Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Dirigentes de 28 naciones norteamericanas y europeas, todas las principales potencias militares occidentales y sus vasallos, se reunirán el 19 y 20 de noviembre en la capital de Portugal para la cumbre anual de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Las cumbres de la OTAN, que hasta hace poco tenían lugar cada dos años, son ahora eventos anuales, la última se celebró en Francia y Alemania en 2009 y la precedente en Rumania en 2008.
Antes de la cumbre del año pasado en Estrasburgo y Kehl, la primera celebrada en dos naciones, cuatro reuniones seguidas habían tenido lugar en Europa Oriental: la República Checa en 2002, Turquía en 2004, Letonia en 2006 y Rumania en 2007. Ninguno de esos países anfitriones, claro está, se encuentra en un sitio remotamente cercano al océano Noratlántico. Tampoco ha sido incorporada alguna de esas 12 naciones al bloque militar occidental en los últimos 11 años.
La cumbre de este año apoyará el primer Concepto Estratégico de la Alianza para el Siglo XXI. Un borrador fue redactado por un denominado grupo de expertos dirigido por la ex Secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, y presentado en un informe intitulado «OTAN 2020: Seguridad garantizada; implicación dinámica».
A pesar de que la OTAN se define a sí misma como una «alianza militar de Estados democráticos en Europa y Norteamérica» y afirma que las opiniones de todos sus miembros tienen el mismo peso -como si Luxemburgo e Islandia pudieran bloquear o pasar por encima de EE.UU. la única superpotencia militar del mundo, como la bautizó orgullosamente su actual jefe de Estado en diciembre pasado- la cumbre del próximo mes no tendrá otra tarea que refrendar sus políticas.
Todo lo que demandan el Pentágono y la Casa Blanca se otorgará, sobre todo:
- La subordinación a una estructura de escudo de misiles de EE.UU. en toda Europa y hasta Oriente Próximo de la iniciativa de misiles interceptores del teatro de operaciones de la OTAN, el Programa de Defensa de Misiles Balísticos de Teatro lanzado en 2005, y el Sistema de Defensa Aérea Intermedia y Extendida (MEADS) estadounidense-alemán-
italiano.
- La retención de por lo menos 200 bombas nucleares estadounidenses en bases aéreas en Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Turquía.
- Una «cúpula» complementaria de ciberguerra sobre el continente europeo dirigida por el nuevo Cibercomando de EE.UU. [1]
- La integración militar cualitativamente acelerada de la OTAN y de la Unión Europea después de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de diciembre pasado. Un asesor portugués del presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, afirmó recientemente «que la mejor solución para el realce de las relaciones entre la UE y EE.UU. sería que la Unión Europea (UE) se uniera a la OTAN». [UE]
La continuación de ambos componentes que son frecuente (y artificialmente) presentados como si fueran contradictorios: La misión fundacional y esencial de la OTAN -la defensa militar colectiva de sus Estados miembros- y sus misiones en constante expansión lejos de la región euro-atlántica, con la guerra en Afganistán como prototipo y estándar.
La cumbre de Lisboa formalizará y ampliará lo que ya se emprendió en serio desde la primera guerra de la OTAN en 1999: La proyección de la alianza militar dominada por EE.UU. hacia una fuerza internacional de intervención y ocupación. Una fuerza que se mueve continuamente hacia el este y el sur del continente europeo, que ha sido unificada bajo la OTAN y que pronto será incorporada bajo los sistemas de misiles y de ciberguerra estadounidenses.
Washington y Bruselas pretenden proteger toda Europa contra amenazas inexistentes -ni de Rusia, ni de Irán y ciertamente no de Siria y Corea del Norte- a cambio de que se permita al Pentágono que desplace su personal e infraestructura militar a lo largo del flanco occidental de Rusia desde el Mar Báltico al Mar Negro y reclute a la juventud de los países anfitriones para guerras en el extranjero. Lo que de hecho son obligaciones de los miembros de la OTAN.
Voice of Russia del 27 de octubre señaló que «Rusia presiona por una prohibición de la OTAN del despliegue de cantidades sustanciales de fuerzas aliadas en las naciones miembros orientales recientemente admitidas», y mencionó que el ministro de exteriores Sergei Lavrov entregó en diciembre pasado al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, una propuesta para un proyecto de acuerdo sobre las relaciones entre Rusia y la OTAN que «fija un límite a la cantidad de tropas y armas que pueden desplegarse» al territorio del antiguo Pacto de Varsovia e incluso de la Unión Soviética.
Al hacerlo, Lavrov se pareció al presidente afgano Hamid Karzai cuando éste se queja periódicamente de que EE.UU. y la OTAN están matando a civiles en su nación y al gobierno paquistaní que deplora públicamente los letales ataques de drones estadounidenses en sus áreas tribales. Lo que pidió era correcto e importante, pero sabía que no tendría efecto alguno.
El Pentágono se ha situado permanentemente en bases de Polonia, Lituania, Hungría, Bulgaria, Rumania y Kosovo y tropas de sus anfitriones -con la excepción del último, un pseudo Estado mortinato creado por EE.UU. que todavía no es miembro de las Naciones Unidas 32 meses después de su declaración unilateral de independencia- han sido enviadas a combatir y morir en Afganistán.
En el Siglo XXI las fuerzas armadas de Europa no existen para la defensa territorial sino para despliegues de la OTAN y de la Unión Europea en ultramar. Bases militares e instalaciones sirven para acantonar tropas extranjeras y albergar aviones y equipos militares de otras naciones, en particular de EE.UU.
Jets de caza F-15 Eagle de EE.UU. patrullan actualmente el espacio aéreo sobre el Mar Báltico cerca de Rusia y estarán estacionados en la Base Aérea Siauliai en Lituania hasta fin de año.
El primer despliegue a largo plazo de misiles antibalísticos estadounidenses -una batería Patriot de Capacidad Avanzada-3 con unos 100 soldados- ocurrió este año en el noreste de Polonia cerca de su frontera con Rusia.
El año pasado, Washington lanzó la primera operación de aerotransporte estratégico multinacional en la Base Aérea Papa en Hungría.
La Fuerza de Tareas Este del Ejército de EE.UU. opera desde el Aeropuerto Mihail Kogalniceanu y el Área de Entrenamiento Babadag de Rumania y desde el Campo de Entrenamiento Novo Selo de Bulgaria.
EE.UU. sigue ocupando el Campo Bondsteel de casi 400 hectáreas en Kosovo.
El desplazamiento de bombas nucleares estadounidenses desde bases aéreas de la OTAN a otras partes de Europa que se encuentran en el este como Siauliai de Lituania, Amari de Estonia, Swidwin de Polonia, Mihail Kogalniceanu de Rumania, y Graf Ignatievo y Bezmer de Bulgaria, sería lo más fácil de mundo -suponiendo que no se haya hecho todavía. Habría menos publicidad (o sea ninguna) que la que acompañó a los «sitios ocultos» de la CIA en Lituania, Polonia, Rumania, y quién sabe dónde más en el territorio de los nuevos Estados de la OTAN.
No pasa un día sin que aviones de guerra de EE.UU. sobrevuelen y barcos de guerra visiten los puertos de Europa Oriental; sin que el Pentágono realice entrenamientos y ejercicios militares que incluyen simulacros con munición de guerra y juegos de guerra a escala real en la región. [3]
El mes pasado EE.UU. participó en el ejercicio Costas Norteñas en el Mar Báltico y el ejercicio militar multinacional Jackal Stone 2010 en Lituania y Polonia, con el USS Mount Whitney, buque insignia de la Sexta Flota basada en el Mar Mediterráneo.
Durante todo este mes, el Comando de Operaciones Especiales de EE.UU. realiza ejercicios de entrenamiento en Hohenfels, Alemania, con tropas de la República Checa, Lituania y Polonia «para integrarse a la perfección en el campo de batalla» en Afganistán.
«Durante el ejercicio actual, el elemento del comando de Fuerzas Especiales se coordinó con fuerzas convencionales para suministrar ayuda de Fuerza de Reacción Rápida». [4]
El 11 de octubre, el teniente general polaco, Mieczyslaw Bieniek, nombrado recientemente Comandante Aliado Supremo Adjunto de Transformación del comando de la OTAN en Norfolk, Virginia, visitó el Centro de Entrenamiento de Fuerzas Conjuntas de la OTAN en Bydgoszcz, su patria, para reunirse con generales afganos y discutir entre otras cosas «la situación en Afganistán, la actual cooperación entre la OTAN y Afganistán y sus futuros desafíos». [5]
Una semana después el gobierno polaco extendió el despliegue de sus 2.600 soldados en Afganistán. «La actual misión debía terminar supuestamente el 13 de octubre, pero a pedido del gobierno el presidente decidió prolongarla hasta el 13 de abril de 2011». [6]
Mientras el comandante polaco de la OTAN basado en EE.UU. se encontraba en Polonia, tropas polacas se entrenaban en el Centro Marseilles de la Guardia Nacional, a 100 kilómetros de Chicago, con el Equipo de Personal Bilateral Atraillado A7 que será desplegado en Afganistán en enero y que «es entrenado mediante el Programa de Cooperación Estatal con miembros de las fuerzas armadas polacas tanto aquí como en Polonia para generar relaciones con miembros de la coalición». [7]
Jets de caza F-15C del tipo desplegado actualmente en los cielos del Báltico llegaron a la Base Aérea Campia Turzii en Rumania el 21 de octubre para la Operación Golden Lance, «un ejercicio en gran escala, con la participación de más de 150 personas de la Fuerza Aérea de EE.UU., 10 aviones de combate y docenas de piezas de equipamiento de apoyo».
El comandante del 493 Escuadrón de Cazas a cargo de los juegos de guerra declaró: «Estamos entusiasmados por aportar nuestra capacidad de F-15C para demostrar nuestra pericia de superioridad aérea, entrenar con un formidable aliado de la OTAN e integrar nuestros servicios en misiones de entrenamiento en la ofensiva contra aviones».
Un importante objetivo de las maniobras de combate aéreo es dar a la Fuerza Aérea de EE.UU. aún más oportunidades en una confrontación directa con MiG-21 rusos.
Las «fuerzas aéreas» de las dos naciones ya comparten un vínculo común», ya que unidades de la fuerza aérea rumana de la Base Aérea Campia Turzii «han efectuado la misión de Policía Aérea del Báltico que el 493FS realiza actualmente en otras partes del mundo». [8]
El 27 de octubre, el Ala 86 de Aerotransporte de EE.UU. y el Ala 435 de Operaciones Aire Tierra completaron dos semanas de ejercicios conjuntos en Bulgaria en el contexto de Thracian Fall 2010, en la que personal estadounidense «pudo entrenar y dirigir a más de 1.000 paracaidistas búlgaros en aterrizajes exitosos desde los más avanzados aviones tácticos de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Europa».
En cuanto al propósito de tales ejercicios, un oficial estadounidense presente dijo: «Esperamos que el que ellos [los búlgaros] puedan observar cómo conducimos nuestras operaciones y eso les permita realzar su propia capacidad, de operaciones de paracaidistas a vuelos, y que un día puedan conducir ejercicios e incluso asistir en futuros conflictos». [9]
Los futuros conflictos mencionados -destacados constantemente- son las guerras de mañana, para las cuales el actual conflicto armado de nueve años de duración en Afganistán constituye un preparativo.
Ojalá el ministro de Exteriores de Rusia tome nota de ese hecho.
Notas:
[1]. NATO Provides Pentagon Nuclear, Missile And Cyber Shields Over Europe, Stop NATO, September 22, 2010
[2]. Diário de Notícias, 22 de outubro de 2010
[3]. Baltic States: Pentagon’s Training Grounds For Afghan and Future Wars, Stop NATO, September 30, 2010
U.S. Consolidates New Military Outposts In Eastern Europe, Stop NATO, September 23, 2010
[4]. U.S. European Command, October 26, 2010
[5]. North Atlantic Treaty Organization Allied Command Transformation, October 20, 2010
[6]. Polish Radio, October 18, 2010
[7]. LaSalle News Tribune, October 22, 2010
[8]. U.S. Air Forces in Europe, October 26, 2010
[9]. U.S. Air Forces in Europe, October 28, 2010
by courtesy & © 2010 Rick Rozoff
Rick Rozoff lleva más cuarenta años implicado en los esfuerzos contra la guerra y contra la intervención. Vive en Chicago (Illinois). Es administrador de la página de Internet Stop.NATO.
Fuente: http://americas.mediamonitors.
rCR