban agua tampoco. Cuando alguien pedía permiso para ir al baño le decían que sí pero lo golpeaban en las camas de atrás donde dormían los policías… Nos comenzaron a dar agua pero era muy poca y una era del baño, era café….separaron a los de Guadalajara, a los del DF y a los otros Estados los pusieron juntos… Me llevaron a un auditorio donde había más personas lesionadas y otras chicas, unas del DF que son de la bazucada, que no habían comido ni bebido agua. Una de ellas estaba embarazada…»

Testigo (novia)

«Patrik yo estuvimos saliendo del Hotel a las 9 de la noche el día 28 de Mayo para buscar comida… De repente vimos a unos chavos comiendo en la calle seguidos, a lo menos por 20 policías vestidos de traje antimotín. Yo salí corriendo hasta la entrada del Hotel, Patricio no llego a la entrada porque la policía lo agarró en la calle. Lo tiraron a la calle y empezaron a patearlo con las votas con acero. Él intento escapar otra vez a la entrada, le tiraron a él contra el vidrio de un lado de la entrada del Hotel, rompiéndolo y causando varias heridas en el hombro de él. En esté momento yo salí a la calle para intervenir y coloqué mi cuerpo entre él y los policías, nos agarraron y tiraron a la calle, yo estaba abrazándole a él con mi cuerpo para que no fuera posible a golpearlo a él más. Tres personas que trabajan en el Hotel Hamilton, salieron a la calle a gritar son huéspedes de este Hotel, están quedando aquí. Entramos todos nosotros (los trabajadores, patricio y yo) al Hotel. Esperamos hasta las diez de la noche y el dueño del hotel llamó a la cruz roja para una ambulancia, Patricio fue golpeado en la piernas , los brazos, la espalda y en la cabeza. También él me dijo que un policía sacó la pistola y la puso en la cabeza de Patricio y dijo » no te muevas o yo voy a matarte». Dos enfermeras entraron al Hotel para revisarle y decidimos salir en la ambulancia para la clínica. Yo acompañe a Patricio en la ambulancia hasta la cruz roja en parque Morelos, llegamos allá entre las 10:15 o 10:30 por la noche yo esperaba en la sala de espera hasta las 11:15 o 11:30 de la noche cuando pregunté por la condición de él, una enfermera salió que la policía iba a detenerlo y llevarlo al ministerio público… Todavía no he escuchado nada más de Patricio hasta este punto, (ahora son las 4:30 por la tarde el día 29 de mayo)»

Madre de detenido

«El no fue a la marcha. Salió de la casa como quince a las 6 de la mañana, se fue a trabajar, él trabaja en Flextronex. De ahí salió a las 3 pm. De ahí iba para la escuela, Eco Computación, ubicada en Colón y Juárez… El, desde que compró la cámara, el jueves por la tarde, la carga con él para tomar cualquier cosa que le llame la atención. El traía una cámara y empezó a tomar fotos de la marcha mientras caminaba para llegar a la escuela… Lo agarraron del cabello e iban a estrellarlo contra un poste pero él se les alcanzó a zafar. Lo metieron al edificio de Seguridad Pública y dice que lo acostaron boca abajo con las manos en la nuca y los policías caminaban sobre de ellos. Nos contó que pidió permiso para ir al baño y que estaban unos policías dentro del baño y no lo dejaron hacer del baño. Lo pararon contra la pared con las piernas abiertas y le golpearon en sus partes privadas. Un familiar de otro detenido comentó que su hijo le dijo que sí vio para a los de Derechos Humanos y que vieron que estaban golpeándolos y no hicieron nada. Cuando los pasaron a la calle 14 lo golpearon más y él se desmayó de las golpizas que le daban y les pedían a los demás compañeros que los tuvieran de pie aunque estuvieran desmayados. Los tenían de pie con la frente en la pared por varias horas y pasaban con una macana golpeándolos en la nuca, en las piernas y en las costillas. Había un señor que los detenía para que no se cayeran porque si se caían los golpeaban más. A algunos los metieron en la taza del baño. Cuando estaba dando su declaración no lo dejaban ver lo que escribían fue una declaración falsa y los hicieron que la firmaran a base de golpes. Otro muchacho nos contó que agarraron como a tres o cuatro y los asfixiaban con una bolsa de plástico obligándolos a que declararan que los demás habían robado, que los señalaran. Cuando llegamos a la calzada (domingo 30) sólo me dejaron estar con el como 3 minutos y fue donde él me comentó que los habían golpeado, que le dolían mucho las costillas, y que no les habían dado nada de comer desde el viernes… Al día siguiente supuestamente nos iban dejar verlos, pero no nos dejaron entrar que volviéramos hasta hoy miércoles. El tiene el cargo de robo calificado, vandalismo, robo del escudo, lesiones a policías y no alcanza fianza».

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