Este mes rememoramos la conquista de la independencia política de nuestro país de la Corona española, aquel 14 y 15 de mayo de 1811. A 203 años, Paraguay se debate entre un proyecto de dependencia, dominación extranjera y atraso, o un proyecto de desarrollo independiente y soberano. Independencia, recolonización y dominación extranjera La historia de […]
Este mes rememoramos la conquista de la independencia política de nuestro país de la Corona española, aquel 14 y 15 de mayo de 1811. A 203 años, Paraguay se debate entre un proyecto de dependencia, dominación extranjera y atraso, o un proyecto de desarrollo independiente y soberano.
Independencia, recolonización y dominación extranjera
La historia de Paraguay es la historia de un pueblo pequeño en número pero grande en dignidad, como escribía el paraguayo Oscar Creydt en su famosa obra Formación Histórica de la Nación Paraguaya. Tras la conquista la independencia política y los gobiernos patrióticos del Dr. Francia y los López, con la Guerra de la Triple Alianza entre 1865-1870 se frena el desarrollo de este proyecto autónomo, y se inicia el periodo de recolonización en el país (Creydt, 2007).
Los capitales argentinos -aliados a los capitales ingleses- y los capitales brasileros -aliados a los capitales norteamericanos- se expanden sobre Paraguay, controlando grandes extensiones de tierra y otros recursos naturales. En este marco nacen, como alianza de los terratenientes paraguayos con los capitales extranjeros, los dos principales partidos latifundistas del país, la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) y el Partido Liberal (actual Partido Liberal Radical Auténtico), los primeros, aliados a los capitales brasileros y los segundos, a los argentinos.
Con las leyes de venta de las tierras de 1883 y 1885, promulgadas por el gobierno colorado y pro Brasil-Estados Unidos de Bernardino Caballero, se reconfigura la estructura latifundista semi feudal. Sobre esta base se expanden los capitales extranjeros, a través de las grandes empresas extranjeras como Carlos Casado S.A., La Industrial Paraguaya, Mate Larangeira, etc.-, que fueron anexando económicamente territorios, transfiriendo las ganancias a sus países de origen. Esta estructura se mantiene hasta hoy.
La anexión económica y la integración imperialista
Con la primacía del proyecto de desarrollo asociado dependiente, Paraguay transforma sus relaciones de producción en función a las necesidades del imperialismo norteamericano [1] y subimperialismo brasilero [2], y pasa de un estructura principalmente agraria basada en la ganadería extensiva, a una estructura agroganadera orientada a la exportación -con el ingreso masivo del monocultivo extensivo, principalmente de la soja-, financiera -con la importación masiva de capitales extranjeros y el crecimiento de la banca- y extractivista -de energía hidroeléctrica, principalmente.
Este esquema «soja-ganado-energía-créditos-bancos» se consolida desde la década de 1970, y se profundiza en la actualidad. A inicios del siglo XXI, la expansión imperialista y subimperialista se profundiza, y la dependencia paraguaya va adquiriendo nuevas formas, ya no siendo solamente el control de enclave de recursos naturales y la expansión de capitales y manufacturas lo que la caracteriza, sino también la integración imperialista y subimperialista de sectores de la producción y la anexión económica.
En la integración imperialista y subimperialista de sectores de la producción los capitales extranjeros controlan sectores estratégicos de la producción, desnacionalizándolos. En Paraguay, los principales casos los vemos en las principales ramas de la producción: la producción agrícola, la industria de la carne, el sector financiero, la comercialización de combustibles, el transporte, las manufacturas.
Agronegocio
La producción agrícola y agroindustrial es el principal sector de la producción en el país, y se encuentra controlado por capitales norteamericanos y brasileros. De toda la cadena de la producción, los capitales norteamericanos controlan la mayor parte de del proceso de producción y reproducción agrícola en el país -principalmente sojera- con las actividades de provisión de insumos, acopio, industrialización y exportación. Solamente las dos principales acopiadoras y exportadores de soja y productos de soja en el país, CARGILL y ADM -de capitales norteamericanos- representaron en el 2012 el 49,9% del total de valores de las exportaciones de las 10 principales exportadoras del país, y en el 2010 representaron el 31,5% del valor total del total de las exportaciones. Sumando las principales empresas transnacionales norteamericanas en la materia en el país -CARGILL AGROPECUARIA SACI, ADM PARAGUAY S.A., BUNGE PARAGUAY SA, NOBLE PARAGUAY S.A.- el control de las exportaciones asciende a 65,47% sobre las 10 principales (Aduanas, 2013). Lejos de ellas se encuentra Agro Silo Catalina, del Grupo Favero de capitales brasiguayos, con el 4,6% del total de valores de las exportaciones de las 10 principales exportadoras en el 2012.
El cultivo y la producción de soja está principalmente controlada por capitales brasileros y brasiguayos, así como por capitales paraguayos, desarrollado a través de empresas y cooperativas (Rojas, 2009). Pocos datos públicos existen que demuestren el nivel de control del capital brasilero sobre la producción de soja, pero algunos de ellos nos permiten un acercamiento, que estaría entre el 65% y el 90% (Caccia Bava, 2009, ABC, 2011, UH, 2012).
Industria de la carne
La industria de la carne representa la única industria que realiza todo el ciclo de producción industrial en el país, y es uno de los sectores que contó con una primacía de capitales nacionales hasta hace pocos años, cuando se fortaleció la expansión de monopolios brasileros sobre la misma, en el marco de la apertura del mercado europeo a la carne paraguaya en el 2008.
La principal empresa de capitales brasileros es el Frigorífico Concepción S.A., que ubica entre los principales exportadores generales del país, y es el principal exportador de carne, habiendo exportado en el 2012 por un valor total de 248.952.735,32 dólares FOB. La segunda empresa de producción de carne más grande del país es Quality Meat S.A, anteriormente la Industria Frigorífica Paraguaya S.A. (IFPSA), adquirida por el monopolio brasilero Bertin S.A. en el año 2007.
Uno de los últimos casos de adquisición de industrias paraguayas por monopolios brasileros fue el caso del ex frigorífico de Maris Llorens, Frigomerc, adquirido a finales del 2012 por Minerva Foods -el mayor monopolio de alimentos brasilero.
A excepción del Frigorífico Concepción, cuyo propietario está radicado en el país, los demás frigoríficos son controlados, en su mayoría, desde São Paulo (Brasil), donde se encuentran las matrices de los monopolios brasileros.
En noviembre del 2012, la Cámara Paraguaya de Carne sostenía que 90% de los frigoríficos eran controlados por capitales extranjeros, de los cuales 60% eran capitales brasileros (ABC, 2012). Con la venta de Frigomerc a finales del 2012, el porcentaje habrá aumentado, y en ese sentido, una publicación de noviembre del 2012 colocaba el nivel de control del capital brasilero sobre la producción de carne en un 67% (UH, 2012).
Anexión económica: maquilas
El otro formato de la nueva fase de la dependencia en el país es la anexión económica a través del régimen de maquila, que instala plantas en el territorio nacional para terminar o ensamblar partes recibidas desde plantas extranjeras y que los devuelven a éstas para el proceso final, extrayendo la fuerza de trabajo del país dependiente (Marini, 1977).
El régimen de maquila se instaló en el país a partir de la Ley № 1064/97, abriéndose hasta el 2012 un total de 51 empresas bajo este régimen (Secretaria Ejecutiva CNIME, 2013). Los principales rubros de producción y exportación son los cueros, calzados, plásticos, textiles y sus manufacturas, además de los servicios intangibles -call center. A diciembre del año 2012 se había exportado por valor de 140.914.577 dólares, de los cuales 72,5% fueron a Brasil y a Argentina, y el 27,5% restante fue países como Tailandia, China, Estados Unidos, Francia, Indonesia, Italia, India y México.
De las 51 empresas maquiladoras, 18 son de capital brasilero y 3 de capital paraguayo-brasilero, y un total de 23 maquilas poseen sus casas matrices en Brasil. 15 de las 21 maquiladoras de capital brasilero y paraguayo-brasilero se encuentran ubicadas en zonas de frontera, ubicación estratégica del proceso de anexión económica, ya que la producción recibe insumos y provisiones de los monopolios brasileros y, en gran medida es exportada de nuevo al Brasil.
La explicación del presidente de Fujikura-Paraguay de esta perspectiva es muy clara: «El mercado está aquí, el suyo -refiriéndose al brasilero-, y en cuanto a los costos, actualmente Brasil tiene una línea de ascenso tremenda. El gran activo de Paraguay a nivel industrial -entiéndase, maquila- es que está a la puerta de Brasil. Yo produzco en Brasil geográficamente, pero jurídicamente y con costos de Paraguay» (ABC Color, 2013).
Proyecto de dependencia y atraso vs. Proyecto de desarrollo independiente
Los datos anteriormente expuestos dan un rápido pantallazo a la situación actual de profundización de la dependencia. Pero vale analizar que la dependencia y la dominación extranjera no son acciones ejercidas por los capitales y monopolios internacionales «desde afuera», sino que cuentan con actores locales nacionales aliados de manera dependiente al proyecto imperialista de expansión.
Frente a un proyecto de dominación basado en el latifundio, el control de la producción y el capital financiero, los principales beneficiados de este proyecto son la burguesía terrateniente -sojera y ganadera, principalmente-, la burguesía financiera -vinculada a los grandes bancos, financieras y la especulación financiera- y la burguesía industrial -hoy principal impulsora del régimen de maquila. Éstos plantean tanto en sus expresiones político-partidarias como a través del gobierno a su servicio y sus medios de comunicación, que su proyecto de atraso y dependencia -desnacionalización de los sectores productivos y la anexión económica- es el único posible desarrollo para el país.
El gobierno Cartes: «Usen y abusen»
El gobierno encabezado por Horacio Cartes, producto del golpe de Estado del 2012, impulsa la profundización del proyecto de desarrollo dependiente.
Hoy en día, cuatro son los principales puntos de la agenda de Cartes con Brasil y Estados Unido, en este marco: 1. Fomentar el ingreso de capitales y monopolios, principalmente a través de las finanzas, el régimen de maquila y la integración imperialista de sectores de la producción; 2. Profundizar el control imperialista a través del capital financiero a partir del endeudamiento del Estado paraguayo con los créditos internacionales -BID, Banco Europeo, CAF, entre otros- y los llamados bonos soberanos; 3. El mantenimiento de la actual situación del control brasilero sobre Itaipú; y 4. Legalizar las tierras ocupadas por brasileros y brasiguayos en el país, con la posibilidad de realizar un catastro de tierras financiado por el gobierno brasilero.
Los desafíos del proyecto de desarrollo independiente
Pese al planteo del gobierno y facciones de la burguesía asociadas al proyecto dependiente, la profundización de la miseria, la pobreza y la explotación que se expresa cada día con más fuerza -y serán motivo de un siguiente artículo-, demuestra las limitaciones de este proyecto vigente, y la imposibilidad de avanzar en un desarrollo nacional sin la superación de las bases que lo sostienen: el latifundio, la dominación extranjera que se erige sobre él y el Estado al servicio del mismo.
El desafío se encuentra en unificar las fuerzas de los diversos sectores patrióticos -campesinos, indígenas, trabajadoras/es, barriales, estudiantiles, empresariales- por un proyecto de desarrollo nacional que apunte a superar las trabas del desarrollo expresadas, entre otros, en la concentración de tierras, el tratado antinacional de Itaipú, los créditos y bonos antinacionales y, principalmente, en el gobierno antinacional encabezado por Horacio Cartes. La unidad y la movilización de todos los sectores permitirá superar estas trabas y avanzar hacia un proyecto de desarrollo nacional libre, independiente y soberano.
Notas:
[1] El imperialismo es la fase superior del desarrollo capitalista. Consiste en la llegada de las economías centrales a la fase de los monopolios y el capital financiero, donde la expansión de los mismos a otros países se vuelve una necesidad para la subsistencia de la economía evitando la caída de su tasa de ganancia. Esto implica que el imperialismo no es una «política exterior» de un país que pueda ser cambiada por un gobierno, ya que es una fase objetiva del desarrollo capitalista. Hablamos de imperialismo norteamericano dado que la expansión de los capitales y monopolios de Estados Unidos de Norteamérica son los más desarrollados en la actualidad y que se expanden con mayor necesidad y agresividad sobre los demás países.
[2] El subimperialismo es la llegada de economías dependientes a la fase de los monopolios y el capital financiero, teniendo la misma necesidad de expansión a otros países para evitar la caída de su tasa de ganancia. Son subimperialistas dado que, como economías dependientes, siguen estando subordinadas a las economías centrales, pero ya en una fase superior. Hablamos de subimperialismo brasilero dado que en América Latina, Brasil es la única economía dependiente que ha llegado a la fase subimperialista, y su expansión sobre Paraguay configura y determina la dependencia de nuestro país, junto con el imperialismo norteamericano.
Cecilia Vuyk es militantes del Movimiento 15 de junio, Paraguay.
* Artículo publicado en la Revista Acción Nº 334, Mayo 2014, Centro de Estudios Paraguayos «Antonio Guasch», p. 18-22.
Bibliografía citada:
ABC Color 2011 (Asunción) 23 de marzo; ABC Color 2012 (Asunción) 27 de noviembre; ABC Color 2013 (Asunción) 09 de abril; Aduanas 2013 Ranking de Mayores Exportadores 2012; Caccia Bava, S. 2009 «Gigante pela própria naturaleza» en Le Monde Diplomatique Brasil (Sao Paulo); Creydt, O. 2007 Formación Histórica de la Nación Paraguaya. Pensamiento y vida del autor, tercera edición revisada y ampliada (Asunción: Servilibro); Marini, R.M. 1977 «La acumulación capitalista y el subimperialismo» (México DF: Era); Secretaria Ejecutiva CNIME 2013 Datos maquila (Asunción: CNIME); Última Hora 2012 (Asunción) 29 de noviembre.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.