Cinco porciones de la realidad planetaria integran las líneas de este artículo. Cinco episodios que merecen ser enfocados a modo de hacer una panorámica de que sucede en el orbe. El mundo sigue girando y sus hechos también. Paradójicamente, al girar parece volver a un punto, a un mismo punto. 1- Este ficticio recorrido tiene […]
Cinco porciones de la realidad planetaria integran las líneas de este artículo. Cinco episodios que merecen ser enfocados a modo de hacer una panorámica de que sucede en el orbe. El mundo sigue girando y sus hechos también. Paradójicamente, al girar parece volver a un punto, a un mismo punto.
1- Este ficticio recorrido tiene su primera escala en una de las antiguas repúblicas soviéticas: Georgia. En las últimas semanas, la república caucásica se ha convertido en uno de los escenarios más candentes del mapa político mundial.
La disputa territorial entre Tbilisi -capital georgiana- y Abjasia -provincia autónoma apoyada por Rusia- ha llevada a una creciente escalada bélica que tiene como trasfondo el viejo altercado de la Guerra Fría entre Washington y Moscú.
En esta oportunidad, el botín en disputa es el reparto de la zona de Europa Oriental que, por ahora, escapa al control de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Es decir, aquellos Estados que formaron parte del Pacto de Varsovia hasta 1991 y que han sido «invitados» a sumarse al organismo.
Hungría, Polonia y República Checa conformaron el primer grupo que se sumó a la OTAN en 1999. Luego, en 2004, lo hicieron Bulgaria, Estonia, Latvia, Lituania, Rumania y Eslovaquia. Actualmente, la intención de Estados Unidos es lograr la admisión de Ucrania y Georgia, algo a lo que Rusia se opone tajantemente.
Por ello, el Kremlin encara la estrategia de «golpe por golpe» y amenaza con apoyar una posible declaración de independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Por esto, ha recibido las acusaciones de Estados Unidos de fomentar un clima de desestabilización en la región.
Sin embargo, la tensión entre Georgia y Abjasia tiene una historia anterior al reciente pronunciamiento ruso. Las tensiones de los últimos días se produjeron luego de una serie de explosiones en la provincia separatista y distintas violaciones a los espacios aéreos por parte de Tbilisi y Moscú.
La actitud de Washington de apoyar al presidente georgiano, Mikhail Saakashvili, tiene como claro fin lograr el apoyo de las potencias europeas y conseguir la admisión de Tbilisi a la OTAN. Esto provocaría una inevitable ofensiva rusa con un escenario difícil de pronosticar.
No casualmente, durante la semana, el Parlamento georgiano aumentó el personal de su Ejército en 5.000 hombres y su gasto militar en 200 millones de dólares. Ante esto, funcionarios moscovitas reafirmaron su apoyo a las regiones secesionistas.
Con este panorama, viene bien recordar una frase de cabecera de la actual administración estadounidense, «todas las opciones están sobre la mesa».
2- El segundo hecho destacado de la semana informativa tuvo epicentro en el convulsionado Medio Oriente. La relación del Estado de Israel y sus vecinos sigue siendo noticia pero las soluciones posibles continúan lejanas.
Durante la cumbre que dio lugar a la creación de la «Unión por el Mediterráneo», el anfitrión Nicolás Sarkozy, mandatario de Francia, se comprometió a trabajar en pos de un acuerdo entre palestinos e israelíes que ponga fin a la histórica contienda por la creación del estado árabe.
Sarkozy se anotó en una lista muy larga de personajes que, sin éxito, se han comprometido en tal fin.
Envalentonado, el premier israelí, Ehud Olmert, aseguró que «nunca hemos estado tan cerca de un acuerdo de paz como lo estamos ahora». Durante lo que va del año, funcionarios hebreos y miembros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han negociado de forma regular, sin progresos concretos.
Olmert, asediado en el frente interno por escándalos de corrupción y divisiones en la coalición de gobierno, busca abrir nuevos frentes que le den el aire necesario para mantenerse firme en su cargo.
En ese sentido, se enmarca la negociación con la ANP por la creación del estado palestino. No obstante, la ANP sólo controla Cisjordania y la Franja de Gaza está en manos del movimiento Hamas. En ese contexto, se torna difícil cualquier tipo de éxito en las conversaciones entre Olmert y, el líder de la ANP, Mahmud Abbas.
Entre las estrategias de Olmert, también se cuentan la ofensiva contra Irán y el reciente intercambio de prisioneros y soldados muertos entre Tel Aviv y el grupo libanés Hezbollah.
Este último hecho, ha generado en la opinión pública israelí un ejemplo contrario a las intenciones de fortalecer la imagen gubernamental. El movimiento libanés entregó los cadáveres de dos soldados e Israel hizo lo propio con los cuerpos de 200 combatientes y liberó a cinco prisioneros.
Esto último, sumado al júbilo con el que fueron recibidos en Beirut, provocó irritación entre los israelíes que apuntaron a su premier. Según analistas del país judío, esto no hace más que reforzar la posición de Hezbollah como líder de la ofensiva «anti israelí» en la región.
La fragilidad del gobierno de Olmert pone en duda el futuro de su gobierno y, también, marca cierta incertidumbre sobre cómo se desarrollarán los próximos meses en el escenario regional de la zona.
3- En tercer lugar, la información lleva a Estados Unidos, el llamado «país de la libertad». No es casualidad que quien redacta utilice esa denominación en esta oportunidad.
La noticia en esta ocasión es que el país norteamericano pasó por alto el derecho internacional y desconoció el mandato de la Corte Internacional de Justicia. Seguramente el lector haya leído un párrafo similar en alguna otra circunstancia y pensará que se encuentra frente a un suceso antiguo. Sin embargo, el hecho ocurrió durante el transcurso de la semana y se convirtió en un nuevo capítulo de Estados Unidos desoyendo a la justicia.
El estado de Texas, Estados Unidos, rechazó una orden de La Haya para suspender la ejecución de cinco ciudadanos mexicanos y anunció que llevará a cabo el proceso pese al pedido del máximo órgano jurídico del mundo. El tribunal había solicitado tiempo para expedirse sobre una petición del gobierno de México.
En 2004 la Corte Internacional falló a favor de México dictaminando que Estados Unidos había violado la ley internacional y ordenó la revisión de 51 casos de condenados a la pena capital. Según los jueces, se violó el derecho «a la debida notificación y asistencia consular», garantizado por la Convención de Viena de 1969.
Un año después la Corte Suprema estadounidense decidió que Washington no tenía autoridad sobre los distintos Estados, tras lo cual Texas programó las ejecuciones.
Cabe recordar que La Haya es responsable de resolver disputas entre estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que sus fallos son obligatorios y no apelables.
No obstante, el gobernador texano Rick Perry cuenta con la suficiente autoridad para desoír a la máxima autoridad judicial del planeta.
Los antecedentes recientes del mencionado estado, aportan a entender cómo se desarrolla la costumbre de matar. Desde el año 2000, la administración de Perry ejecutó a unos 168 prisioneros, lo cual supera el récord de 152 impuesto por el anterior gobernador y actual primer mandatario, George W. Bush.
4- Nuevamente Estados Unidos es protagonista de uno de los escenarios de la semana noticiosa. En este caso, se trata de la campaña para las elecciones presidenciales del próximo 4 de noviembre.
Los sondeos preelectorales indican una leve ventaja del candidato demócrata, Barack Obama, por sobre su adversario republicano, John McCain. Sin embargo, muestran que el senador por Illinois se encuentra «endeble» en uno de los temas claves para la opinión pública, la seguridad.
Por esto, la propaganda de Obama se ha centrado en mostrarlo como un hombre capaz de enfrentar los «peligros» que acechan a Estados Unidos y el mundo.
En ese sentido, el afroamericano ha remarcado su promesa de luchar contra el armamento nuclear en el mundo y se propone desmantelar en los cuatro próximos años centrales y material atómico de distintos lugares como las ex repúblicas soviéticas.
Fiel al estilo que identifica a la actual administración de la Casa Blanca, aseguró que su país conservará «un fuerte arsenal disuasorio» hasta que el resto del mundo este desarmado. Quizás hubiera sido interesente oír de voz de Obama que postura tomará frente al principal aliado estadounidense, Israel poseedor de armas nucleares.
En la semana, Barack Obama apareció dibujado en la primera plana de la revista The New Yorker vestido con atuendos islamistas, junto a su mujer interpretando a una guerrillera, con un cuadro de Osama Bin Laden detrás.
La polémica portada coincidió con el anuncio del demócrata acerca de la idea de enviar un contingente adicional de diez mil soldados a Afganistán si logra un triunfo en las presidenciales.
¿Qué cambiará a partir de 2009, cuando Bush deje el poder? El tiempo dará la respuesta, aunque varios indicios están a la vista.
5- La quinta y última escala del imaginario recorrido por los cinco escenarios conduce a Sudamérica, más precisamente a Argentina. Como desde hace cuatro meses, el tema central en este país es el mismo: el conflicto entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la llamada «junta agraria» que nuclea a los exportadores de granos.
Hasta hace algunos días, Julio César Cobos era para muchos argentinos, el ignoto vicepresidente del país. Apenas una figura decorativa en el gobierno nacional. Hombre de la Unión Cívica Radical (UCR) -opositor al Partido Justicialista (PJ) que integra la presidenta- llegó a su cargo como parte de la llamada «concertación» que impulsó el ex presidente, Néstor Kirchner.
Sin embargo, el destino lo llevó a convertirse en la figura principal del momento actual del país. Cobos, como presidente del Senado, tuvo que emitir el voto crucial que definía el destino de la Resolución 125, que establecía retenciones móviles a la exportación de granos. El vicepresidente fue a contramano de la postura del gobierno y voto en contra de la postura de la administración que integra.
De esto modo, el futuro de la mencionada resolución quedó sepultado y fue derogada horas más tarde. Cobos se convirtió en una especie de «prócer» para los opositores al gobierno y, en especial, para la «junta agraria» y sus seguidores. Su nombre es idolatrado y su figura estampa remeras y otros accesorios.
Entre quienes los vitorean, resaltan las expresiones acerca del espíritu democrático del vicepresidente por no haber infringido en traicionar sus convicciones. Precisamente, entre quienes lo aclaman están aquellos que manifestaron que no respetarían la decisión del Parlamento, el «órgano fundamental de la democracia».
No obstante, -si se permite- quien firma esta nota esbozará una pequeña reflexión. Durante la campaña presidencial, la dupla Cristina Fernández – Julio Cobos promovió un modelo de país junto a una serie de promesas que en ningún momento esquivaron la cuestión retenciones. Es decir, quienes los eligieron, votaron por determinado modelo.
Cobos, resaltado por su figura democrática, pasó por alto uno de los basamentos fundamentales que rigen este sistema, respetar la voluntad del elector.
Más allá de lo justo o injusto de la medida que establecía las retenciones móviles -eso es otra discusión-, algo debería ser irrenunciable: la voluntad popular.