Traducción del inglés: Atenea Acevedo
«Los tamiles, dentro y fuera de la isla de Sri Lanka, aún queremos un Estado independiente. Gracias a la difusión de los crímenes de guerra y la brutalidad del gobierno de Mahinda Rajapaksa contra nuestro pueblo se haba de nuestra causa alrededor del mundo». Así se expresó Visuvanathan Rudrakumaran hace unos días durante nuestra entrevista en Manhattan, Nueva York.
Una señal positiva del reconocimiento de los derechos de los tamiles es el conmovedor documental del canal 4 en el Reino Unido, titulado «Los campos de la muerte en Sri Lanka», inicialmente proyectado durante una sesión del Consejo para los Derechos Humanos en junio y después en todo el mundo.
Rudrakumaran es Primer Ministro del Gobierno Trasnacional de Tamil Eelam (GTTE) y un destacado activista en el exilio. Después de titularse en derecho por la Universidad de Colombo y la Southern Methodist University estudió y escribió artículos sobre la autodeterminación en la Facultad de Derecho de Harvard.
En mayo de 2009, al concluir la prolongada guerra civil en Sri Lanka, Rudrakumaran vio la necesidad de plantear el derecho a la soberanía del pueblo tamil como un tema de relevancia internacional. Él y otros profesionistas tamiles organizaron reuniones en Malasia y Suiza a fin de instaurar el GTTE sobre tres puntos fundamentales: una nación, una patria y el derecho a la autodeterminación.
A medida que los dirigentes tamiles en el exilio sumaban esfuerzos contemplaron con estupor cómo Cuba y otros gobiernos progresistas en América Latina simpatizaban con Sri Lanka durante las sesiones de mayo de 2009 del Consejo para los Derechos Humanos, afectando así no solo al movimiento guerrillero, sino también los intereses de la población tamil.
«Los tamiles siempre han visto a Fidel y al Che como héroes», señaló el Primer Ministro. «Nuestra gente está desconcertada ante la postura de Cuba desde mayo de 2009. Tal vez se deba a la falta de comunicación. Queremos enviar una delegación a Cuba, a Venezuela y otros países del ALBA para explicarles nuestra postura y entablar un diálogo».
Rudrakumaran sostiene que su gobierno trasnacional no está vinculado a ningún gobierno o potencia internacional: «No estamos a merced de potencia alguna, pero aceptamos el apoyo para nuestra causa de quien desee cooperar con nosotros».
El GTTE favorece los procesos democráticos para la toma de decisiones. En los primeros meses de 2010 se llevaron a cabo elecciones en 12 países para nombrar a los delegados del GTTE. En algunos casos el candidato propuesto no tuvo rivales, de manera que la elección no fue necesaria. Participaron decenas de miles de personas.
56 delegados electos se reunieron en Filadelfia, Estados Unidos, para conformar oficialmente la Asamblea Trasnacional Constituyente del 17 al 19 de mayo de 2010. Otros 30 participaron mediante videoconferencia desde Londres y Ginebra. El 3 de noviembre el GTTE anunció su primer gabinete. Del total de 10 carteras ministeriales y 10 suplencias, 5 están ocupadas por mujeres.
No hay que confundir al GTTE con un gobierno en el exilio, pues no se trata de un Estado independiente cuyo gobierno se haya visto forzado a dejar el territorio nacional, sino de un gobierno trasnacional en transición que hace campaña por la obtención de un Estado mediante la diplomacia y la difusión. El gobierno efectivo se establecerá en una patria una vez que sea físicamente viable.
La estrategia del GTTE es trabajar con todas las organizaciones tamiles locales, nacionales e internacionales en el exilio, y crear un centro de operaciones para la labor diplomática en interacción con tantos gobiernos como sea posible. También busca colaborar con la dirigencia tamil dentro de Sri Lanka, pero estos vínculos aún no se han declarado oficialmente debido al carácter beligerante del gobierno cingalés.
Para llegar a este punto se ha trabajado desde la independencia del territorio de Gran Bretaña, en 1947-1948. «Nuestro pueblo era conservador en más de un sentido», explicó Rudrakumaran.
«Éramos nacionalistas, no revolucionarios. Teníamos castas y las mujeres no recibían un trato igualitario. Buscábamos los mismos derechos que la mayoría cingalesa con medios pacíficos, sin recurrir a la violencia. Pero los gobiernos cingaleses, los monjes racistas y otros grupos extremistas se dedicaron a golpearnos y masacrarnos. Organizaron varios pogromos y asesinaron cruelmente a miles de tamiles. Finalmente, en 1976, todos los partidos políticos tamil dentro y fuera del Parlamento, desde el más conservador hasta el más radical y revolucionario, decidieron luchar por una nación independiente en el noreste de Sri Lanka. Cuando la lucha por la liberación tomó las armas, se eliminaron todas las barreras anteriores; de hecho, las mujeres desempeñaron un importante papel en la lucha armada. Los Tigres [Tigres de Liberación del Tamil Eelam] nos dieron la dignidad y la fuerza para luchar. Sin embargo, nuestra lucha hoy se desarrolla en la esfera diplomática. Tenemos la mirada en el futuro. No estamos estancados en el pasado ni en la especulación en torno a si los Tigres cometieron actos de terrorismo».
Los principios del GTTE
- Compromiso con la consecución del Eelam: un Estado independiente y soberano, con nación, patria y derecho de autodeterminación.
- El Tamil Eelam será un Estado secular.
- En el territorio nacional, el GTTE asistirá en el establecimiento de centros de salud, viviendas y refugios para las personas afectadas por la guerra; promoverá actividades culturales que fomenten la identidad propia del Tamil Eelam. Gran parte de esta labor tendrá que ser indirecta, pues el GTTE no puede estar en Sri Lanka.
- Promover la educación en el territorio.
- Promover el bienestar económico.
- Mantener relaciones internacionales mediante el cabildeo.
- Promover los juicios por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
- Proteger la igualdad de las mujeres y de todos los tamiles.
- Brindar asistencia a los familiares de los mártires, ex combatientes y familias afectadas por la guerra. Hay un proyecto para levantar monumentos a los mártires en el exilio, ya que los cementerios y monumentos han sido destruidos por el gobierno cingalés.
El Primer Ministro Rudrakumaran comentó que el GTTE tiene buenas relaciones con las otras dos organizaciones internacionales que defienden la soberanía tamil: Global Tamil Eelam y el Consejo del Tamil Eelam en Europa: «Coincidimos en las metas y los medios: nada de lucha armada, solo protestas pacíficas y diplomacia. Nos diferenciamos en tanto el GTTE cuenta con representantes elegidos que conforman un gobierno trasnacional, no una clase política propiamente dicha».
«Nos alienta la perspectiva al futuro. Creemos que nos favorece el hecho de que se llevara a cabo un referéndum en Sudán del Sur [en 2005], en el que 98.3% votó por la secesión. El GTTE asistió a la ceremonia conmemorativa del nacimiento de este nuevo país en Juba, el pasado 10 de julio, como gobierno invitado».
El ministro adjunto de exteriores del GTTE, Kanaganthram Manickavasagar, y el portavoz del Primer Ministro, Jeyaprakash Jeyalingam, estuvieron presentes en el momento en que Salva Kiir firmó la nueva constitución y presentó juramento como presidente.
También asistieron otras figuras internacionales, como el Presidente de Sudán, Omar al-Bashir, y Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU. Sri Lanka envió a un delegado de menor jerarquía, Tissa Vitharana, ministro de ciencias.
El mensaje de Rudrakumaran a la nación de más reciente reconocimiento en la ONU, el Estado número 193, decía: «Saludamos sus sacrificios en pos de la libertad y admiramos su coraje y determinación».
«Nuestra estrategia es similar a la de la República de Sudán del Sur», explicó. «Queremos que la comunidad internacional presione para la realización de un referéndum sobre el Eelam y supervise su ejecución, tal como sucedió en Sudán del Sur. Nuestros pueblos tienen una historia común: el genocidio seguido de luchas por la independencia, contrarrestadas con crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad».
Las guerrillas tamil habían hecho un llamado al cese al fuego y a un acuerdo de paz que condujera a un referéndum sobre la independencia. Las hostilidades armadas se detuvieron en 2001, pero solo después de que las guerrillas hubieran desgastado gran parte del poderío militar de Sri Lanka. No obstante, cuando Mahinda Rajapaksa llegó a la presidencia en 2004, estableció un feudo familiar dedicado a aniquilar toda oposición tamil. Echó por tierra el cese al fuego y recibió asesoría de guerra y apoyo para vigilancia técnica del régimen estadounidense de Bush; armas masivas, infraestructura para comunicaciones, barcos y aviones de guerra de China; aviones de guerra, agentes de inteligencia y tecnología de Israel; buques, misiles y financiamiento de la India; dinero para petróleo y armas de Irán; armamento de Pakistán; armamento y buques patrulla del Reino Unido y Francia, y tecnología y préstamos de Japón.
Rudrakumaran no se hace ilusiones respecto a los intereses de grandes gobiernos con pasado o presente colonialista o imperial: «¿Cómo estar en el juego y no dejar que una potencia tome las decisiones? Nuestras habilidades y la dedicación a la meta común de la soberanía dictan la pauta de nuestros actos. La soberanía no se negocia. La nuestra es una lucha por la nacionalidad, no se basa en fundamentos ideológicos ni económicos».
Rudrakumaran espera que la India modifique su postura a favor de Sri Lanka y apoye a los tamiles. Considera, además, que los vientos geopolíticos favorecen tanto a China como a la India. A medida que la influencia china crece en Sri Lanka, la confusión de la India se incrementa. No cree que la India actúe hoy conforme a sus intereses en el largo plazo al acercarse furtivamente al gobierno de Rajapaksa, y piensa que el gobierno indio pronto se dará cuenta de ello.
Asimismo, el dirigente tamil se muestra entusiasmado por los recientes acontecimientos en la décima octava sesión del Consejo para los Derechos Humanos (12 al 30 de septiembre). Parece que el informe de un panel de expertos nombrado por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, sobre «la rendición de cuentas en Sri Lanka» tiene posibilidades de discutirse durante la décima novena sesión de dicho consejo. Al menos así lo propusieron el propio Ban Ki-moon y Navi Pillay, Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
El informe se entregó en marzo pasado e incluye severas críticas al gobierno cingalés por posible violación de derechos humanos de civiles y combatientes tamiles en los últimos meses de la guerra terminada en mayo de 2009. El informe hace un llamado para que se investiguen de manera independiente las creíbles acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
En esta sesión del Consejo para los Derechos Humanos, a diferencia de otras, ni la India ni ningún país latinoamericano expresaron su aprobación verbal al gobierno cingalés cuando éste negó haber incurrido en actos punibles.
El sitio web del GTTE es http://govtamileelam.org/gov/
1 de octubre de 2011