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Escuadrones de la muerte podrían seguir operando en El Salvador

Fuentes: Prensa Latina

Autoridades salvadoreñas insistieron hoy en que la denuncia de la Procuradora de los Derechos Humanos, Beatrice de Carrillo, sobre la existencia de grupos de exterminio en el país, debe ser investigada exhaustivamente. La funcionaria aseguró que existen algunos informes proporcionados a la Procuradoría de los Derechos Humanos sobre el funcionamiento de esos grupos que ejercitan […]

Autoridades salvadoreñas insistieron hoy en que la denuncia de la Procuradora de los Derechos Humanos, Beatrice de Carrillo, sobre la existencia de grupos de exterminio en el país, debe ser investigada exhaustivamente.
La funcionaria aseguró que existen algunos informes proporcionados a la Procuradoría de los Derechos Humanos sobre el funcionamiento de esos grupos que ejercitan prácticas similares a las de los escuadrones de la muerte.
Sin embargo, a causa del temor de la gente, es difícil que sean denunciados, afirmó.
«Cuando se habla de grupos de exterminio se implican grupos de poder económico, poder social, de capacidad de manejar gente, pagar armas y, sobre todo, consignas de impunidad», subrayó la procuradora.
De Carrillo ha afirmado que esos grupos existen dentro de la propia Policía Nacional Civil (PNC).
El Fiscal General, Benito Lara, miembro de la Comisión legislativa de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad, advirtió que actitudes como la denunciada por la procuradora desnaturalizan los principios y misión de la corporación policial.
Lara, así como los diputados del del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, principal fuerza opositora, destacaron que esos delitos afectan, además, de forma directa a toda la población, por lo que instaron a investigar la denuncia.
Sobre los recientes cambios en las jefaturas de la PNC, el fiscal manifestó que sólo son cambios «cosméticos», porque hasta ahora no han repercutido en el combate a la violencia social o la delincuencia criminal que prolifera en el país.
Durante 2005, esta nación superó en asesinatos, 54,7 por cada 100 mil habitantes, a Colombia y Honduras, países que antes eran los primeros en las listas.
Esa cantidad de crímenes, tres mil 761, es el número más alto al que ha llegado El Salvador en los últimos siete años.
La suma de asesinatos registrados en ese período equivale al 29 por ciento de las muertes ocurridas durante el conflicto armado de los años de 1981 a 1992.
Muchas de las víctimas parecen haber sido ejecutasdas de manera similar a las prácticas que los escuadrones de la muerte utilizaban durante el conflicto armado con el propósito de amedrentar a los opositores del gobierno.
Por su parte, Jaime Martínez, del comité de análisis de la Fundación de Estudios Salvadoreños para la Aplicación del Derecho, había advertido que el promedio diario de muertos refleja una criminalidad no convencional, no común y que no es investigada.
Martínez ha precisado que la mayoría de los cadáveres hallados en quebradas o a la orilla de carreteras y ríos desolados, son de jóvenes mutilados, decapitados, con capuchas, o atados de pies y manos y en algunos casos con el clásico tiro de gracia.