Jugar al fútbol es divertido y además puede ayudar a otros. Una fundación alemana lleva adelante el proyecto «Streetfootballworld», que pone en contacto entre sí a iniciativas de fútbol callejero de todo el mundo. Pasión y euforia en torno a un balón no sólo se dan en los grandes estadios. Al contrario, quizás las mayores […]
Jugar al fútbol es divertido y además puede ayudar a otros. Una fundación alemana lleva adelante el proyecto «Streetfootballworld», que pone en contacto entre sí a iniciativas de fútbol callejero de todo el mundo.
Pasión y euforia en torno a un balón no sólo se dan en los grandes estadios. Al contrario, quizás las mayores pasiones futbolísticas se desaten en la calle, en un partido entre niños de un barrio o en un terreno baldío a la vuelta de la esquina.
Con una pelota de cuero, de plástico o de trapo, con arcos improvisados, marcados con dos piedras o dos palos enterrados en la tierra.
El fútbol callejero es un imán para grandes y chicos, en todo el mundo. Por ejemplo en Irak. Bernd Stange, ex entrenador de la selección de Irak, recuerda: «si se sube al techo de un edificio alto, un hotel, por ejemplo, y se mira hacia las calles, se ve que en todo terreno baldío o playa de estacionamiento vacía, niños y adultos juegan al fútbol. Con pelotas viejas. Ése es el semillero del fútbol iraquí: el fútbol callejero».
Y porque jugar al fútbol también puede proporcionar impulsos a procesos sociales, la fundación «Stiftung Jugendfussball» lleva adelante desde hace más de dos años el proyecto «Streetfootballworld».
Su presidente es Jürgen Klinsmann, campeón mundial de fútbol en 1990 con Alemania y ahora entrenador del seleccionado alemán. También apoyan el proyecto figuras como la gran estrella del fútbol alemán Franz Beckenbauer.
Fútbol y sociedad
Por su parte, el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, asumió el patronato y el proyecto «Streetfootballworld» es financiado por el ministerio de Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud de Alemania. También la Deutsche Welle participa, como socio mediático.
El objetivo de «Streetfootballworld» es ayudar a la juventud del mundo. En las preliminares de Mundial 2006, que se disputará en Alemania, fomenta proyectos de fútbol callejero en todo el mundo, que, a través de esa pasión popular, atraen a los jóvenes, los integran en clubes, combaten la pobreza, fomentan en entendimiento entre los pueblos o llevan a cabo campañas de información sanitaria.
El ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo, por su parte, impulsa el proyecto «Escuelas pro Mundial 2006», en el que participan más de 200 escuelas alemanas. La idea: cada escuela representa un país de la FIFA y coopera estrechamente con escuelas y proyectos de «su» país.
Todas las escuelas celebrarán además una jornada sobre el tema «Juego limpio para una vida decente» e impulsarán el fútbol callejero en las respectivas regiones.
Impulsar procesos sociales
Los responsables de «Streetfootballworld» están convencidos de que la atracción del fútbol es tan grande en todo el mundo, que ese deporte bien puede cumplir funciones de catalizador para impulsar importantes procesos sociales.
Los proyectos de fútbol callejero, agregan, no sólo pueden integrar a jóvenes socialmente desfavorecidos, sino también tender puentes de entendimiento entre los pueblos, por ejemplo en el Oriente Próximo, donde el «Peres Center for Peace», fundado por el Nobel de la Paz israelí Shimon Peres, financia desde hace dos años escuelas de fútbol para niños israelíes y palestinos.
El objetivo de «Streetfootballworld» es justamente organizar ese tipo de proyectos en una red mundial: ya sea en Brasil, Kenia o Afganistán, la iniciativa enlaza entre sí a quienes a través del fútbol realizan un trabajo de fomento social. Actualmente son unos 150.000 jóvenes, en unos 50 proyectos.
Jürgen Griesbeck, director de «Streetfootballworld», dice: «el fútbol motiva y pone en movimiento a seres humanos que normalmente no se juntan, ya sea porque no se aprecian o porque básicamente no se entusiasman por nada o porque se cierran a campañas, por ejemplo, sobre información sanitaria, por razones religiosas, culturales o sociales.»
De Afganistán a Argentina y Colombia
Los temas que «Streetfootballworld» aspira a transportar a través del balón son muchos y muy diversos, pero siempre giran en torno al compromiso social. Y sobre todo se trata de ayudar a seres humanos.
Uno de los proyectos más impactantes es apoyado con fondos públicos alemanes en Afganistán. En Kabul, el alemán Holger Obermann entrena a jóvenes afganos en el arte del balompié. Unos 4000 jóvenes han participado ya en sus cursos.
Defensores del Chaco (Argentina)
Buenos Aires está representado en el proyecto por la fundación «Defensores del Chaco». La fundación dice en su página web: «Uno puede andar por barriadas hostiles pero nunca falta una pelota y jóvenes con ganas de mimarla y otros de maltratarla.
Por ese sencillo motivo es que Defensores del Chaco utiliza al deporte como herramienta de convocatoria, tomar la calle como patio delantero de nuestras casas es nuestro objetivo, porque sabemos que la calle es peligrosa porque no estamos nosotros, esa vieja historia de sacar a los chicos de la calle nos dejó sin el encanto de ella».
Bogotá a su vez dice presente con el proyecto «El Golombiao». En su página web se lee: «A nivel nacional tenemos que en Colombia existen alrededor de 38.000 integrantes de los diversos grupos armados ilegales que desafían mediante acciones terroristas la legitimidad del Estado y que vienen intimidando a la sociedad desde hace décadas. De este número 24.000 hombres y mujeres se ubican entre lo 14 y los 24 años de edad». «El Golombiao» aspira a integrar socialmente a los jóvenes y particularmente a los menores a través del fútbol para disuadirlos «de ingresar a los grupos armados ilegales.»
Los jóvenes de los proyectos de fútbol callejero saben dominar, y muy bien, el balón. De demostrarlo tendrán oportunidad a más tardar en 2006: en el marco del Mundial 2006 en Alemania se llevará a cabo un campeonato internacional de fútbol callejero.