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¿Es aún temprano para que amanezca?

Fuentes: Rebelión

¿En qué erró EEUU respecto a su política con Rusia? En el intento de obtener el control absoluto sobre este país, que le permitiera dictar la última palabra. Les falló en esta ocasión lo que habían logrado con casi todo el mundo, no comprendieron que Rusia es una nación compuesta de pueblos dispuestos a realizar […]

¿En qué erró EEUU respecto a su política con Rusia? En el intento de obtener el control absoluto sobre este país, que le permitiera dictar la última palabra. Les falló en esta ocasión lo que habían logrado con casi todo el mundo, no comprendieron que Rusia es una nación compuesta de pueblos dispuestos a realizar el máximo sacrificio en la defensa de su patria. «La tenemos en la sangre, esa actitud hacia los familiares, hacia nuestro país, este sentimiento interno de autosacrificio», explicó el presidente Putin este rasgo peculiar muy difícil de encontrar en el resto del planeta.

Persuadidos de ser los únicos a los que la Divinidad ampara y que ni siquiera el papa es tan protegido de Dios como ellos, los gobernantes estadounidenses han hecho «guerras humanitarias» en su nombre; han intervenido donde quieren y cuando quieren, y se sienten orgullosos de hacerlo porque proclaman llevar la luz, la libertad y la democracia en cada intervención; han invadido o amenazan invadir a l os que niegue dicha potestad, que se reduce a señorear sobre el mundo. Previamente, ablandan al que van a redimir para ver si se entrega por las buenas . Las sanciones, los bloqueos y las amenazas son arti mañas que casi nunca les falla n , por eso l a s llevan en la punta de la lengua como un exorcismo que amilana al gobernante más bizarro. Las bases militares también les ayudan, las instalan aún contra la voluntad del Estado donde se encuentran, les cuestan un ojo de la cara pero no importa, dinero es lo que más imprimen.

Por si fuera poco, inventan doctrinas militares jaladas de los cabellos, que rompen el derecho internacional. Así, la nueva doctrina nuclear de EEUU, que según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia está orientada contra su país, prevé la posibilidad de dar el primer golpe si creen amenazados sus intereses nacionales y estipula modernizar su arsenal nuclear y sus misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos, para lanzar un ataque nuclear contra el que consideren «agresor». El gobierno de Moscú criticó duramente el contenido de esta doctrina y se decepcionó profundamente por el impresionante grado de hostilidad del documento. Previamente, EEUU había roto de manera unilateral el Tratado sobre Misiles Antibalísticos, cercando a Rusia con un paraguas antibalístico que rompía el equilibrio atómico logrado durante la Guerra Fría; de esta manera, EEUU adquiría impunidad luego de un hipotético ataque nuclear a territorio ruso. De nada valió la advertencia que les hiciera Putin de que Rusia, para contrarrestar la agresividad en su contra, iba a desarrollar equipos militares innovadores sin análogos en el mundo.

Ahora, el asombro es supremo: el misil intercontinental Sarmat puede eliminar blancos que se hallen a cualquier distancia y, debido a sus características, superar todo sistema antimisiles de defensa. Durante su trayectoria, este cohete entra primero en órbita para luego reingresar a la atmósfera terrestre y precipitarse sobre su objetivo, zigzagueando a diez veces la velocidad del sonido. El Sarmat puede instalar tres bloques planeadores del sistema Avangard (vanguardia), que pueden volar a cualquier distancia intercontinental a través de las espesas capas de la atmósfera a la velocidad hipersónica de 20 Mach, soportando temperaturas entre 1.600 y 2.000° C. «Cuando maniobra, cada bloque es capaz de esquivar las zonas de detección de todos los sistemas de defensa antimisiles contemporáneos», informó el Ministerio de Defensa de Rusia; el Kinzhal (daga) es un misil que parte desde un cazabombardero y zigzaguea a velocidades mayores a los 10.000 kilómetros por hora, por lo que también es imposible de ser interceptado; el micro reactor nuclear que se instala en misiles cruceros hiperveloces, de autonomía de funcionamiento prácticamente ilimitada, o también en submarinos sin tripulantes que navegan a velocidades hasta de cien kilómetros por hora, a mil metros de profundidad, a diez mil kilómetros de distancia, y cuyas trayectorias son imprevisibles; y otros armamentos secretos cuyas características Putin no divulgó, por ahora.

Estas armas han agujereado el «paraguas antimisiles» que el Pentágono desplegó a través del mundo en este último medio siglo. No se trata de hacer apología de las novísimas armas rusas sino de que Washington pise tierra y no inicie una nueva carrera armamentística, que va en detrimento de su propio pueblo. Además, Moscú ha repetido en numerosas ocasiones que sus armas y doctrina militar tienen un carácter defensivo y no están dirigidas contra ningún país.

Ahora que Rusia los aventaja en armamento de tecnología avanzada, Putin expresó la esperanza de negociar algún acuerdo que disminuya la tensión actual, pero qué va, el bolsillo les importa más y aparentan no entender que dichas armas son la inevitable reacción rusa a sus actos agresivos y responden que Estados Unidos está en capacidad de enfrentar cualquier ataque proveniente de Rusia, con lo que nadie les ha amenazado. «Por cierto, (en Rusia) no saben dónde están nuestros submarinos, capaces de aniquilar su país si vamos por este camino», manifestó John Hyten, jefe del Comando Estratégico de EEUU. Valé la pregunta: ¿ Cómo lo sabe si lo contrario es lo más probable de ser cierto y si no valora lo que los rusos conocen? A buena hora, cuatro senadores de EEUU se han dirigido al Secretario de Estado, Rex Tillerson, y lo instan a dialogar con Moscú sobre estabilidad estratégica. Ojalá, este llamamiento no caiga en saco roto, para que cesen de habl ar desde pos turas de fuerza y ambas potencias se pongan de acuerdo en preservar la paz.

Deben partir de que este 18 de marzo el triunfo electoral de Putin es inevitable porque ha hecho bien las cosas para su país y el mundo, algo que entienden no sólo los rusos; que en los próximos seis años, Rusia, bajo su dirección, va ha emplear esta tecnología avanzada en el desarrollo de sus fuerzas productivas, en el fortalecimiento de sus conquistas sociales, en el progreso de su sistema educativo, de su salubridad y su vivienda; por lo tanto, que tendrán que tratar con una potencia que, junto con la China, han roto la unipolaridad con que pretendían imperar . La prepotencia, con la que forjan s u exclusiv idad , debe n arroja rla fuera de borda si no quieren estrellarse contra el suelo . Es hora de que EEUU saque provecho de esta dura lección, pues el mundo entero necesita de su cordura.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.