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Fracaso de la Conferencia de revisión del TNP

Fuentes: Centre Delàs d’Estudis per la Pau

Entre el 27 de abril y el 22 de mayo de 2015 se ha celebrado en Nueva York la novena Conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP). El Tratado tiene como objetivos prevenir la no proliferación de armas nucleares, fomentar el desarme nuclear y promover la cooperación para el uso pacífico de […]

Entre el 27 de abril y el 22 de mayo de 2015 se ha celebrado en Nueva York la novena Conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP). El Tratado tiene como objetivos prevenir la no proliferación de armas nucleares, fomentar el desarme nuclear y promover la cooperación para el uso pacífico de la energía nuclear. El Tratado prevé que cada cinco años los estados que forman parte se reúnan para examinar su funcionamiento y asegurarse de que se están cumpliendo las disposiciones del Tratado. El Tratado tiene, actualmente, 191 estados que son Parte (http://disarmament.un.org/treaties/t/npt).

Esta Conferencia de revisión había despertado grandes expectativas, sobre todo por dos cuestiones. Una hacía referencia a la aplicación de la resolución de la Conferencia de 1995 del Tratado, donde se juzgaba conveniente declarar Oriente Medio como zona libre de armas nucleares (ZLAN). Y la otra cuestión, que había suscitado mucho interés, era que se esperaba que se diera un firme impulso al desarme nuclear. En la preparación de la Conferencia se había elaborado un borrador de Documento Final que incluía la constitución de la ZLAN en Oriente Medio y, aunque de forma poco ambiciosa, el aspecto del desarme.

El resultado de la Conferencia no puede ser más desalentador. No hubo ningún acuerdo y el Documento Final no se aprobó. Sólo se aprobó un documento sobre cuestiones de trámite. Por ello, la mayoría de participantes han considerado que la Conferencia ha sido un fracaso absoluto.

¿Qué pasó? El borrador de Documento Final de la Conferencia de Revisión planteaba la celebración de una conferencia, antes del uno de marzo de 2016, para crear una ZLAN en el Oriente Medio. EEUU, Gran Bretaña y Canadá se negaron a que se fijara un plazo para la realización de esa Conferencia. El delegado de Irán acusó a los Estados Unidos y a Gran Bretaña de bloquear el consenso a fin de «salvaguardar los intereses de un estado concreto, no Parte del TNP, que ha puesto en peligro la paz y la seguridad de la región mediante el desarrollo de armas con capacidad nuclear». Evidentemente se refería a Israel. Recordemos que Israel no es signatario del TNP y por tanto no participa en las conferencias de revisión.

Parece bastante claro que EEUU y sus aliados actuaron en defensa de los intereses de Israel, que siempre se ha opuesto a crear una ZLAN en el Oriente Medio. Es posible que EEUU haya bloqueado la creación de dicha ZLAN para compensar el malestar de Israel debido al acuerdo nuclear a que han llegado los EEUU y otros estados con Irán. Israel ha criticado fuertemente este último acuerdo. Cabe señalar que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó (http://commondreams.org/news/2015/05/26/israel-thanks-obama-sabotaging-nuclear-nonproliferation-deal) personalmente al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, para agradecerle que EEUU bloqueara el Documento Final del TNP.

La primera semana de la Conferencia, 159 países (que representan más del 80% de los estados Parte del Tratado) presentaron una declaración conjunta en la que, basándose en las consecuencias de las armas nucleares, insistían en decir que «la única manera de garantizar que las armas nucleares no serán utilizadas de nuevo es a través de su total eliminación». Este punto de vista no gustó nada a los estados nucleares signatarios del TNP (únicamente cinco estados).

El delegado de Austria, en nombre de un grupo de 107 países, presentó el documento «Compromiso humanitario» que proponía «llenar el vacío legal» del Tratado, mediante la prohibición de la posesión y uso de armas nucleares.

Estasarmas violan la esencia de los principios del derecho humanitario ya que no discriminan entre combatientes y población civil. Los riesgos que representa la existencia de las armas nucleares y las consecuencias humanitarias catastróficas resultantes de una detonación nuclear fueron repetidos en la Conferencia por parte de representantes de Estados no nucleares y diferentes organizaciones civiles. Como han demostrado varios estudios científicos recientes, la detonación de menos del uno por ciento del arsenal nuclear mundial podría poner a más de 2.000 millones de personas en riesgo alimentario (http://www.psr.org/assets/pdfs/two-billion-at-risk.pdf), aparte de las víctimas humanas inmediatas y los destrozos materiales: los efectos de una explosión nuclear no quedarían restringidos a la zona cercana a la explosión, sino que la enorme cantidad de humo y hollín producidos por la explosión podría afectar a la dinámica atmosférica y provocar un cambio de la climatología que disminuiría la producción agrícola de todo el planeta.

La delegación de Estados Unidos se opuso a la prohibición de las armas nucleares. Los estados nucleares defienden que un enfoque «paso a paso» es la única manera de avanzar hacia el desarme nuclear. Recordemos que el artículo VI del Tratado especifica que los Estados Partes se comprometen a trabajar de buena fe para tomar medidas eficaces sobre el desarme nuclear y sobre un tratado de desarme general.

Algunos de los estados con armas nucleares (y sus aliados) rechazaron que los arsenales nucleares existentes en la actualidad supongan un riesgo. Es más, defendieron que las armas nucleares proporcionan seguridad. El argumento es cínico, ya que la posesión de armas nucleares, según el TNP, queda restringida a cinco estados. Por tanto, ¿cómo se puede justificar la posesión de armas nucleares en base a la seguridad y defensa nacionales, cuando se prohíbe a la mayoría de los estados firmantes del TNP que las tengan? Además, parece claro que los estados nucleares no tienen ninguna intención de eliminar sus arsenales, ya que tienen unos programas multimillonarios de inversiones en renovación y mejora de sus arsenales nucleares. Por ejemplo, los Estados Unidos tienen previsto invertir un millón de millones (http://cns.miis.edu/opapers/pdfs/140107_trillion_dollar_nuclear_triad.pdf) de dólares en los próximos 30 años para la modernización de su arsenal nuclear.

Quedó claro que el desacuerdo, con respecto al desarme nuclear, entre los estados poseedores de armas nucleares y los que no las tienen, es muy grande. Se ha hecho evidente en esta Conferencia que los Estados nuclearmente armados no están interesados ​​en asumir ningún nuevo compromisoen cuanto al desarme nuclear. Sin embargo, hay diferencias de opinión entre los mismos estados nucleares. Por ejemplo, China dijo explícitamente en la Conferencia que estaba dispuesta a apoyar el Documento Final. Y el representante de Rusia mostró su decepción porque no se había aprobado el Documento Final por culpa de tres estados. Así pues, ahora le corresponde al resto del mundo iniciar un proceso para prohibir las armas nucleares. El «Compromiso humanitario» puede ser un buen punto de partida.

Las armas nucleares son las únicas armas de destrucción masiva que no están prohibidas. Son moralmente inaceptables y deben ser prohibidas y eliminadas. Esta última Conferencia de revisión demuestra que difícilmente esto se conseguirá dentro del TNP, aunque sea uno de sus objetivos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.