Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Tras un retraso de varios meses los maoístas y comunistas liberales se unen para formar el Partido Comunista de Nepal que controla 174 escaños de los 275 del Parlamento y está más cerca de China que de India.
La fusión el pasado 17 de mayo [de 2018] entre el Partido Comunista de Nepal-Marxista Leninista Unificado (CPN-UML, por sus siglas en inglés) y el Partido Comunista de Nepal (Centro Maoísta), el primer y tercer partido de la legislatura nepalí, se veía venir desde hacía seis meses.
Antes de las elecciones provinciales y federales del año pasado ambos partidos habían anunciado una alianza electoral y una posible fusión, pero a pesar de que la alianza de izquierda obtuvo una mayoría de casi dos tercios en las elecciones gracias a un programa de «estabilidad» y «prosperidad», la fusión se siguió aplazando por diferentes razones.
Ambos partidos se habían unido tras las elecciones locales, lo que sugería firmemente que sería acertado consolidar el voto de izquierda, sobre todo para reducir los votos del [partido] Congreso Nepalí, que ha gobernado Nepal durante la mayor parte de la historia democrática del país. Sus cálculos resultaron ser correctos y la alianza electoral de izquierda obtuvo una victoria aplastante. Fue entonces cuando el presidente [del partido] maoísta Pushpa Kamal Dahal «Prachanda» empezó a tener dudas acerca de su lugar en el futuro Partido Comunista.
Durante el proceso de elección de candidatos para las elecciones federales y provinciales el UML y los maoístas habían acordado una fórmula 60/40 según la cual el UML nombraría al 60 % de los candidatos y Centro M aoíst a nombraría el resto de c andidatos . Pero las elecciones tuvieron un resultado bastante curioso: el 70 % de todos los diputados de las cámaras federal y provincial elegidos de la alianza de izquierda eran del UML y solo el 30 % del partido maoísta.
Tras estos resultados los dirigentes del UML, incluidos el presidente y el primer ministro K.P. Oli, empezaron a afirmar que la unificación de ambos partidos se debería hacer sobre una base «proporcional» acorde a los resultados electorales.
Pero Prachanda no estaba de acuerdo. Argumentó que la base proporcional solo funcionaba durante la elección de candidatos y no durante la unificación de partidos ya que esta se da solo «entre iguales». De modo que en caso de que se produjera una unificación formal tenía que haber una división prácticamente igual del botín a la hora de seleccionar los puestos clave del nuevo partido.
Una unificación «respetable»
Los más destacados dirigentes maoístas estaban presionando considerablemente a Prachanda para que se llegara a una unificación «respetable» debido a que los maoístas unos grandes órganos de decisión muy grandes, por ejemplo, su comité central constaba de 1.099 miembros. Pero según un acuerdo anterior el comité central del grupo comunista unificado limitaría la cantidad a 299 miembros. En otras palabras, en el nuevo partido se «degradaría» a gran cantidad de influyentes líderes maoístas, así que era de esperar que Prachanda no estuviera de acuerdo con la propuesta de Oli de una división 70/30 basada en los resultados electorales.
Pero más que las bases de su partido, a Prachanda le preocupaba su propio lugar en la nueva situación. Independientemente de las presiones que Prachanda tuviera desde dentro del partido, la fusión se habría hecho hace tiempo si se le hubiera garantizado una de estas dos cosas: o convertirse en primer ministro tras dos años y medio de mandato de Oli o la presidencia del nuevo gigante comunista. Pero Oli era reticente a hacer ninguna de estas promesas.
En todo caso, semejante garantía, aunque fuera por escrito, carecería de sentido ya que el presidente del nuevo partido debía ser elegido por votación secreta en la asamblea de la convención general. En caso de que hubiera suficientes líderes del UML que no quisieran a Prachanda como líder, podrían votar fácilemente por otra persona. Oli tampoco tenía intención de renunciar a su puesto de primer ministro después de que su partido UML quedara como principal fuerza política, con diferencia, del país.
Pero Oli también se enfrentaba a un dilema. Si se deshiciera la unidad de la izquierda y los maoístas abandonaran su gobierno, entonces no llegaría a la mayoría parlamentaria. Y el Congreso Nepalí ya está tratando de atraer a Prachanda con la promesa de apoyar su futura candidatura a primer ministro. Oli también temía que sin la unificación, fuerzas extranjeras (léase India) trataran de derrocar su Gobierno del mismo modo anteriormente han ayudado a derrocar muchos Gobiernos democráticos en Nepal. Los dirigentes del UML son muy conscientes de que muchas personas en Nueva Delhi siguen considerando que su partido es «pro-China».
Un nuevo acuerdo
Cuando quedó claro que Prachanda no accedería a la unificación sin un quid pro quo creíble, Oli decidió que daría al presidente maoísta lo que pedía, aunque solo fuera para asegurase el control de Gobierno. Sabiendo que Prachanda no se contentaría solo con garantías, Oli decidió ofrecerle el tipo de distribución equitativa de cargos en el partido que deseaba Prachanda.
Según el nuevo acuerdo, el comité central del partido unificado se ampliaba de 299 a 441 miembros, 241 correspondientes al UML y 200 a los maoístas. De los 43 miembros del poderoso Comité Permanente 25 serían del UML y 18 de Centro Maoísta. Teniendo en cuenta lo diferentes que son las fuerzas de estos dos partidos (por ejemplo, UML tiene 121 escaños en la legislatura federal frente a los 53 del Centro Maoísta) era más de lo que hubiera podido esperar Prachanda.
Con tantos camaradas de confianza en puestos de poder en el nuevo partido Prachanda tiene ahora bastantes posibilidades de obtener uno de los dos puestos ejecutivos por los que suspiraba . Pero incluso en el peor de los casos, Prachanda tendrá opción ahora de romper el partido y seguir su propio camino. Según las nuevas leyes electorales, la facción disidente debe contar con el apoyo de a l menos el 40 % de los miembros del comité central y ahora Prachanda tendrá un apoyo de mucho mayor que el 40 % .
Prachanda es un político astuto. Sabe que aunque Oli parezca inexpuganble tiene mala salud y que puede que a este paciente renal crónico no le queden muchos días de vida política activa. Al asegurarse ahora el segundo puesto en la jerarquía del nuevo partido, Prachanda cree que tiene el poder al alcance de la mano.
Así que aunque Oli haya consolidado más su poder después de la fusión de la izquierda, Prachanda es quien estará más contento. En una jugada maestra ha neutralizado la oposición que podría tener entre dirigentes veteranos del UML como Madhav Nepal y Jalanath Khanal, ambos situados después de Prachanda en la lista de antigüedad del nuevo partido.
El 17 de mayo de 2018 puede ser un día verdaeramente trascendental para el movimento comunista en Nepal, que empezó con la fundación del Partido Comunista Nepalí en Calcuta en 1949. No obstante, tamién puede ser recordado como el día en que Prachanda destac ó en la última prueba de la política parlamentaria, el sistema contra el que emprendió una guerra sangrienta que costó las vidas de casi 16.000 nepalís.
Biswas Baral es director de The Annapurna Express publi cado en Kathmandu. Su tweeter es @biswasktm
Fuente: http://thewire.in/south-asia/nepal-left-parties-merger
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.