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Enrique Bolaños, Hugo Chávez: Historia de dos presidentes

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

«Si los países del Caribe tienen que someterse a la lógica del mercado internacional, estaríamos asistiendo a una crisis de consecuencias profundas que nos llevaría a la inestabilidad política, a turbulencia social e ingobernabilidad total». Leonel Fernández, presidente de la República Dominicana. (1)

Recientemente tuvieron lugar dos reuniones en Centroamérica y el Caribe, de gran importancia práctica y simbólica para Latinoamérica y el resto del mundo. En Puerto Cruz, Venezuela, representantes gubernamentales de Venezuela y de los países del Caribe se reunieron para avanzar en la integración de la política energética regional. En Tegucigalpa, Honduras, los presidentes centroamericanos se reunieron, también, para discutir, en apariencia, una mayor integración regional.

Las dos reuniones representaron polos opuestos de reacciones regionales a la incipiente decadencia imperial de EE.UU. En Puerto Cruz, Venezuela y sus vecinos del Caribe consolidaron un modelo energético y comercial basado en la cooperación entre iguales, la solidaridad con los desaventajados y el uso sustentable de recursos. En Tegucigalpa, los presidentes centroamericanos continuaron reforzando el modelo oligárquico de dependencia neocolonial, la exclusión de la mayoría pobre y la abyecta capitulación ante el «libre comercio» sin futuro.

Las dos cumbres contrastaron claramente las opciones cada vez más limitadas que se presentan a Estados Unidos y a sus aliados regionales ante la profusa creatividad de las iniciativas de integración regional de Venezuela. A medida que la crisis energética acumulativa comienza a golpear duro, el gobierno de EE.UU. y sus aliados locales tienen dificultades para impedir que las vulnerables economías sometidas caigan en la recesión. Los chantajistas mafiosos del imperio del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional luchan por mantenerse a flote sin encontrar soluciones, parloteando fórmulas alquímicas neoliberales desacreditadas. En brillante contraste, Venezuela y sus vecinos actúan práctica y decididamente para defender los intereses de sus pueblos. Los detalles de los antecedentes son muy esclarecedores.

Preparan la intervención en Nicaragua

La vigésima sexta cumbre del Sistema de Integración Centroamericano se reunió en Tegucigalpa, supuestamente para considerar acciones hacia un sistema común de pasaportes y visas para sus países. Otro tema prioritario fue la política de seguridad para mitigar la crisis cultural de pandillas que se originó en California y que se ha extendido por toda Centroamérica. Pero la reunión se ocupó en gran parte de la crisis política en Nicaragua.

El presidente nicaragüense Enrique Bolaños aprovechó plenamente la cumbre para movilizar declaraciones públicas de apoyo de sus homólogos presidenciales. Dan Fisk, Secretario Adjunto de Estado para el Hemisferio de EE.UU. llegó hacia el fin de la cumbre para declarar que el régimen Bush «apoya firmemente al presidente constitucional de Nicaragua». El presidente Sacasa de El Salvador ya había declarado que cualquier trastorno constitucional en Nicaragua probablemente causaría una crisis en toda la región. (2)

La declaración final de la cumbre señaló: «los estados miembro del Sistema de Integración Centroamericano no reconocerán ningún gobierno que resulte de cambios del orden constitucional democrático». Esta declaración sigue a la estéril visita a Nicaragua del Secretario General de la Organización de Estados Americanos en un esfuerzo por limitar los daños. Esta semana, el ex Ministro de Exteriores argentino Daniel Caputo volvió a Managua para continuar vigilando la crisis política en Nicaragua por parte de la OEA.

Bolaños se sepulta aún más en la ilegitimidad.

El presidente Bolaños, un mascaron de proa asediado en estos días, carente de apoyo y de autoridad política dentro de Nicaragua, hace todo lo que puede por asegurar una intervención externa para rechazar intentos constitucionales de expulsarlo de su puesto. Durante las últimas semanas, Bolaños ha provocado una crisis institucional al negarse a aceptar la autoridad de la propia Corte Suprema de su país. Ordenó a la policía que se niegue a cooperar con órdenes judiciales no aprobadas por su presidencia.

Bolaños insiste en que la policía obedezca un dictamen de la Corte Centroamericana de Justicia desafiando un dictamen de la Corte Suprema de Nicaragua que declara que el cuerpo regional no posee autoridad para predominar sobre la Constitución de Nicaragua (3). En respuesta, tanto la Asamblea Nacional como la Corte Suprema han actuado contra el presidente Bolaños. En la Asamblea Nacional, dos comisiones separadas han sido establecidas para examinar la base para deponer al presidente.

Como en los casos de los presidentes Gutiérrez en Ecuador y Toledo en Perú, la principal base legal para la acción contra Bolaños son irregularidades en la campaña electoral del presidente en 2001. En relación con su conducta reciente, miembros de la Corte Suprema de Nicaragua ya han indicado que el presidente ha violado groseramente la constitución del país, violando claramente su juramente. (4)

En ello reside la perversidad de la declaración del enviado de EE.UU., Fisk. La invasión de Irak y el golpe en Haití eliminan toda pretensión de que Estados Unidos y sus aliados respetan la centenaria ley de las naciones y las convenciones de Ginebra. Ahora, de modo bastante manifiesto, implementan una «globalización» unilateral, a la carte, fabricada a medida que se procede. Así que cuando el mayordomo en Nicaragua de EE.UU., – Enrique Bolaños -, viola la constitución de su propio país, recibe automáticamente el apoyo de Estados Unidos: Pero presidentes democráticamente elegidos son depuestos, como Jean Baptiste Aristide, o amenazados y satanizados como en el caso de Hugo Chávez.

El caso de Nicaragua: un Álamo ridículo del FMI

Para hacerse una cierta idea de las razones por las que el gobierno Bolaños está totalmente aislado desde el punto de vista político en Nicaragua, basta con estudiar su lamentable historial de fracaso económico. Esclavizado totalmente por el FMI, se caracteriza por anomalías e incompetencia crónicas. El Banco Central, controlado por el gobierno, sostiene la fantasía de que la inflación asciende a menos de un 10%. Lo hace porque, para recibir más apoyo del FMI, la inflación en Nicaragua tiene que ser… menos de un 10%. Pero todo el mundo sabe en Nicaragua que los precios han aumentado en general a más del doble en el pasado año.

Hace seis meses, el ministro de finanzas de Bolaños, Luis Eduardo Montiel, renunció porque se negaba a trabajar con un presidente que manejaba hasta un 40% del presupuesto nacional sobre una base discrecional. (5) Cuando se preguntó recientemente al consejero presidencial Mario Arana, que supervisaba este ultraje político en particular, qué planes tenía el gobierno Bolaños para afrontar la preocupación del FMI por el empeoramiento de la crisis energética, el sentido de su zigzagueante respuesta fue: planes…, ningunos.

Pero el FMI hará lo imposible por apuntalar a la administración Bolaños. Los dobles raseros del FMI entre uno y otro país quedan en flagrante evidencia. El gobierno Bolaños de Nicaragua puede tambalearse de un fracaso político a otro sin que tenga que confrontar preguntas – remendando privatizaciones fracasadas, desperdicios presupuestarios grotescos, falsas campañas contra la corrupción. Mientras Bolaños repita de memoria como un papagayo las consignas del FMI, puede hacer lo que quiera. Compárese la situación con la del gobierno de Tabaré Vásquez en Uruguay, chantajeado para que adopte decisiones políticas contrarias a su programa de campaña electoral, mediante amenazas de retiro del apoyo del FMI. (6)

Petrocaribe: derrota de los mafiosos del imperio

En Nicaragua, un antiguo títere de EE.UU. como Enrique Bolaños menosprecia la propia Constitución de su país y se arrastra ante extranjeros para pedir apoyo contra su propio pueblo. Mientras tanto Venezuela y sus vecinos reivindican un futuro soberano para todos los pueblos de Latinoamérica. La reciente cumbre de Petrocaribe en el puerto venezolano de Puerto Cruz anuncia una nueva era de integración muy diferente de la virtual integración esclava de estados prevista por la reunión de los presidentes favorables al Acuerdo de Libre Comercio Centroamericano en Tegucigalpa.

La iniciativa Petrocaribe, cuidadosamente desarrollada por consenso durante los últimos dos años, ofrece un marco estable para los países participantes del Caribe (7) para confrontar la crisis energética en desarrollo sobre una base de cooperación y solidaridad. Entre sus provisiones, el acuerdo establecerá un fondo de desarrollo social y económico para financiar nuevas infraestructuras, ayudar a financiar los costes de transporte, y ofrecer sistemas financieros a largo plazo a bajas tasas de interés. Según el acuerdo, los países podrán pagar por productos del petróleo con bienes y servicios, permitiendo que ahorren preciosas divisas extranjeras.

Un Consejo de Ministros anual de los países participantes supervisará la operación del acuerdo apoyado por un Secretariado Ejecutivo establecido en Caracas. El Secretariado coordinará la ejecución del acuerdo, concentrándose en la producción, la refinación, el transporte y el suministro. Venezuela ofreció proveer 50 millones de dólares para financiar los costos iniciales y también abrirá una subsidiaria de su compañía petrolera estatal PDVSA llamada PDV-Caribe para administrar las operaciones de Venezuela bajo el acuerdo.

Para Venezuela el acuerdo es un paso adelante lógico en sus esfuerzos por promover la integración regional sobre la base de la cooperación mutua para el desarrollo. El ministro de energía Rafael Ramírez señaló que Petrocaribe marca un cambio en la política de Venezuela a favor de los vecinos regionales basada en una agenda integrada de desarrollo. Es vista como una substitución del menos favorable Pacto de San José de 1980. Nada puede estar más lejos de la letra y del espíritu de los acuerdos de «libre comercio» al estilo de EE.UU. orientados enteramente hacia los beneficios corporativos.

Adiós a «no hay otra alternativa»

Estos recientes acontecimientos indican hasta qué punto la falsa atracción de la ideología del «libre comercio» pregonada por EE.UU. ha caído bajo el peso mismo de su fracaso. El gobierno de EE.UU. puede seguir manipulando a oligarquías locales serviles a fin de que traicionen a sus propios países para permitir que las corporaciones multinacionales realicen beneficios gigantescos. Pero países independientes fuertes como Venezuela pueden sustentar su soberanía y promover iniciativas regionales autónomas.

Por ello EE.UU. aceptará cualquier nivel de desestabilización que haga que un país soberano sea susceptible a la manipulación. Las técnicas usuales pasan por la «deuda» fuertemente condicionada a la «ayuda» al comercio por la coerción y el chantaje, o llegan, en última instancia, a amenazas militares directas. El caos y el conflicto en Colombia, la agonía en Haití, o la miseria en Nicaragua y el resto de Centroamérica, importan poco al gobierno de EE.UU. Como en Irak, mientras el régimen de Washington y sus aliados se salgan con la suya, todo sufrimiento humano imaginable carece de interés.

La visión humana, alternativa, de Venezuela, Cuba y países menos categóricos pero bien dispuestos ha encontrado una base. Firme y sólidamente, están desarrollando modelos de cooperación sobre la base de acuerdos soberanos autónomos para su beneficio mutuo como países iguales pero diferentes. Cuando Trinidad y Tobago declinó la firma de la iniciativa Petrocaribe porque sentía aprensión respecto a las implicaciones del acuerdo para sus propias exportaciones de petróleo, Fidel Castro señaló que «no hay dos países que sean idénticos en todo este hemisferio, como es evidente por lo que ha dicho el Primer Ministro de Trinidad y Tobago» agregando: «Esta divergencia puede ser superada».

Ésta es la pesadilla que sufren Estados Unidos y sus aliados. Naciones empobrecidas menos desarrolladas están elaborando sus propias maneras de hacer las cosas sin que les importe mucho lo que los países ricos hagan o digan. Por ese crimen, Cuba ha sufrido más de cuarenta años de bloqueo económico ilegal. Por ese crimen. Nicaragua fue devastada por una guerra terrorista de EE.UU. que duró un decenio.

Ahora, desde Bolivia a Venezuela, pasando por Ecuador, el régimen en Washington apenas logra apuntalar a sus secuaces oligárquicos en Latinoamérica. Cada elección nacional vive una actividad abierta y clandestina del gobierno de EE.UU. para embaucar al electorado, amañar las elecciones y los procedimientos de recuento de votos y asegurar la victoria del candidato de Washington. Pero Venezuela y Cuba pueden ofrecer, y lo hacen activamente, alternativas exitosas, impulsando la autonomía y la autodeterminación. De ahí la actual escalada en la agresión mediática y diplomática contra Venezuela desde Estados Unidos y por parte de sus aliados y los intentos de asesinato contra su presidente Hugo Chávez, alentados activamente por la retórica inflamatoria del Departamento de Estado contra Chávez.

La letra pequeña – recuperando la influencia de EE.UU.

Aparte del desarrollo de relaciones económicas más estrechas en América del Sur y en el Caribe, Venezuela desarrolla alianzas estratégicas globales con otras naciones poderosas como China, Rusia e Irán, opuestas a la dominación global de EE.UU. Para socavar la base para los pasos gigantescos que dan Venezuela y países afines, el gobierno de EE.UU. explota la letra pequeña, y no tan pequeña, de varios acuerdos con otros países latinoamericanos. Al hacerlo, Estados Unidos mantiene vigiladas áreas de influencia en las que los países latinoamericanos tendrán dificultades para recuperarse.

Las oligarquías locales se asocian invariablemente con Estados Unidos y sus encargados. En Paraguay, el gobierno ha colaborado totalmente con el FMI mientras el país sufre el galimatías usual de privatización y desregulación. Como en todas partes donde se imponen estos programas, se ignora la amplia protesta popular.

A fines de mayo, virtualmente en secreto, el senado paraguayo concedió inmunidad legal al personal militar de EE.UU., renunciando efectivamente a la jurisdicción en su propio territorio. Ahora, hasta 500 militares de EE.UU. llegan a Paraguay donde ya tienen una pista de aterrizaje capaz de recibir aviones gigantes de transporte y cazas de combate cerca de la frontera con Bolivia (9). EE.UU. ha afirmado desde hace tiempo que el área de la Triple Frontera de Paraguay [con Argentina y Brasil] es una base importante para el «terror» internacional (10). Por casualidad, la zona se encuentra cerca de Bolivia.

En Uruguay, mandones del FMI han estado estrangulando al gobierno izquierdista que tomó el poder recientemente. Pero sus opciones son aún más limitadas por un desventajoso tratado bilateral de inversiones que sus predecesores firmaron con EE.UU. antes de abandonar sus puestos. Estos tratados de inversiones, aparentemente inocuos, son otro medio más utilizado por EE.UU. para socavar la soberanía nacional. (11) La letra pequeña de tales acuerdos, generalmente modelada según el Tratado de Inversión Multilateral de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, estipula invariablemente que todo conflicto será solucionado por entidades supranacionales como el CIADI: Centro Internacional de Arbitraje de Disputas en Inversiones, dependiente del Banco Mundial.

Finalmente los gobiernos tienen que justificar cambios de política interior ante los inversionistas extranjeros y ante tribunales extranjeros. Pueden recibir considerables multas respaldadas por la fuerza económica de los gobiernos de los países ricos. Estos tratados llegan lejos en la imposición, por la puerta trasera, de lo que EE.UU. no ha logrado con sus Acuerdos de «Libre Comercio».

EE.UU. bajo George W. Bush – perdedores

A pesar de todo, Petrocaribe y la creciente debacle del presidente Bolaños en Nicaragua significan que el gobierno de Estados Unidos está fracasando como potencia continental, no sólo global. Todo recurso a una intervención militar directa en el hemisferio sería probablemente un parche pasajero destinado a fracasar finalmente. Los ejemplos de Gutiérrez en Ecuador, Mesa en Bolivia y Bolaños en Nicaragua indican que el control de intermediarios regionales sólo sirve para encubrir la progresiva decadencia subyacente de la influencia de EE.UU.

El gobierno de Estados Unidos ya no logra controlar los eventos en Latinoamérica. Reacciona ante ellos mientras trata desesperadamente de proteger a sus mediocres aliados oligárquicos locales. Por el momento, un retorno a los anteriores decenios de terror y represión en el ámbito hemisférico en Latinoamérica parece poco plausible. Pero con la organización de alternativas a la ideología de «libre comercio» como Petrocaribe, comienzan a agotarse las opciones para EE.UU. para retener su antigua indiscutible dominación imperial.

Por eso, el régimen Bush crea un clima propagandístico para alentar a terroristas que quieren asesinar al presidente venezolano Hugo Chávez. Por eso apoyan al narcopresidente colombiano Álvaro Uribe, eterno socio de los asesinos masivos y narcotraficantes paramilitares. Por eso extienden su red de bases militares al corazón de América del Sur.

toni solo es un activista basado en Centroamérica- Contactos a través de www.tonisolo.net

NOTAS

1. «PETROCARIBE evitará una mayor crisis», Prensa Latina 29 de junio de 2005

2. * Rechazan cualquier gobierno surgido de la alteración del orden constitucional»,

Esteban Solís, Nuevo Diario, 1 de julio de 2005

3. «El Estado soy yo», Consuelo Sandoval e Ismael López, Nuevo Diario, 28 de junio de 2005

4. Ibíd.

5. «Un Ministro de Hacienda debe tener respaldo absoluto» La Prensa, 21/12/2004

6. «Revela el dirigente socialista Roberto Conde que Uruguay fue chantajeado por el FMI», www.argenpress.info, 30 de junio de 2005

7. Participantes en Petrocaribe: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Cuba, Dominica, Grenada, Guayana, Jamaica, Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, Saint Vincent and the Grenadines, Surinam, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Venezuela

Participantes en el Pacto de San José:- Barbados, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Venezuela

8. «Paraguay concedió inmunidad a las tropas de Estados Unidos» Hugo Olázar, Clarín, www.rebelion.org 15 de junio de 2005

9. ¿Instalarán una base militar norteamericana en Paraguay? www.argenpress.info 1 de julio de 2005

10. «Terrorist’ claims in the Triple Frontier» Gibby Zobel www.aljazeera.net February 28th 2004

11. «Los tratados bilaterales de promoción y protección de las inversiones extranjeras en el Continente Americano como alternativa al ALCA» Nana Bevillaqua www.argenpress.info 28 de junio de 2005)