Con la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Haití prevista para el 25 de octubre, mismo día de la primera vuelta para presidente del país, en el proceso electoral legislativo de Haití -en primera vuelta, el pasado 9 de agosto- hubo un 82% de abstención y muchos casos de violencia. Catorce candidatos fueron excluidos […]
Con la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Haití prevista para el 25 de octubre, mismo día de la primera vuelta para presidente del país, en el proceso electoral legislativo de Haití -en primera vuelta, el pasado 9 de agosto- hubo un 82% de abstención y muchos casos de violencia. Catorce candidatos fueron excluidos por sospecha de involucramiento en los delitos cometidos durante las votaciones. De las 119 vacantes para diputados, sólo cuatro fueron ocupadas y ninguna para senador, de los 20 cargos disponibles, por no alcanzar los votos necesarios. El Consejo Electoral Provisorio (CEP) comunica que se realizarán nuevas votaciones en 25 de los 119 distritos del país, en la misma fecha de la segunda vuelta legislativa.
Desde hace tres años, el país no promueve elecciones legislativas ni municipales. La votación para senador está atrasada desde 2011, con casi la mitad de los mandatos expirados en 2012. Y desde enero de este año, cuando el Parlamento fue disuelto, el presidente Michel Martelly ha dirigido el país a través de decretos.
La poca participación de los casi 6 millones de electores/as haitianos/as reflejaría la falta de credibilidad del proceso legislativo. Hay denuncias de que algunos candidatos fueron reconocidos como secuestradores, traficantes de drogas y de armas, asesinos y miembros de grupos armados. En la visión de los críticos, las elecciones serían una estrategia de los políticos para distraer a la población de los graves problemas que padece el país, que no tendría una libertad real para realizar la elección a su modo y tiempo, preso del apoyo financiero internacional.
Johny Jean Jacques, miembro de Cáritas Haití, uno de los responsables del programa de Economía Solidaria (Ecosol) en el país, en entrevista exclusiva con Adital, hace una evaluación personal sobre el contexto político y las perspectivas en relación con las elecciones. Él, que es haitiano, habla sobre el perfil de los candidatos, las falsas promesas electorales y el deseo de los ciudadanos de estabilidad política en el país caribeño.
Adital: ¿Cómo evalúa el contexto político actual en Haití?
Johny Jean Jacques: Vivimos una jornada electoral en la que encontramos 128 partidos políticos, que totalizan 1.855 candidatos. En el actual recorrido electoral serán electos solamente 139 candidatos; de éstos, 119 son diputados y 20 senadores. Es un contexto electoral con varios elementos, pues estamos en el cuarto año de mandato del presidente. Una segunda cuestión es que, desde el 12 de enero de 2015, la Asamblea Nacional no funciona. Hay solamente 10 senadores que no cumplen su trabajo. Ante esta situación, el Poder Ejecutivo tendrá que realizar las elecciones y devolver el poder el 7 de febrero de 2016. Esto quiere decir que las elecciones se realizarán igualmente, de manera obligatoria, lo quiera o no el pueblo.
Adital: Después de tres años de atraso, ¿cuáles son las expectativas de la población en relación con las elecciones?
JJ: Después de tres años que estamos a la espera de elecciones, que no ocurrieron debido a que los partidos políticos y el Poder Ejecutivo no llegaron a un acuerdo, el pueblo haitiano quedó a la espera de que alguien renovara la política en todos los niveles de la sociedad. Desde 2010, los alcaldes electos fueron sustituidos por agentes ejecutivos temporarios.
En otros lugares, aquellos que fueron electos en la 49ª Asamblea Nacional, no hicieron casi nada relacionado con su trabajo. Desde hace cuatro años luchamos con el gobierno. Tuvimos tres primeros ministros durante los cuatro últimos años. En este momento el pueblo haitiano espera con gran emoción y esperanza, porque la estabilidad política es la mejor motivación para el desarrollo económico.
Adital: ¿El proceso de elección actual cumple con las premisas democráticas?
JJ: Podemos decir que sí, pues el personal que está en el Consejo Electoral provisorio se ha esforzado mucho para respetar los derechos de todos los que quisieron participar y desempeñar su papel en los procesos, ya que ellos se calificaron para eso. Pero en toda sociedad hay algunos que no dicen la verdad. Sin embargo, reconocemos que todavía hay mucho por hacer, especialmente en relación con las elecciones en Haití.
Adital: ¿Cuál es su evaluación de la primera vuelta de las elecciones para diputados y senadores?
JJ: La evaluación que podemos hacer sobre esta situación es que la gente quería votar a los candidatos, pero había muchas preocupaciones, pues en algunos momentos hubo problemas los días de elecciones en Haití. Es por eso que podemos observar, en algunos lugares, que las elecciones no ocurren debido a que quienes apoyan a algunos candidatos hacen lío. Puedo decir que ésa es una experiencia que las personas que están en el consejo electoral deben recibir como conocimiento, y para tomar mejores decisiones en la segunda vuelta de las elecciones, el 25 de octubre.
Adital: Las últimas elecciones estuvieron marcadas por las abstenciones. En la actualidad, se calcula sólo el 15% el número de votantes. ¿Cómo evalúa la participación de los haitianos en esta primera vuelta? ¿Qué motiva las abstenciones a las urnas?
JJ: Podemos decir que fueron más o menos el 18%, pero las estadísticas no son exactas. El pueblo haitiano no participa en las elecciones legislativas. Son las elecciones presidenciables las que estimulan la participación de la población. La falta de motivación para votar a senadores y diputados proviene de las falsas promesas en las campañas electorales, pues después de concluido el momento electoral, ellos se olvidan del trabajo a realizar en la Asamblea Nacional.
Adital: En las elecciones pasadas también hubo denuncias de fraude y violencia. De acuerdo con declaraciones del primer ministro, el domingo (9), se contabilizaron tres muertes, 137 personas detenidas, mientras que el 4% de las mesas electorales fueron blancos de algún tipo de ataque. ¿Cómo evalúa este escenario?
JJ: Un escenario que sorprende a las personas, pues si vemos a las personas detenidas, los candidatos apartidarios y dónde fueron presos, esto nos da una buena idea de los problemas. Pero algo que debe atraer la atención de todos es que ese lío tendrá castigo. Por decisión provisoria, el Consejo Electoral no dispensó de que en el período electoral, algunos candidatos que participaron de esas acciones tendrán que responder ante la ley, lo cual se exige como castigo para esos casos.
Adital: Frente a más de 1.800 candidatos, ¿como la población se dio cuenta de las propuestas? ¿Se presentaron proyectos políticos?
JJ: Los candidatos todavía no presentaron sus proyectos políticos para ser analizados. En el período de la campaña usted sabe lo que un candidato quiere enfrentar en su trabajo como senador o diputado. Así, los planes de política varían, sin embargo, son todos iguales. Al final, se quiera o no, un país no necesita 1.800 proyectos políticos para avanzar en sus planes económicos, sociales y políticos.
Adital: ¿Cuáles son las principales directrices propugnadas por los candidatos? ¿Los derechos humanos se están discutiendo en las campañas electorales?
JJ: Francamente, me hago esta pregunta a mí mismo: ¿hay muchas personas que conozcan al candidato a senador o diputado? Porque usted puede sorprenderse al escuchar lo que un parlamentario va a decir para votar a favor de él; al final, habrá ampliaciones de carreteras, realizarán escuelas, realizarán comercialización pública (ferias, mercados…), realizarán plazas públicas. Pero inclusive así, encontramos candidatos que saben qué trabajo van a hacer, como por ejemplo, con la ley de protección de niños y adolescentes, ley que dice cómo debe ejercerse la justicia, la ley sobre el respeto a la familia.
Adital: En su opinión, ¿cuáles son las principales directrices que deben ser debatidas por los senadores electos y representantes?
JJ: En mi opinión, los senadores deben examinar problemas como educación, justicia, leyes que creen trabajo para la juventud, leyes sobre el derecho a la salud y leyes que promuevan el derecho a la vivienda. Esto nos permitiría avanzar en el camino democrático, de hecho.
Adital: ¿Como evalúa el perfil de los candidatos en relación con la Minustah [Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití]? ¿La mayoría la apoya o está en contra?
JJ: Mucha gente dice que la Minustah debe dejar Haití. Sin embargo, en este período de campaña electoral, no hemos escuchado voces sobre esa cuestión. Esto se debe a una cuestión importante, la Minustah ha ayudado mucho en la organización de las elecciones, principalmente en su logística. Pero tenemos que mantenernos en ese objetivo, la Minustah debe dejar Haití de a poco.
Adital: ¿Hay candidatos que emergieron de los movimientos sociales y las luchas populares organizadas, o son candidatos más de la elite haitiana?
JJ: Siempre los hay en realidad, esto es importante en las elecciones de Haití. Todavía hay algunos que aprovechan la oportunidad para ocupar importantes funciones en el país. Es esto lo que hace que tantos partidos políticos nacieran del movimiento popular, que hicieron manifestaciones para el retiro del gobierno en 2013, y exigían la renuncia del presidente de la República. Por otro lado, percibimos que algunos partidos se mantienen en el poder, como el Partido Cabezas Rapadas (Pati Aysyen Tèk Kale).
Adital: ¿De qué manera los movimientos sociales han participado en el proceso electoral del país?
JJ: Lo que es interesante en esta cuestión es que muchos movimientos están en duda en relación con los movimientos ocurridos en Haití, porque ya que necesitan crear confusión, todos se juntan. Después de las elecciones, los movimientos se dividen y sus líderes apoyan a sus candidatos. Así, aquellos candidatos que surgen del movimiento político hacen lo mismo que los otros, buscan espacios de poder en el país.
Adital: ¿Qué papel han jugado las iglesias han en este contexto de reestructuración política?
JJ: Todas las iglesias participan del trabajo de reestructuración de la vida política del país. Es esto lo que se hace en la Iglesia Católica o en la Iglesia Protestante, o en el vudú, todas comprenden la necesidad de poner representantes en el Consejo Electoral, capaces de conducir las elecciones. Las iglesias también hacen algunos trabajos de educación cívica.
Adital: ¿Qué debe cambiar con las elecciones?
JJ: Esperamos tener un país capaz de funcionar con los tres poderes, como determina la Constitución. Queremos tener estabilidad política para permitir la inversión, pues tenemos una tasa de desempleo bastante elevada. Deseamos que los principios de alternancia política sean respetados, y que cuando un mandato llega a su fin se realicen elecciones para la sustitución de los cargos. Esperamos que se apruebe una buena legislación, para facilitar mejores condiciones de vida en la sociedad.
Adital: En temas sociales, ¿hubo una mejoría en el mercado laboral para los haitianos? ¿La riqueza se está generando para el país?
JJ: Se han notado algunos efectos. Pero con todas las manifestaciones ocurridas y los diversos movimientos pendencieros, verificamos que hay atrasos en el progreso del país. Hay mucho por hacer, las tasas de inflación llegan a más del 2%.
Adital: ¿Desea agregar algo más?
JJ: Me gustaría hacer un pequeño agregado sobre las elecciones en Haití. En el período electoral, hay un determinado modelo de candidato siempre presente, incluso sabiendo que nunca será votado. Otro tipo es aquel que nunca se involucró en la vida social, cultural, económica y política del país, pero todos ellos se candidatean y piden votos en las elecciones. Hay otro tipo, el candidato que nunca hará grandes campañas, que no reunirá a muchas personas para presentar sus proyectos políticos. Este tipo de candidatos no expone mucho su imagen y cuando la presenta es a última hora.
Ante esas cuestiones, me gustaría hacer una pregunta: ¿cuáles son las motivaciones de estas tres categorías de candidatos? ¿Y qué mirada más profunda tenemos que tener para ver si ellos tienen interés en modificar la realidad de la sociedad? Esto nos hace comprender que, cuando esas personas participan en una disputa electoral, ellas no necesitan ser electas para conseguir lo que buscan, ya que cada una de estas categorías tienen sus propias motivaciones para hacerse candidatas.
Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=86421