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Guatemala: elecciones y ¿que?

Fuentes: AIN

Guatemala, uno de los países más pobres del hemisferio, se apresta a realizar el nueve de septiembre elecciones generales donde se decidirá el nuevo presidente, los 158 miembros del Congreso y más de 300 alcaldes municipales, aunque los destinos del país parece seguirán por igual derrotero. Con más de la mitad de la población en […]

Guatemala, uno de los países más pobres del hemisferio, se apresta a realizar el nueve de septiembre elecciones generales donde se decidirá el nuevo presidente, los 158 miembros del Congreso y más de 300 alcaldes municipales, aunque los destinos del país parece seguirán por igual derrotero.

Con más de la mitad de la población en condiciones de pobreza, y el 70 por ciento de los indígenas en la sobrevivencia, el país del quetzal erogó 41 millones de dólares para gastos de propaganda electoral de los 16 partidos políticos en la contienda.

Pero más de la mitad de ese dinero malgastado, estuvo a la cuenta de los tres partidos que tienen mayores posibilidades de llegar a la presidencia, aunque las probabilidades de que Guatemala entre en un verdadero proceso de transformación estructural debe quedar, una vez más, para otra oportunidad.

Bastó ver en CNN el debate presidencial en el que los principales candidatos ofrecieron sus proyecciones sobre el país, donde primaron aspectos legalistas y retóricos que poco tienen que ver con el drama humano que marca a buena parte de los guatemaltecos.

Uno de los temas tratados fue el de la exportación de niños, en el que ese país centroamericano ocupa un horrible sitial en el continente, y sobre lo cual nadie abordó el tema por los cuernos. Mientras haya marginalidad y exclusión ese tráfico humano seguirá alimentado por mafias e intereses inescrupulosos domésticos y foráneos.

Alvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE); el general retirado Otto Pérez Molina, del Partido Patriota; Alejandro Giammatei, de la oficialista Gran Alianza Nacional, en un espectro que va del centroizquierda, la derecha y el ejército, y la centroderecha, lideran las intenciones del voto.

La ventaja es para el repitente aspirante Colom (22%) sobre Pérez Molina (17,5) según las encuestas. Muy por debajo sigue Giammatei y la Premio Nobel de la Paz, Rigoberto Menchú, de Encuentro por Guatemala, quien llamó a sus compatriotas a desconfiar de los sondeos y votar por su alternativa.

Más allá de slogans, pancartas y música alegórica a candidatos y promesas, la campaña electoral ha estado vacía de contenido, y sumida en una guerra de ofensas y trapos sucios que tiene hastiado a buena parte de los guatemaltecos.

Ello explica que según pronósticos la apatía haga subir la abstención hasta el 40 por ciento, cual síntoma de la inoperancia de un sistema que se llama democrático, pero que no resuelve las necesidades básicas de la mayoría, engañada de elección en elección.

Otro patrón de la porfía electoral ha sido la violencia, con saldo de más de 40 aspirantes y activistas asesinados, con lo que se confirma que el crimen organizado es otro de los componentes de este proceso.

La pobreza, corrupción, ejecuciones extrajudiciales, impunidad y la exclusión, están entre los graves problemas estructurales que no tendrán respuesta en esta ocasión, más allá de discursos floridos, aunque insustanciales, como los que se dejaron escuchar en el último debate presidencial en Guatemala.