Recomiendo:
0

Haití-ONU: una relación de amor y odio

Fuentes: Prensa Latina

La presencia de efectivos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Haití se convierte cada vez más en una relación de amor y odio, a escasos días de haberse cumplido seis años de su llegada al país. Tanto en las altas esferas del gobierno como entre la población, la permanencia de los militares […]

La presencia de efectivos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Haití se convierte cada vez más en una relación de amor y odio, a escasos días de haberse cumplido seis años de su llegada al país.

Tanto en las altas esferas del gobierno como entre la población, la permanencia de los militares de la Misión de Estabilización de la ONU para Haití (MINUSTAH) crea ronchas, pero al mismo tiempo advierten que fue necesaria.

Hace un par de semanas, el primer ministro Jean-Max Bellerive declaró que gracias a la ONU «hemos llegado hasta aquí», pero reclamó al organismo internacional la presencia de policías y no de soldados.

«Haití necesita policías y no militares», dijo Bellerive, al tiempo que se quejó de que la misión de la ONU funciona como una especie de gobierno paralelo, y advirtió que su país puede decidir sobre su futuro sin la presencia de tropas foráneas.

A finales de la semana anterior, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó la incorporación de 680 nuevos policías a la MINUSTAH, «como un refuerzo de carácter temporal», en momentos en los cuales crece el rechazo a su presencia en tierra haitiana.

Los letreros en las calles de esta capital exigen cada vez con más frecuencia la salida de la MINUSTAH, en tanto culpan a sus fuerzas de desmanes contra la población y contra la policía del país.

El 1 de junio cumplió la MINUSTAH seis años en la nación más pobre del hemisferio, y muchas personas creen que en lugar de facilitar estabilidad, posibilitan todo lo contrario, incluso, como advierte el semanario Haiti Progress, suplantan en muchos lugares a los gendarmes locales.

Para el referido medio de prensa, en la marginal barriada de Cité Soleil, las tropas de la ONU pasaron por encima de algunos miembros de la Policía Nacional, a los cuales nunca les ofrecieron disculpas.

Haiti Progress se pregunta si esas acciones «¿significan que la Policía Nacional de Haití está subordinada al mando de la MINUSTAH?» y recordó que en las últimas semanas los estudiantes universitarios pidieron que esas fuerzas extranjeras se marchen del país.

«La MINUSTAH es una fuerza de ocupación, y se tiene que ir. Esto no es una fuerza estabilizadora. Todo lo contrario. Es una fuerza desestabilizadora», advirtió uno de los estudiantes entonces.

Sin embargo, el representante de la ONU en el país, el guatemalteco Edmond Mulet, recordó hace poco más de un mes que la presencia de esa fuerza en Haití no tiene fecha de salida.

Mulet, comentó entonces a Prensa Latina, que, en un principio, se pensó que sería solo hasta comienzos de 2012, pero la situación de emergencia generada por el sismo y la ingobernabilidad del país casi seguro la extendían un poco más.

Mientras, soldados de la ONU patrullan cada día Puerto Príncipe, a veces hasta en vehículos blindados y con armas largas, o aparecen en las principales carreteras del país, en tanto los haitianos los miran con ojeriza pero sin ir más allá.

Con la policía de las fuerzas internacionales sucede otro tanto, pero estos llevan solo armas de reglamento, al menos hasta donde se puede ver, y su presencia no inspira el mismo malestar en la población.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=195056&Itemid=1