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Peligro nuclear en Japón tras seismo

Explosión en la central nuclear de Fukishima

Fuentes: Agencias

Una fuerte explosión se ha escuchado cerca del reactor número 1 de la central nuclear de Fukushima (norte de Tokio), donde el nivel de radiactividad había aumentado de forma alarmante tras el fuerte seísmo que sacudió ayer el este de Japón. Al parecer numerosos trabajadores de la central nuclear habrían resultado heridos por los efectos […]

Una fuerte explosión se ha escuchado cerca del reactor número 1 de la central nuclear de Fukushima (norte de Tokio), donde el nivel de radiactividad había aumentado de forma alarmante tras el fuerte seísmo que sacudió ayer el este de Japón. Al parecer numerosos trabajadores de la central nuclear habrían resultado heridos por los efectos de la explosión.

Once centrales nucleares han detenido su actividad después de que 5 reactores sufrieran graves problemas de refrigeración que aumentan los peligros de un accidente nuclear.  La asociación ‘Sortir du nucléaire’ califica ya el hecho como de ‘un nuevo Chernobyl’.

La empresa operadora, Tokyo Elecytric Powe Co, señaló que hay cuatro heridos. Testigos dijeron que escucharon el ruido de una detonación, tras la cual ascendió al cielo una nube de humo. La causa del accidente no se conoce aún. La televisión japonsa NHK mostró imágenes en las que la cubierta del edificio que alberga al reactor nuclear se vino abajo.

Los técnicos muertos trabajaban en la liberación de presión de los reactores de la planta para evitar una fusión en los reactores después de que la situación se agravara por los fallos en el sistema de refrigeración.

Cerca de la central se detectó además cesio radioactivo, según la comisión de seguridad atómica citado por la agencia Kyodo, que señalaron la posibilidad de que tenga lugar una fusión nuclear en el reactor.

Horas antes, el primer ministro japonés, Naoto Kan, que se trasladó a la planta, ha afirmado este sábado que se han liberado «mínimas cantidades de radiación» de una planta nuclear de la central de Fukushima tras el terremoto de 8, 8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió este viernes la costa este de Japón, informó la agencia local Kyodo.

El Gobierno ha asegurado que la cantidad de radiación liberada es muy pequeña y la Agencia de Seguridad Nuclear ha dicho que no entraña un riesgo para la salud de los residentes, aunque a primera hora de este sábado se amplió el área de evacuación desde 3 a 10 kilómetros, y ahora autoridades del Gobierno anuncian que se aumentará hasta los 20 kilómetros.

Kan ha viajado a Fukushima para inspeccionar la planta, donde la radiación había subido a un nivel inusual, de acuerdo con la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, por lo que se ordenó la evacuación de 46.000 personas que residen en los alrededores, en un radio de 10 kilómetros. Un número de personas que se duplicará tras el anuncio del Gobierno de aumentar el radio de 20 kilómetros.

Los expertos abrieron de forma controlada las válvulas de algunas campanas que albergan los reactores a fin de liberar vapor de éstos y tratar de rebajar la presión en su interior, que había subido de forma alarmante.

La decisión de abrir las válvulas se tomó después de que la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón alertara de una fuerte subida de la radiación en la planta número 1 de Fukushima, cuya entrada principal llegó a alcanzar una radiactividad ocho veces mayor de su nivel habitual.

Según el mismo organismo, en la sala de control de uno de los reactores la radiación se disparó hasta 1.000 veces por encima de su nivel habitual.

Según los especialistas, la carencia de refrigerante en el reactor puede tener en un periodo de 24 horas consecuencias severas, incluida la fusión del núcleo de barras de uranio de la central.

También se han detectado problemas a primera hora en otra planta colindante, la número 2, para rebajar la temperatura de tres de sus cuatro reactores nucleares, según el operador de las instalaciones, Tokyo Electric Power Corporation.

La radiación liberada por las plantas nucleares ha suscitado las críticas de grupos ecologistas como Greenpeace, que insistió en que «cualquier cantidad» de material radioactivo en la atmósfera supone un riesgo para las personas.

Para el grupo, el hecho de que la planta nuclear de Fukushima «tenga una fuga» o «se haya hecho que libere» gases contaminantes del reactor en la atmósfera «significa que toda la protección física que debía aislar la radioactividad ha fallado».

Ver, por ejemplo:  http://es.euronews.net/2011/03/12/japon-fuerte-explosion-en-la-central-nuclear-de-fukushima-1/