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Nicaragua

El «golpe blando» aún no ha sido derrotado

Fuentes: Rebelión

* La guerra total y global es un concepto-acción de la geopolítica imperial originalmente formulado por Richard Nixon, en 1980, a la luz de la experiencia de la guerra de Vietnam. Un diseño de guerra que agrede todas las dimensiones de la sociedad objeto de intervención («todos los niveles de la vida y de la […]

* La guerra total y global es un concepto-acción de la geopolítica imperial originalmente formulado por Richard Nixon, en 1980, a la luz de la experiencia de la guerra de Vietnam.

Un diseño de guerra que agrede todas las dimensiones de la sociedad objeto de intervención («todos los niveles de la vida y de la sociedad…» Nixon dixit); y se desenvuelve en todos los espacios globales.

La dimensión o nivel militar es sólo uno de los componentes de la agresión, ni siquiera el más importante. El objetivo de la agresión no es necesariamente una victoria militar; el objetivo es hacer inviable el proyecto del enemigo.

* Menos sofisticado que hoy en su elaboración, este concepto-acción se aplicó en la guerra de los años 80 contra Nicaragua. No existían en esa época los escuadrones de ONG nativas y mercenarias, operando en las llamadas redes sociales. Pero la agresión funcionó como estrategia multidimensional y global.

Humberto Ortega se jactaba, y se jacta, de que USA salió derrotado en su enfrentamiento con Nicaragua porque no pudo cumplir su objetivo de vencer militarmente al ejército sandinista. Humberto Ortega no se dio cuenta del tipo de guerra en que estuvo metido.

La agresión estadounidense contra Nicaragua en los 80, fue exitosa porque se propuso hacer inviable el proyecto revolucionario sandinista. Y lo logró.

* El llamado «golpe suave» que se impulsa, hoy, en Nicaragua, es un diseño más sofisticado que el «Conflicto de Baja Intensidad», denominación con que se bautizó la agresión USA contra Nicaragua en los años 80. Pero ambos diseños se derivan del concepto-acción de guerra total y global. El «golpe suave» de hoy en Nicaragua, es una agresión multidimensional y espacialmente global; y su objetivo es hacer inviable el gobierno de Daniel Ortega. No importa si como daño «colateral» se vuelve inviable la sociedad nicaragüense.

* Una verdadera hazaña. El desmontaje de más de 2000 «tranques» (barricadas armadas que bloqueaban vías, controlaban ciudades, y operaban como auténticos cuarteles donde se torturaba, violaba mujeres, asesinaba, secuestraba, y desde donde se organizaban acciones de terrorismo espectacular) que paralizaron el país y asaltaron militarmente el Estado, durante más de 3 meses. Sin utilizar el ejército, sólo la policía apoyada por cuerpos civiles de policías voluntarios, algo nítidamente legal conforme la Ley de Policía. Esta hazaña, constituye una derrota militar medular para los golpistas, porque los «tranques» eran la columna vertebral de la embestida violenta contra el Estado. (Le salió mal: «con un mes de caos y destrucción tumbamos al tirano…» Dora María Téllez dixit.)

* Pero ello no significa que el «golpe suave» ya ha sido derrotado.

* Los golpistas lograron un objetivo estratégico: destruir la economía. Una economía que funcionaba como convivencia de antípodas. Por un lado, el implante neoliberal que heredó Ortega incólume, sin cambios; gestionado además mediante un riguroso tutelaje del FMI. Por el otro, un conjunto de medidas heterodoxas: los programas sociales para beneficio popular, costeados no por el modelo económico, sino por la ayuda venezolana que ya prácticamente no existe.

Una reactivación de este modelo es inviable, en cuanto el empresariado que fue su principal beneficiario, hoy está alineado con el golpe y subordinado a las orientaciones de USA. No veo posibilidades de un nuevo pacto COSEP y AMCHAM (cámaras de grandes empresarios) – Ortega. Para reactivar la economía, Ortega tendría que cambiar el modelo. Desembarazarse del tutelaje FMI y de su áulica burocracia neoliberal; introducir reformas estructurales en el implante; y centrar la reactivación en el financiamiento, asesoría, capacitación y creación de redes para exportar de las micros, pequeñas y medianas empresas. Para lo cual, es indispensable la creación de una Banca de Desarrollo estatal, financiada con tasas a las transacciones financieras privadas.

* El golpe sigue ganando la guerra la mediática interna y externa. La respuesta del gobierno a una guerra mediática sofisticada y con recursos muy superiores, ha sido desastrosa. Las letanías de predicadora religiosa de Rosario Murillo, en vez de aumentar disminuye los partidarios y simpatizantes. En las redes, algunos militantes sandinistas de base, hacen una labor de esclarecimiento muy eficaz. Pero este esfuerzo loable es insuficiente.

Las entrevistas que Daniel Ortega ha concedido a medios internacionales, no creo que hayan servido de mucho. Ortega nunca tuvo carisma para la comunicación mediática, y menos ahora en esta etapa de su vida. Además, que suele presentarse mal preparado, confiando en su improvisación que no revela mucha agilidad mental.

* Hay, sí, un fenómeno que ha contrarrestado y ha hecho fracasar, en gran parte, el peso apabullante de la guerra mediática. La vivencia de los sectores populares durante los más de tres meses de dominio de los «tranques». La barbarie de los asesinatos, torturas, quemas de seres humanos vivos, quemas de cadáveres en rituales necrófilos, violaciones de mujeres, secuestros de ciudadanos y de cerca de 500 transportistas centroamericanos; el ascendente de terror sobre la población que los «tranqueros» establecieron en las zonas que llegaron a controlar; la multiplicidad de acciones de terrorismo espectacular que ejecutaron (asedios e incendios de los cuarteles de policía; incendios y destrucción de alcaldías, escuelas, centros de salud, ambulancias, centros culturales y viviendas; saqueos del Instituto de Seguro Social, centros de salud y comercios pequeños y grandes; robo y destrucción de bienes e infraestructura estatal… Y otras tropelías). El desparpajo de los obispos y curas, a la luz del pueblo, apoyando a los pandilleros, lumpen proletarios, y ex contras financiados por los golpistas y colocados en la conducción de los «tranques». El uso de las iglesias como guarida de las pandillas y ex contras, escondite de armas y objetos saqueados, y centros de tortura.

Todos estos procesos objetivos, observados por sus propios ojos y sufridos en carne propia, por los estratos populares, provocaron un cambio radical en su conciencia sobre lo que estaba aconteciendo. Fueron capaces de percibir, con mayor o menor nitidez, la existencia de la conjura y su naturaleza, y develar paulatinamente los hilos de la trama siniestra. En los inicios del golpe el apoyo fue significativo, posiblemente mayoritario, o por los menos existió una mayoría desconcertada que había sido permeada en sus emociones y titubeaba. Hoy, sin dudas, la repulsa al golpe es popularmente dominante. Las concentraciones sandinistas son cada vez más multitudinarias, en contraste con las convocatorias golpistas a la movilización, que son crecientemente disminuidas, aproximándose a los cuatro gatos; aunque no han cambiado su formato violento y necrófilo. Van destruyendo cualquier objeto que simbolice su antipatía; insisten en levantar barricadas, infructuosamente (la policía no los deja, y la población los rechaza); y, sobre todo, el dispositivo más perverso: francotiradores que forman parte de la marcha, o siguen en vehículos la marcha, o esperan la marcha en lugares escogidos, y en determinado momento dispararan contra los manifestantes. Los medios tóxicos, siempre, afirman que los disparos fueron hechos por la policía o «paramilitares» sandinistas. Y esta es la información que se divulga internacionalmente.

Considerando el formato de las manifestaciones golpistas, la policía se vio obligada a establecer las siguientes normas, para autorizar una movilización: que los organizadores soliciten un permiso previo, señalen la trayectoria de su ruta, y asuman su responsabilidad frente a eventuales consecuencias como destrucción de bienes públicos o privados, asesinatos, muertes, heridos y lesionados en el curso del evento, y, en general, frente a cualquier alteración del orden público.

Los MRS (Movimiento Renovador Sandinista), el núcleo propulsor, internamente, del operativo golpista, se niega a acatar las normas dispuestas por la policía.

* Los órganos de inteligencia USA pudieron instrumentar el golpe «blando» en curso porque coordinaron, desde hace varios años, el diseño, financiamiento y abastecimiento técnico con un cuerpo político nativo y mercenario que representa la voluntad imperial operando al interior de la sociedad nicaragüense. Este cuerpo político es el bloque que originalmente se denominó como FAD – MRS (movimiento renovador sandinista), compuesto por minúsculas expresiones de ultraderecha (la FAD), en alianza con el MRS (movimiento renovador sandinista). Es indudable, que en esta alianza el peso operativo determinante, como contraparte, lo tiene el MRS. Una entidad política integrada por ex sandinistas a quienes, en la lucha de los años 90 por el control del aparato del partido FSLN, Daniel Ortega desplazó del poder. La base social del MRS está formada por una cadena de ONG formalmente dedicadas a actividades que defienden la democracia, los derechos humanos, el feminismo, la conservación ecológica (dentro están las ONG que se oponen al proyecto de canal Nicaragua – China), el desarrollo democrático, la ética pública…; y varios medios que se promueven como defensores de la libertad de expresión. Todas estas ONG y medios se financian por la vía que la dominación imperial (especialmente, en el caso nica, USA y la Unión Europea) denomina con el eufemismo de «cooperación para el desarrollo». Y están subordinadas a las orientaciones ideológicas y prácticas sociales que determinan los intereses geopolíticos de sus fuentes financieras. Una gran parte de la mínima clase media urbana nica vive de estos financiamientos que han sido millonarios, desde antes que Ortega asumiera el poder en el 2007. Fuentes específicas han sido, la red NED (National Endowment for Democracy), USAID, los institutos para la democracia fundados los dos partidos del Establishment, el Demócrata y el Republicano, la fundación de Soros, la cooperación de la Unión Europea y de buena parte de los gobiernos europeos que siguen, como furgón de cola, las directrices de política exterior de USA. Además, hay que agregar las partidas específicas que son directamente aprobadas y asignadas por el congreso estadounidense.

Algunos ejemplos como muestra: la NED reconoce oficialmente que sólo desde 2014 hasta hoy, ha donado más de 4 millones 100 mil dólares para fortalecer las actividades de la cadena de ONG cuyos miembros militan o simpatizan con el MRS, o que son sus aliados en el bloque político FAD – MRS. En 2018, la USAID asignó un presupuesto superior a $ 5.2 millones de dólares destinado financiar de las ONG y medios que sustentan y giran alrededor del eje FAD – MRS. Carlos Fernando Chamorro, vinculado al MRS, es dueño del grupo mediático CINCO que publica «Confidencial» y «Esta Semana». A Chamorro se le asignó antes de las elecciones en Nicaragua, abril de 2017, con el apoyo de la Fundación Arias, el diseño de la guerra mediática contra el gobierno de Ortega, con una partida especial del congreso USA, por 4 millones de dólares, gestionada por el trío de ultra derecha de origen cubano: Ros Lehtinen, Marco Rubio y Ted Cruz.

* A partir del 18 de abril, una vez puesto en práctica el diseño del golpe, propulsado por el binomio inteligencia USA – bloque mercenario nativo MRS-FAD, se plegaron inmediata y muy activamente fuerzas importantes: las organizaciones de los grandes empresarios y la cúpula de la Iglesia católica, cohesionada por el ultraderechista obispo Silvio Báez, quien desde hace varios años viene colaborando con el sector que preparó el golpe. Además, se añadió como parte muy activa, con gran afán de figuración, un grupo de estudiantes egresados de los cursos de liderazgo impartidos por las ONG financiadas por la NED. Estos mismos estudiantes, junto con miembros de las ONG – MRS, conformaron el grueso de los protestantes en las primeras manifestaciones. Este conjunto de factores constituyó la alianza golpista que se denominó como Alianza Cívica. (últimamente, le dio por cambiarse el nombre, pero en esencia es la misma mona).

De aquí, de esta alianza, salió el financiamiento, las armas, el trazo organizativo, el abastecimiento técnico, la alimentación y el contrato de quienes se colocaron en la gestión de los «tranques»: pandilleros, lumpen proletarios, algunos «mareros» centroamericanos, ex contras y algunos ex militares. De aquí salían también las ordenes. La expansión y sostén de los «tranques» en todo el territorio nacional, constituyó el puntal de la estrategia golpista para el asalto y control militar del Estado. Fue un diseño concebido por el MRS en coordinación con la inteligencia gringa. Fracasaron. Aunque insisten en repetirlo.

* La decisión de sectores de la clase dirigente USA, de imponer en Nicaragua un gobierno cliente, sumiso a sus directrices de política exterior, sigue su curso. No se detiene.

Cuando estas decisiones penetran en los órganos que conforman el Consejo de Seguridad Nacional, adquieren una dinámica inercial y es casi imposible revertirlas, aunque fracasen.

Inmediatamente después del exitoso desmontaje de «tranques» por la policía, la USAID anunció una ayuda de emergencia de $ 1(un) millón, 500 mil dólares para las ONG mercenarias que sostienen al MRS. Ese dinero ya fue transferido.

Por otra parte, para el presupuesto de 2019, el troglodita senador Marco Rubio logró que el congreso estadounidense asegurara $ 5 millones de dólares «para la promoción de la democracia y el apoyo a la sociedad civil en Nicaragua». Este dinero, también va dirigido para fortalecer las actividades de la contraparte mercenaria que tiene USA en el país, los MRS – FAD, y sus aliados golpistas de la Alianza Cívica.

Está también, promovido y observado con gran expectación por los factores golpistas, el curso de las leyes Nica Act (que vetaría los créditos aprobados por las IFIS para Nicaragua), de sanciones para funcionarios, y de amenazas para ampliar el marco de sanciones. Además, se gestionan e impulsan esfuerzos para legitimar una intervención de USA en Nicaragua mediante diversas vías: la OEA, la ONU, la Unión Europea, o bloques de países latinoamericanos.

* La policía investiga, captura y remite a juicios a los operadores directos, responsables de los crímenes cometidos en y desde los tranques. Pero quienes emitieron las órdenes. Quienes les pagaron, abastecieron de armas, alimentos, ropa, suministro técnico. Quienes siguen dirigiendo la guerra mediática como agentes mercenarios. Quienes reciben el dinero de las agencias de los titiriteros. Quienes viajaron a USA a pedir la Nica Act, las represalias económicas, y están solicitando la intervención. Todos ellos, en su mayoría, están incólumes. Protegidos por USA y sus organismos internacionales, el gobierno no se atreve a enjuiciarlos, y en algunos casos, ni siquiera a mencionarlos. Quienes dirigen el golpe, se mueven con bastante holgura.

* La relación de fuerzas interna es frágil. Internacionalmente, USA ubicó a Nicaragua en el espacio de la tríada de «Estados malditos»: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y promueve la hostilidad en su contra de los Estados clientes imperiales a nivel mundial, y especialmente en América Latina.

Para resistir y salir airoso de la coyuntura, el FSLN tiene ante sí una tarea histórica: restituir al partido su naturaleza de cuerpo vivo ideológico -programático, con sus órganos e instancias funcionando democráticamente. Dejar de ser el aparato clientelar, caudillesco y electorero en que lo convirtieron la pareja Ortega- Murillo. Una tarea que no es viable esperar que provenga de la cúpula. Tiene que ser una tarea que se asuma conscientemente y se impulse desde las bases. Desde abajo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.