En el artículo, Detrás del golpe: nuevas bases en Paraguay, de Stella Calloni, publicado en Cubadebate, se argumenta: «Mientras se realizaba el juicio político ‘express’ contra el presidente democráticamente elegido en Paraguay, Fernando Lugo, el pasado 22 de junio, considerado ‘ilegal’ por los países vecinos, diputados paraguayos se reunían con militares de Estados Unidos, para […]
En el artículo, Detrás del golpe: nuevas bases en Paraguay, de Stella Calloni, publicado en Cubadebate, se argumenta:
«Mientras se realizaba el juicio político ‘express’ contra el presidente democráticamente elegido en Paraguay, Fernando Lugo, el pasado 22 de junio, considerado ‘ilegal’ por los países vecinos, diputados paraguayos se reunían con militares de Estados Unidos, para negociar la instalación de una base militar en el Chaco, un territorio extenso y despoblado en ese país.
«El diputado José López Chávez que respondía al grupo disidente del Partido Colorado, la UNACE, encabezado por el golpista general Lino Oviedo, con el cuál tiene algunas diferencias, y presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja de ese país, confirmó su ‘esperanza’ de que Estados Unidos, instale Bases militares en el Chaco, según fuentes del ABC Color ( www.abc color.com. py).
«El posible acuerdo bilateral además llevaría al lugar ‘ayuda humanitaria’ de contingentes de tropas estadounidenses para la población local. Como se sabe la ‘acción Cívica’ y ‘ayuda humanitaria’, que ya han realizado tropas de Estados Unidos en Paraguay, a las que se dio inmunidad diplomática en mayo de 2005, es un esquema de contrainsurgencia, de espionaje y control poblacional y territorial».
Cabe recordar que en Paraguay prevaleció entre 1954 y 1989, una de las dictaduras más largas y crueles de América Latina, la del general Alfredo Stroessner. En las cárceles de este país torturaban y asesinaban militares paraguayos, chilenos y argentinos con el apoyo de asesores norteamericanos.
El 22 de diciembre de 1992 se descubrieron los llamados ‘archivos del terror’, toneladas de documentos que prueban la persecución, el apresamiento, la tortura y la muerte de paraguayos bajo el régimen de Stroessner, y también los lazos, manipulaciones y los asesoramientos que el dictador paraguayo y sus cómplices en la «Operación Cóndor», recibieron de la Agencia Central de Inteligencia, CIA.
Los golpes de Estado en Paraguay en el 2012 y Honduras en el 2009 demuestran que el Plan Cóndor no está enterrado y que en varios países existen sumisos representantes del imperio que despliegan violentas presiones contra los gobiernos que no acatan los designios de Washington.
Quienes pensaron que el Plan Cóndor estaba enterrado se equivocan. En la embajada norteamericana en Asunción se mantienen activos los especialistas en desestabilización de gobiernos revolucionarios y sobornos de elementos de la derecha. Si no lo creen, pregunten a James «el cabo» Cason, que en su paso por Paraguay hace unos años realizó innumerables acciones contra las fuerzas progresistas de ese país.
Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/08/11/paraguay-el-condor-resucita/