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Corporaciones mediáticas preparan el terreno

Ex-militares duvalieristas preparan golpe de estado en Haití

Fuentes: Rebelión

Las corporaciones mediáticas españolas, en su rol de constructoras o manipuladoras de opinión para Latinoamérica, empiezan a crear las condiciones para justificar no sólo el retorno del exdictador Duvalier a Haití, sino también su regreso al poder. El sanguinario Baby Doc, quien desvió fondos públicos haitianos por millones de dólares a cuentas en Europa, que […]

Las corporaciones mediáticas españolas, en su rol de constructoras o manipuladoras de opinión para Latinoamérica, empiezan a crear las condiciones para justificar no sólo el retorno del exdictador Duvalier a Haití, sino también su regreso al poder.

El sanguinario Baby Doc, quien desvió fondos públicos haitianos por millones de dólares a cuentas en Europa, que es responsable de la masacre de más de 60 mil personas, que gobernó con control absoluto sobre los medios y con el uso indiscriminado de sus fuerzas represivas, pasó a ser un actor político de peso en los medios españoles, que no ocultan que un golpe de estado se mueve tras el retorno del carnicero.

El diario ABC de España señala, sin ningún pudor, que un ex oficial del disuelto Ejército de Haití dijo en República Dominicana que varios de sus compañeros de armas se están reagrupando, esperanzados en que el ex dictador haitiano Jean Claude Duvalier reasumirá los destinos de esa nación, tras su sorpresivo regreso el domingo pasado.

Según la nota de ABC, el ex militar Jean Wellovert, quien reside en la ciudad haitiana de Ouanaminthe, declaró a periodistas de la provincia dominicana de Dajabón, fronteriza con Haití, que tanto él como varios de sus ex compañeros de armas están listos para apoyar a Duvalier en la recomposición de un gobierno que «imponga el orden y el respeto en el pueblo haitiano».

El  ex-militar haitiano sostuvo que en la población haitiana hay alegría con el retorno de Duvalier, de quien espera reasuma el poder, a fin de mejorar las condiciones de vida de los haitianos y evitar que emigren a República Dominicana en búsqueda de mejores condiciones de vida. La nota de ABC finaliza con una emblemática frase: «Duvalier pasó 25 años en el exilio en Francia». ¿Exilio para un dictador que vivió a sus anchas en la costa azul francesa, en total libertad?

Por su parte, El País de Madrid, desnuda la otra parte de la operación política, nos señala en una nota que «la desesperación lleva a los haitianos a añor la dictadura de Duvalier». En la información el diario español cita de testimonio sobre todo de jóvenes, que confiesan que no vivieron la época de la dictadura duvalierista. El hecho derrumba la hipótesis de la «añoranza» porque es bastante difícil añorar lo ue nunca jamás se vivió.

El País sabe muy bien, que a pesar del terremoto, la destrucción y la pobreza que se vive en Haití es muy similar a lo que se vivía con los Duvalier en el trono. Además es imposible comparar los niveles de persecución política y cercenamiento de libertades que se vivía bajo el régimen de Baby Doc con lo que se vive hoy en día. Aún cuando, en Haití se vive hoy en día, bajo el temor a una fuerza de ocupación extranjera bajo la MINUSTAH y con graves limitaciones a la democracia. Los 60 mil muertos de Duvalier son difícilmente comparables a las arbitrariedades del gobierno de Preval.

El diario madrileño insiste en nota, en precisamente igualar ante la opinión pública haitiana y latinoamericana, que Aristide, Preval y la ONU han cometido «los mismos crímenes» que Duvalier y «nadie los critica». El País, ese mismo diario que no pierde oportunidad alguna para calificar de dictaduras los gobiernos de Venezuela y Bolivia, se esconde ahora tras los pantalones de Baby Doc.

El apoyo a Duvalier, parece ser parte de la operación mediática. En Haití se afirma que las personas que se notaban esperando en el aeropuerto en el día que Baby Doc llegó a Puerto Príncipe, habrían sido en realidad engañadas con la promesa de que el que regresaba era Aristide.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.