Desgrabación: Ana Laura Xiques Edición: Mario Hernandez
El pasado 3 de setiembre se realizó en la sede de CTA (A) un acto por el retiro de las tropas de ocupación de Haití con la presencia de importantes personalidades nacionales e internacionales.
Allí surgió la propuesta de un nuevo encuentro por el retiro de las tropas de ocupación de Haití, incluidas las de Argentina que se realizará este sábado 3 de octubre a las 13:30 en el Instituto Lomas de Zamora – Av. Meeks 654 (a 8 cuadras de la estación Lomas de Zamora) con la asistencia de Henry Boisrolin, Coordinador del Comité Democrático Haitiano
Fernando Cardozo (Relaciones Internacionales CTA Capital): Estamos realizando una jornada en solidaridad con el pueblo de Haití convocada por el Comité argentino por el retiro de las tropas de la Minustah y por el fin de la ocupación. Contamos con la presencia del diputado uruguayo Eduardo Rubio de la Unidad Popular. Junto a Pablo Micheli de la CTA venimos de participar de la Conferencia internacional por el retiro de las tropas que se realizara el 17 y 18 de julio en Puerto Príncipe. Contamos con la presencia de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora y con un representante del Comité Democrático Haitiano, Henry Boisrolin. Hay representantes de diversas organizaciones populares de la Argentina, referencias importantes y para nosotros es fundamental que hoy nos encontremos juntos para ver cómo continuamos y cómo podemos pensar una perspectiva para una salida emancipatoria que no puede estar ajena a la voz del pueblo haitiano.
Eduardo Rubio (Diputado Unidad Popular – Uruguay): Buenas tardes compañeros y compañeras, siento una enorme responsabilidad al encontrarme abriendo este encuentro sobre un tema tan importante para toda América Latina, como es la ocupación militar en Haití. Me presento, soy Eduardo Rubio diputado de un partido relativamente nuevo en Uruguay, Unidad Popular, mayormente escindido del Frente Amplio, partido que está en el gobierno. Nos fuimos en 2008 en el primer gobierno de Tabaré Vázquez entre otras cosas por actitudes como la que tiene Uruguay y el gobierno uruguayo en el mantenimiento de las tropas de ocupación. Hoy por hoy es abanderado de esa política de las mal llamadas «misiones de paz», que nada tienen que ver con un programa liberador, antiimperialista, de izquierda como era el que nos animaba durante todo nuestro tiempo de militancia dentro de la fuerza política que hoy gobierna, por esto y otras cosas, formamos un nuevo frente de distintos sectores políticos y sociales y en esta elección logramos entrar al Parlamento.
La primera intervención que hicimos el día que asumimos la banca, en la presentación de lo que iba a ser nuestra actuación en el tema internacional, señalábamos que íbamos a dar una batalla sin cuartel para conseguir el retiro inmediato de las tropas de ocupación en Haití. A esto se sumó que en junio recibimos una invitación de los movimientos antiimperialistas de izquierda de Haití para participar de un coloquio con motivo de los 100 años de la primera ocupación yanqui allí.
Decidimos participar del evento, ya en calidad de diputados, me importa mucho aclarar que ese viaje que hicimos como diputados no tuvo ningún respaldo del Parlamento uruguayo, no fuimos ni en misión oficial, no se nos pagaron los viáticos ni nada, cosa que nos parece espectacular, pero no hubo una actitud de respaldo político en una actividad muy importante que era encontrarnos con los hermanos haitianos para rechazar la ocupación y buscar los caminos de salida.
Les confieso que llegamos a Haití con estas sensaciones, el sentimiento antiimperialista, el odio a la ocupación, pero nos preguntábamos ¿por qué la ocupación de Haití? Un pueblo tan chiquito, que imaginábamos paupérrimo, en un momento en el que la propia situación internacional parecía no ser tan urticante. Estando allí entendimos el porqué.
Desde que volví de Haití pude hacer dos intervenciones en el Parlamento uruguayo sobre este tema, una que dura 5 minutos que no admite debates, luego logré colocarlo como asunto político, gracias a lo que nos permiten hablar 15 minutos y da para el debate. Curiosamente cuando terminamos esos 15 minutos ningún representante de ningún partido quiso abrir el debate sobre el tema de la ocupación de Haití.
En cuanto a las razones de la ocupación, que creo que desconocen muchos de los parlamentarios que votan a favor de la misma, muchos de ellos imbuidos del prejuicio racista de que Haití tiene que tener una ocupación porque son negros pobres que no saben gobernarse, créanme que es la idea que existe en la mayoría de los políticos, por lo menos de mi país.
Estando en Haití uno se da cuenta de cuáles son estas razones, la principal es económica, hay mucho para saquear ahí todavía, yacimientos de oro, por ejemplo, que empiezan a explotarse ahora en minas a cielo abierto y sus permisos casualmente están en manos de empresas norteamericanas y canadienses, que son las que promovieron el último envión de la ocupación. Entre los permisionarios está el hermano de Hilary Clinton y el ex presidente Clinton estuvo como enviado de Estados Unidos para la reconstrucción de Haití y la está reconstruyendo, porque se están quedando con el oro.
Hay una razón económica, la proliferación de la zona franca, son instalaciones que parecen cuarteles inmensos donde un trabajador por ley gana U$S 5 por día, en escala de mano de obra en maquilas de Centroamérica es la más barata, la que garantiza la mayor ganancia de las multinacionales. Un último elemento en materia de zona franca, que me asombró y me alertó, porque el Ministro de Economía de Uruguay en una reunión que tuvo con los partidos de oposición nos anunció un nuevo proyecto de ley para una nueva zona franca, Uruguay tiene trece ya, y nos habló de priorizar el interior del país. La verdad fue que nosotros no entendimos mucho, pero en Haití nos encontramos con zonas francas agrícolas, hay extensiones de tierras quitadas a los campesinos controladas por multinacionales de dimensiones inmensas.
En Haití se producen bananas para exportación y se importan para el consumo, han pasado de estar cerca de autoabastecerse en materia alimentaria, hoy están importando cerca del 60% de lo poco que consumen los haitianos. Haití sigue siendo saqueada en términos económicos, así como lo fue durante toda su historia.
Obviamente hay otras razones no menores, el tráfico de drogas, Haití tiene 27.000 kms. cuadrados, es del tamaño de uno de los 19 departamentos de Uruguay, hay 15 ejércitos ocupándola, más los radares y la marina de Estados Unidos, por allí no puede pasar un alfiler que los militares no controlen y, sin embargo, el 12% de la cocaína que entra a Estados Unidos pasa por Haití, me parece que los ejércitos están para que pase la cocaína, no para que no pase.
Por otro lado, está lo estratégico en cuanto a la posición de Haití, justo enfrente de Venezuela, a un paso de Cuba, es una base militar importante, sobre todo en una época como 2005/6 en que la ilusión de procesos antiimperialistas se daba en toda la región.
Fuimos entendiendo la razón de la ocupación y consiguiendo argumentos fuertes para tirar abajo la idea de la misión humanitaria, en Haití hay tropas de ocupación y, como dijimos en el Parlamento, el ejército uruguayo, el argentino y todos los que están, están cumpliendo el papel de mano de obra barata al servicio del ejército de Estados Unidos. Les sale mucho más barato pagarle a los ejércitos latinoamericanos a través de Naciones Unidas, U$S 600 millones al año, y le hacemos el trabajo sucio, como la tercerización de la seguridad, parecido a como pasa en Uruguay, ya no tenés a la policía cuidando los bancos, hay guardias de seguridad, son más baratos. Ese es el papel que están cumpliendo las tropas de ocupación.
Por último las mentiras de las razones de la ocupación, allá se dice que la Minustah está para apoyar la institucionalización de Haití y su democratización. No puede haber mentira más grande que esa, van doce años de ocupación, en la última elección participó el 10% de los ciudadanos, el fraude es comprobado, el Presidente actual salió tercero en la elección de 2009 y el mando militar no le permitió al Consejo electoral expedirse, demoraron 50 días hasta que los convencieron de que el Presidente era el que salió tercero porque era el que les servía. Esa es la democratización de la Minustah en Haití. Dicen que están para asegurar el cumplimiento de los Derechos Humanos, es una mentira, hay violaciones, atropellos sexuales, más de doscientas denuncias comprobadas ante Naciones Unidas contra soldados de la Minustah que han abusado de mujeres haitianas. Vimos en los barrios de Haití las casas agujereadas por las ametralladoras en la represión por los levantamientos populares. No hay defensa de los Derechos Humanos ni defensa de la democracia, hay un ejército de ocupación que somete a un pueblo para aplicar una política de saqueo, esa es la pura y dura verdad. 700.000 infectados y 8.000 muertos por el cólera, son daños brutales realizados al pueblo haitiano que nadie va a resarcir.
Ante esta realidad sentimos un compromiso muy grande al volver de allí, de redoblar nuestro esfuerzo en la pelea por sacar las tropas de ocupación de Haití. Debemos pensar qué necesita este país, primero el derecho a la autodeterminación. No sé quién ganaría en un proceso electoral, pero tienen todo el derecho de elegir construyendo su propio destino, eso no se puede discutir.
Fíjense quiénes tutelan esto, yo pongo de ejemplo mi propio país, en Uruguay no hemos juzgado a los criminales de la dictadura, ¿y nosotros le vamos a dar lecciones de democracia a Haití? Senegal, Sri Lanka, para no meterme con los países vecinos. No tenemos autoridad moral, Haití no precisa soldados. Esto no es una consigna, lo vimos allá, están los compañeros del Movimiento Sin Tierra de Brasil con algunos compañeros argentinos en el apoyo a la reconstrucción productiva, el apoyo al campesinado y lo que hacen los cubanos con la educación y la salud.
Por otro lado, la comunidad internacional tiene que asumir la deuda que tiene con Haití en términos económicos, lo que le hemos robado, porque nos sentimos responsables, los daños humanos que la ocupación ha generado y esta es una responsabilidad que tenemos que poner en discusión en todas nuestras organizaciones y a nivel institucional.
Nos ha costado en Uruguay colocar el tema de Haití como un tema de movilización. El Comité de apoyo al pueblo haitiano permanentemente está en actividad, pero no hemos llegado a hacer de esto una cuestión masiva. El otro día este Comité organizó un encuentro en el que estábamos cuatro legisladores, además de mí había otros tres diputados del Frente Amplio. Fue muy bueno que estuvieran en una actividad que hablaba de la necesidad de retirar las tropas de Haití, pero lo que tuvimos que responder con mucha fuerza fue que algunos planteaban que el problema de no sacar las tropas es que no había movilización popular para exigir la salida, a lo que respondí que se vota adentro del Parlamento, no en la calle y el Frente Amplio tiene 50 votos, es mayoría absoluta.
Es nuestra voluntad ir en concreto, ir encontrando además del movimiento social que es fundamental en la conjugación de esfuerzos, concretar un acuerdo parlamentario de la zona sur del continente, con compañeros de Brasil, Argentina, que estén en el Parlamento y que tengan una posición contraria, para poder golpear a nivel institucional, levantando esta voz y buscando sumar fuerzas dentro de los Parlamentos. Obviamente, la voluntad popular es fundamental, pero si no conseguimos la voz política seguiremos reeditando una vergonzosa versión de la Triple Alianza, donde por mandato del Imperio del momento arremetimos contra Paraguay, ahora nos toca contra Haití, y seguimos siendo peones de tercera categoría de los imperialismos de turno.
Nosotros somos descendientes de esclavizados que se liberaron, los únicos en la historia de la humanidad que lograron esta victoria
Henry Boisrolin (Comité Democrático Haitiano): En primer término quiero agradecer desde el fondo de mi corazón esta invitación y no lo hago solo de mi parte y del Comité Democrático Haitiano, sino en nombre del pueblo de Haití. Entiendo que la presencia de ustedes representa un aliento para que podamos seguir tratando de sacarnos esta ocupación de encima y construir nuestro camino de emancipación y de liberación.
Sería importante después de las brillantes palabras del diputado Rubio, que ha demostrado claramente por qué la Minustah se trata de una ocupación y no hay nada más que añadir con respecto a esto, ver otro aspecto del tema, la resistencia del pueblo de Haití, no solamente a esta misión de ocupación, nosotros somos descendientes de esclavizados que se liberaron, los únicos en la historia de la humanidad que lograron esta victoria. Esto pesa mucho, no solamente sobre nuestra realidad y nuestra conciencia, sino también a los que se erigieron en conquistadores y dueños del planeta.
Haití es un desafío para el pensamiento llamado universal, eurocéntrico y racista. También hay que tener en cuenta el componente étnico dentro de la realidad haitiana con respecto a su rol en la división internacional del trabajo. Y cuando digo que somos descendientes de luchadores esclavizados que se liberaron, quiero precisar un punto, para romper las cadenas de las manos y de los pies hace y hacía falta romper las cadenas de la mente y del corazón, y lo pudimos hacer. Me paro sobre este punto histórico para pedirles a ustedes que fuera de las violaciones a los Derechos Humanos, que no hay duda que las hay, de la crisis espantosa económicamente hablando, y de todos los demás aspectos que hacen a la vida de la gente, que pueden tener un poquito de confianza en nosotros, vamos a liberarnos.
Sería menos difícil si pudiéramos encontrar muchos más compañeros y compañeras en Latinoamérica capaces de entender esta situación y acompañarnos, pero sabemos que el esfuerzo mayor lo tenemos que poner nosotros en la calle, en los barrios y también en la conquista del poder popular.
Cuando me refiero a la historia quiero decir que hoy por hoy no hay posibilidad para el pueblo haitiano, tiene una sola alternativa, retomar el camino de los esclavizados que se liberaron. Esta revolución que quedó trunca en el año 1804 hay que retomarla, y eso significa no ir a una urna y poner un voto, algunos compañeros estamos convencidos de que en Haití tenemos que jugarnos a todo o nada, es decir, si tenemos que arrasar esta tierra de nuevo como lo hicieron en 1802 cuando llegaron las tropas de Napoleón, lo haremos. Es una lucha que sale del eje que se plantea en Latinoamérica por la propia característica, por la caracterización misma de la población haitiana.
Esas elecciones, esa farsa que se hizo el pasado 9 de agosto no es otra cosa que un certificado de debilidad del bloque de poder oligárquico, no pueden encontrar en Haití un frente amplio para maquillar. El compañero Rubio planteó antes que no sabe si hay elecciones libres en Haití sino gana la izquierda, yo desafío a la comunidad internacional que organicen elecciones en Haití, pongo un perro que diga «antiimperialista» como candidato y pongan a cualquiera que represente a la oligarquía y gana el perro. Los desafío y no porque nos creamos que tenemos las organizaciones populares más grandes y más importantes, pero tampoco somos de las peores.
Otra cosa que me gustaría resaltar es que si hay un triunfo del imperialismo norteamericano principalmente y francés, en segundo lugar, es haber impuesto en el imaginario esta idea de un pueblo abatido, perdido, fallido, donde no hay Estado, no hay nada, se mueren de hambre, tienen cólera, están desocupados, son unos pobrecitos. Inclusive hay gente que piensa que sino estuviera la Minustah hubieran entrado los norteamericanos y sería peor.
Un ex ministro uruguayo en una reunión me pidió que le nombre una organización haitiana, yo le respondí que me encontraba frente a Bush que me estaba diciendo que si le nombraba una organización entonces iba a tomar la decisión de retirarse, le dije que bastaba saber que el pueblo haitiano está en contra para retirarse, por más que en su cabeza crean que están haciéndonos un bien, seríamos tan imbéciles que no podemos ver que nos están ayudando, bueno, seremos tontos, pero queremos otra cosa. Han impuesto en el imaginario una especie de incapacidad como si fuera congénita, en nuestro ADN. Que nos vamos a pelear entre nosotros, como si no hubiera lucha de clases allá, ni relaciones de producción, sino que es cuestión del ADN.
Es realmente tremendo esto. Cuando hablo de la caracterización de Haití, me refiero a que hoy sabemos que hay países industriales y países dependientes, pero hay una nueva categoría, Haití no es más país periférico de los países centrales, es de la periferia de la periferia. Dentro de las razones para aplastar a Haití, hay un mensaje contra esos negros, en la jerga colonialista, que se habían levantado. En Estados Unidos están masacrando cada dos por tres a un negro norteamericano, recordarán que en la época de las Panteras Negras ellos tenían pósters de los líderes de la revolución haitiana también, Haití es un mal ejemplo en todos lados, fue un mal ejemplo durante toda la historia, el propio Thomas Jefferson dijo «Haití es la fuente del mal», la fuente del mal era la liberación de los esclavos, lo que pasa es que él tenía esclavos.
Es muy claro esto, ellos entraron en 1915 y en 1918 dictaron una Constitución, transformaron al país en una neocolonia de ellos. Ese es el neocolonialismo que se derrumbó, no tienen cómo maquillar nada, tienen que hacer esas elecciones a las que nosotros llamamos «selecciones». Son muchos menos del 18% de los votos. Les cuento algo que hay que tener en cuenta, hay una decisión política del pueblo haitiano y un trabajo del bloque de poder oligárquico para que el pueblo no vaya a votar, organizan elecciones en nombre del pueblo pero evitan que el pueblo participe. Incluso con el 18% han perdido. Hay una comunidad internacional que defiende esto, pero empiezan a aparecer grietas porque fue escandaloso, desde las 6 de la mañana ya había urnas llenas, las boletas de esas elecciones fueron impresas en Dubai, la tinta es de Sudáfrica y la plata para esas elecciones no fue manejada por el Consejo electoral haitiano, sino por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Hay un economista haitiano que hizo un cálculo el otro día, dijo: participó el 18%, significa que un 82% no participó, él calculó que había una pérdida de U$S 25 per cápita, porque todas esas boletas que imprimieron para la elección, al haber un ausentismo tan grande, es dinero tirado. Entonces, por donde se mire este sistema ha fracasado. La respuesta es la exigencia de la anulación de las elecciones, ahora van por la renuncia del Consejo electoral, si esto pasa creo que si pasó lo que pasó con Pérez Molina en Guatemala, no sé qué le queda a Martelly. Hoy hay una movilización, el sábado va a haber otra exigiendo esto, cada vez las voces son más y más. Créanme que el pueblo haitiano sabe que la solución no va a pasar por las elecciones, por mejor organizadas que estén, saben que se define de otra manera porque las botas que tenemos encima no se sacan con una fotito compañeras y compañeros. Les pido que nos entiendan, que nos acompañen, nos aconsejen, pero que sepan escuchar la voz de la calle, la voz del pueblo de Haití, en nombre de esta gran revolución que hicimos en 1804 alumbrando el camino de la libertad, ayudando de manera internacionalista a la liberación de muchos otros países latinoamericanos, creo que tenemos el derecho moral de pedir que nos acompañen en esta nueva tarea de lucha por la libertad.
También fue resultado de nuestra lucha que se estén retirando tropas argentinas
Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora): Gracias por permitirme estar acá, quiero decir que estuve en Haití tres veces, hemos palpado la valentía de ese pueblo y la calidad del mismo; quiero resaltar particularmente la lucha de las mujeres. La ocupación de Haití con estas tropas, fue una decisión de Estados Unidos y ahora podemos decir que en estos días en los que ya empezaron a retirarse tropas argentinas, según un llamado que tuvimos de la Cancillería para avisarnos que esto estaba sucediendo, esto es resultado de nuestra lucha.
Sin embargo, así como decidió invadir, Estados Unidos ahora decide empezar a retirarse, por lo tanto sabemos que esta decisión del gobierno argentino es consecuencia de ello, actúan sobre un camino marcado, de todas maneras, nos da la fuerza para seguir. Nosotros como algunos otros habíamos recibido en respuesta al pedido de retiro, la idea de que si lo hacían se iban a matar entre ellos, esa era la palabra de muchas autoridades, o sea, que podía pasar cuando entraron y también ahora cuando deciden salir.
Por otro lado, el desastre que han provocado con la indiferencia de muchos países hermanos, que están siguiendo de cerca pero que han permitido el avasallamiento de los Derechos Humanos de este pueblo que había conquistado su libertad y que no son respetados como deberían. Este es un largo camino que tenemos que hacer entre todos. Hemos ido a hablar con el Presidente de Uruguay, «Pepe» Mujica, y nos dijo que antes de dejar su gobierno iba a dejar todo preparado para el retiro, estábamos con Beverly Keene y Adolfo Pérez Esquivel, y él nos prometió esto, dejar abierto el camino para que cuando entregara su mandato el retiro fuera definitivo. Quiere decir que nos va a costar mucho con Uruguay, creíamos que el ejemplo de Argentina iba a influir, y digo ejemplo porque por un lado estamos muy conformes por el retiro de las tropas pero no somos ingenuos y sabemos cuál es el mecanismo. Los gobiernos van a tener que responder por las violaciones a los Derechos Humanos, los atropellos, los abusos a mujeres, niños y jóvenes, por las torturas y persecuciones, por todo lo que ha pasado durante estos años, esta es una deuda muy grande y trágica, porque no quieren reconocer que este pueblo ha sido avasallado negándole todos los Derechos Humanos.
Creo que este camino que tenemos que hacer va a ser duro, vemos que para instalar en nuestro país este drama que vive el pueblo haitiano nos resulta muy difícil y que por más que uno intente difundir, siempre hay un parate, un algo que frena para que se pueda hacer como queremos la gran difusión. Ese es el compromiso que tenemos, de difusión de todo lo que ha pasado y lo que sigue pasando en Haití, porque no podemos ser indiferentes y pensar que ya se avanzó con este retiro, que es apenas un amague.
Quiero que sepan que no soy una experta, hablo desde el corazón. En Argentina tenemos funcionarios que estuvieron en Haití y cuando vuelven al país cuentan cosas que no tienen nada que ver con lo que vieron y vivieron, ese ocultamiento y esa mentira es muy grave también. Como hemos estado en ese momento tan crucial antes y después de toda esta etapa de los desastres que también provocó la naturaleza, vimos dos épocas de Haití. Por eso estamos convencidos de que tenemos que tener mucha decisión para que entre todos y cada uno promocionar y dar a conocer. Este es el camino que tenemos y este es el compromiso. Han permitido que este pueblo fuera contaminado con enfermedades como el cólera, que podrían haberse evitado, cuesta muchísimo recomponer la salud y la estabilidad en un país en esas condiciones.
Quiero hacerles llegar el mensaje de Mirta Baravalle, que nos acompaña y que a través de ella muchas Madres de Línea Fundadora también lo hacen. Tenemos y seguimos teniendo el compromiso, desde acá pido que cada uno de nosotros lo asuma, apoyar día a día, saber que no se puede permitir que sean avasallados los derechos de los pueblos.
Tenemos mucho por hacer y mucho por trabajar, porque de acá en adelante no sabemos qué camino va a tomar nuestro país, pero aún así, gane quien gane en las próximas elecciones seguiremos trabajando para defender los derechos que hemos logrado, serán mantenidos con dientes y uñas y por lo que no logramos todavía vamos a seguir luchando con los brazos en alto día a día.
Carlos Chile (Secretario General CTA-A Capital): No quiero dejar pasar esta oportunidad para rendirle un homenaje muy sentido a Pepa Noia, estamos muy dolidos por su muerte. Desde la Conducción Nacional de la CTA-A queremos pedirle perdón al pueblo haitiano, en nombre de los trabajadores, nos avergüenza la actitud de quienes nos gobiernan y que efectivamente han decidido tomar parte en un castigo histórico al pueblo de Haití por haberse atrevido, no solo a promover la libertad sino además por transformar a su país en un lugar de refugio de los patriotas latinoamericanos. Allí recibió ayuda de todo tipo Simón Bolívar, allí estuvo nuestro gran Monteagudo.
No solo siguen castigando a Haití con una deuda, tema que hay que incorporar a la pelea, sino que además se sostiene esta idea de castigo. Hay países en nuestra América que han sido marcados y que se siguen golpeando, no es casualidad lo de Haití, no es casualidad la base que hay en Paraguay, que ese país hoy esté gobernado por un narcotraficante, amparado por Estados Unidos, que por un lado presume su capacidad de extraditar narcotraficantes pero, por otro lado, los promueve y los convierte en los amos del poder político para perseguir a campesinos pobres que demandan tierra, que reclaman otro modelo agrario para nuestra América.
En nombre de los trabajadores, de la CTA, hacerle llegar nuestro compromiso, no solo Fernando que ha viajado a Haití, no solo Pablo que ha ido a Naciones Unidas a acompañar el pedido de retiro de las tropas, sino de todos los trabajadores y con el compromiso de reafirmar la pelea para que gobierne quien gobierne Argentina la voz de los trabajadores y el campo popular siga gritando ¡fuera la Minustah de Haití!
ENCUENTRO POR EL RETIRO DE LAS TROPAS DE OCUPACIÓN DE HAITÍ, INCLUIDAS LAS DE ARGENTINA
SABADO 3 DE OCTUBRE – 13:30 HS.
INSTITUTO LOMAS DE ZAMORA- Av. MEEKS 654
(8 CUADRAS DE LA ESTACIÓN LOMAS DE ZAMORA)
CON LA ASISTENCIA DE HENRY BOISROLIN- COORDINADOR DEL COMITÉ DEMOCRATICO HAITIANO