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Es hora de que la ASEAN reconozca al gobierno en la sombra de Myanmar

Fuentes: Asia Times
Traducido para Rebelión por Cristina Alonso

Es necesario un cambio de rumbo, ya que el régimen de la junta militar desprecia el «consenso de cinco puntos» del bloque regional para restaurar la paz y la estabilidad en el país.

En una cumbre especial celebrada en abril de 2021, el líder de la junta militar de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, y los nueve líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) acordaron un conjunto de cinco iniciativas para que Myanmar volviera a la paz y la estabilidad en medio de los disturbios que siguieron al golpe de estado iniciado en febrero de ese año.

Durante la cumbre de la ASEAN celebrada en Phnom Penh en noviembre de 2022, los líderes reafirmaron ese «consenso de cinco puntos» y afirmaron la necesidad de establecer indicadores concretos, prácticos y medibles en un plazo de tiempo específico.

Antes de la cumbre de Phnom Penh, se predijo que el consenso de cinco puntos podría ser revisado, o que Myanmar podría ser expulsado de la ASEAN. La junta de Myanmar rechazó la decisión del liderazgo de la ASEAN sobre la aplicación del consenso, pero el Gobierno de Unidad Nacional en la sombra, conocido como NUG por sus siglas en inglés, lo acogió con satisfacción.

Los cinco puntos incluyen el fin inmediato de la violencia en Myanmar, el diálogo entre todas las partes para buscar una solución pacífica, el nombramiento y la visita de una persona enviada especial a Myanmar y la ayuda humanitaria de la ASEAN. Pero el consenso de cinco puntos acordado por la ASEAN no ha frenado la violencia de la junta militar birmana y no existen avances significativos en su implementación.

En el pasado, la junta birmana ya había perpetrado, de forma regular, ataques aéreos contra civiles en el centro del país y en las zonas habitadas por minorías étnicas, donde suelen estallar luchas armadas contra el régimen militar. El 23 de octubre de 2022, los militares lanzaron un ataque aéreo contra un concierto de música en Kachin, el cual mató al menos a 60 personas. hiriendo a un centenar.

Los helicópteros militares también atacaron, el 15 de noviembre, una escuela en la aldea de Let Yet Kone, en el centro-norte de Myanmar. Al menos 11 menores murieron en el ataque aéreo y unos 15 siguen desaparecidos, según un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Así se encuentra la situación en Myanmar a pesar de la adopción del consenso de cinco puntos de la ASEAN. El NUG alega que la junta ha matado a más de 3.000 personas en los últimos 11 meses, mientras que la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos ha contabilizado 2.338 muertes civiles desde el golpe de estado.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las Personas Refugiadas calcula que hay 986.500 personas desplazadas internas a causa del golpe. Los datos del Instituto de Estrategia y Política de Myanmar indican que la junta militar y los conflictos armados han dañado más de 36.000 viviendas y edificios.

Los ataques aéreos de la junta en zonas habitadas por minorías étnicas, la matanza de personas civiles desarmadas, y el rechazo al diálogo con las fuerzas de la oposición, hacen suponer que el régimen golpista solo se comprometerá militarmente y no a través del diálogo político. La negativa de la junta a permitir que la persona enviada especial de la ASEAN se reúna con el liderazgo de la oposición alimenta esta suposición.

La continua agitación política, los desplazamientos masivos y el colapso económico están llevando a Myanmar hacia una crisis humanitaria. Más de 1,1 millones de personas han sido desplazadas desde el golpe militar y 15,2 millones enfrentan inseguridad alimentaria.

El consenso de cinco puntos de los líderes de la ASEAN incluía la prestación de asistencia humanitaria sin discriminación. Aunque la agitación política y el conflicto armado en Myanmar pueden ser obstáculos para prestarla, la ASEAN tiene gran potencial para responder a la crisis de personas refugiadas, ya que las personas desplazadas de Myanmar se refugian ahora en sus Estados miembros. Miles de personas refugiadas están en Tailandia, aunque carecen del apoyo de la ASEAN.

La implicación de todas las partes interesadas para resolver la crisis política de Myanmar, factor importante del compromiso de la ASEAN, necesita una aplicación concreta y firme.

En abril de 2021, cuando se estableció el consenso de la ASEAN, resultó práctico reconocer a la junta militar como parte principal interesada en resolver la agitación política, ya que los militares controlaban las principales regiones de Myanmar. Pero este ya no es el caso. En estos momentos solamente el 17% del país está bajo el control total de la junta militar. El NUG y otras partes opositoras controlan más del 52% del territorio.

En el año y medio transcurrido desde que se estableció el consenso, los opositores democráticos han creado el NUG y las Fuerzas de Defensa Popular, lanzando una «guerra defensiva del pueblo» contra la junta militar.

Los territorios bajo su control están gobernados conjuntamente por el NUG y las organizaciones armadas aliadas de las minorías étnicas, siendo coordinados por medio del Consejo Consultivo de Unidad Nacional.

El NUG y sus aliados proporcionan asistencia sanitaria, educativa y humanitaria, operando como gobiernos funcionales en sus territorios.

La ASEAN debería excluir a la junta militar del diálogo político hasta que ponga fin a sus actos de violencia y a sus brutales medidas represivas. También debería imponer a la junta sanciones severas y específicas. Las sanciones de la ASEAN pueden tener más impacto que las sanciones occidentales, ya que los países del sudeste asiático son las mayores fuentes de inversión extranjera en Myanmar.

Reconocer al NUG como principal parte interesada y apartar a la junta militar del diálogo político, en vez de expulsarla por completo, es una forma más práctica de resolver la crisis en Myanmar.

Htet Myat Aung fue embajador para la paz en Myanmar del Instituto para la Economía y la Paz.

Este artículo, publicado de nuevo con permiso, fue publicado por primera vez por el Foro del Este de Asia, que tiene su sede en la Escuela Crawford de Políticas Públicas del Departamento de Asia y el Pacífico de la Universidad Nacional Australiana.

Fuente original en inglés: https://asiatimes.com/2022/11/time-for-asean-to-recognize-myanmars-shadow-government/