Los países del Sur en desarrollo pierden dinero por vías ilícitas a un ritmo dos veces mayor que el crecimiento de sus economías, según una nueva investigación. Además, el volumen de esos fondos perdidos estaría en rápida expansión, reveló el informe divulgado el martes 16. La organización independiente Integridad Financiera Mundial (GFI, en inglés), con […]
Los países del Sur en desarrollo pierden dinero por vías ilícitas a un ritmo dos veces mayor que el crecimiento de sus economías, según una nueva investigación.
Además, el volumen de esos fondos perdidos estaría en rápida expansión, reveló el informe divulgado el martes 16.
La organización independiente Integridad Financiera Mundial (GFI, en inglés), con sede en Washington, confirmó estudios previos que calcularon que los países en desarrollo pierden casi un billón (un millón de millones) de dólares al año con la evasión fiscal, la corrupción y otros delitos financieros.
Pero en el nuevo informe, que abarca el período entre 2003 y 2012, los investigadores de GFI muestran que la velocidad de esa pérdida financiera aumentó considerablemente.
En 2003, por ejemplo, el capital ilícito acumulado que salió del Sur en desarrollo se calculó en 297.000 millones de dólares, relativamente poco en comparación con los más de 991.000 millones calculados para 2012, una cifra anual récord.
En menos de una década, las transferencias financieras ilícitas (TFI) se triplicaron, a un total de 6.600 billones (millones de millones) de dólares, lo que equivale, según GFI, a una expansión anual promedio de 9,4 por ciento, o el doble del crecimiento promedio mundial del producto interno bruto (PIB).
Uno de los mecanismos más comunes para trasladar este dinero es la adulteración de las facturas comerciales. «Tras la crisis financiera, el comercio mundial está subiendo de nuevo por lo cual es cada vez más fácil… adulterar las facturas. Mucha más gente empieza a entender cómo hacerlo», señaló Raymond Baker, presidente de GFI, en diálogo con IPS.
«Estas cifras no solo crecen más rápido que el PIB mundial, sino también más rápido que la tasa de crecimiento del comercio mundial», agregó.
Además, estas estimaciones son probablemente conservadoras y no cubren un amplio espectro de datos que no se declaran oficialmente, como las actividades delictivas en efectivo o las transacciones no oficiales del tipo «hawala», precisó.
Baker destaca que estas pérdidas de capital son un problema que afecta a todo el mundo en desarrollo, pero como van de la mano del grado de interacción que cada país tiene con el comercio internacional, son más fuertes en las economías emergentes, lideradas por China, Rusia, México e India.
También hay diferencias destacables entre las regiones. En Medio Oriente y África del Norte, por ejemplo, las TFI crecen muy por encima del promedio mundial, con más de 24 por ciento al año.
En África subsahariana, donde se encuentran algunos de los países más pobres del mundo, ese crecimiento es superior a 13 por ciento al año. Las cifras eclipsan tanto la asistencia exterior como la inversión extranjera ya que en 2012 fue 11 veces superior a la ayuda total destinada al desarrollo en todo el mundo.
«Si tomamos estas conclusiones en serio, podemos acabar con la pobreza extrema en nuestras vidas», afirmó Eric LeCompte, un experto consultor con agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicadas a estos temas. «Los países necesitan recursos y si limitamos estas prácticas ilícitas, podemos obtener el dinero donde más se necesita», aseguró.
La lucrativa adulteración de la facturación
Existe un amplio espectro de posibles vías para el recorte o la transferencia ilegal de ganancias de los países en desarrollo realizado por entidades delictivas, funcionarios corruptos y empresas deshonestas. Por primera vez, algunos de estos temas fundamentales están recibiendo la atención internacional.
Actualmente se desarrollan varias medidas multilaterales para desarticular la evasión fiscal de las empresas transnacionales. Varios grupos preparan mecanismos de transparencia, entre ellos el Grupo de los 20 (G 20) países industrializados y potencias emergentes y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Estas iniciativas son observadas de cerca por la sociedad civil ya que permitirían limitar las TFI. Sin embargo, la investigación de GFI sugiere que el método más utilizado para las transferencias ilegales es mucho más sencillo y, potencialmente, difícil de combatir.
Se trata de la simple adulteración de la facturación comercial por la cual las empresas emplean de manera intencional precios incorrectos de sus importaciones o exportaciones para justificar una transferencia de fondos entre distintos países y así lavar finanzas mal habidas u ocultar sus ganancias.
En la última década, más de 75 por ciento de las TFI se realizaron a través de la adulteración de la facturación comercial, según el informe de GFI.
Esto solo incluye la adulteración de los precios de productos, no de servicios. Es probable que la cifra real sea mucho mayor.
Frenar por completo la adulteración de las facturas es imposible, según los expertos, pero hay varias formas de limitar el problema. En primer lugar está asegurar una mayor transparencia del sistema financiero mundial, para eliminar los paraísos fiscales y las «empresas fantasma» y exigir el intercambio automático de información fiscal entre países.
En noviembre, gobernantes de los países del G 20 acordaron el inicio automático del intercambio de información fiscal a fines de 2015, y también se comprometieron a ayudar a los países en desarrollo a participar en ese proceso en el futuro.
Baker, de GFI, dice que los países en desarrollo deben reforzar sus sistemas aduaneros, pero agrega que existen otras herramientas para reducir la adulteración de las facturas.
«Hay un creciente volumen de datos en internet sobre precios a los que se puede acceder en tiempo real. Esto les da a los países en desarrollo la capacidad de ver las transacciones que entran y que salen y tener una idea inmediata si los precios se corresponden con las normas internacionales. Si no es así, pueden cuestionar rápidamente la transacción», indicó.
Objetivo de desarrollo
En la actualidad se reconoce el impacto monumental que las TFI tienen en la capacidad de los países pobres para financiar su propio desarrollo. Dada la importancia de la adulteración de las facturas en este problema, aumentan las voces que reclaman medidas multilaterales para atacarlo.
Expertos y activistas contra la pobreza reclaman la inclusión de una meta asociada a este tema en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que están en proceso de negociación en el ámbito de la ONU y que se anunciarán a mediados de 2015.
En este marco, GFI solicita a la comunidad internacional que acuerde la reducción a la mitad de las TFI relacionadas con el comercio en un plazo de 15 años. En este sentido, la OCDE organiza una conferencia de dos días esta semana para discutir el tema.
«No estamos hablando de un objetivo ideal, sino más bien de un objetivo muy medible. Es factible, pero exigirá voluntad política», comentó Baker.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/12/fondos-que-el-sur-pierde-de-forma-ilicita-alcanzan-cifra-record/
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga