Recomiendo:
0

Irán, Cuba, América Latina… ¿A dónde va Obama?

Fuentes: Rebelión

Alguien dijo alguna vez que, cansada de inventar, la historia tiende a repetir. Los apretones de mano y las sonrisas que atinadamente critica James Petras (Rebelión, Abril 27, 2009) ya se han visto antes: se vieron en los sesentas cuando los Estados Unidos presentaron la Alianza para el Progreso; se vieron en los setentas cuando […]

Alguien dijo alguna vez que, cansada de inventar, la historia tiende a repetir. Los apretones de mano y las sonrisas que atinadamente critica James Petras (Rebelión, Abril 27, 2009) ya se han visto antes: se vieron en los sesentas cuando los Estados Unidos presentaron la Alianza para el Progreso; se vieron en los setentas cuando las grandes potencias anunciaron la détente que concedió un respiro a un mundo aterrado por la amenaza nuclear; se vieron en los ochenta cuando se nos sentó en la mesa de las delicias del «ajuste estructural» para la «transición económica» y se vieron también en los noventa con las políticas contrainsurgentes disfrazadas como combate a las drogas. Los resultados son todos conocidos: dictaduras, engaños, miseria y violencia.

A sangre y fuego los Estados Unidos curtieron este continente en la desconfianza. Con la diplomacia del fusil nos enseñaron a leer entre líneas palabras como «amistad», «asistencia» y «buena vecindad». Tras siglos de violencia, al Departamento de Estado y la Casa Blanca no tendría por qué extrañarles nuestras reservas; si las declaraciones de amistad, los abrazos y los parabienes son los mejores avales del cambio entonces no hemos cerrado la brecha; ¿qué brecha? la de nuestra historia conjunta; ¿qué historia? la de Pedro y el Lobo, la del pasado que se arrastra hasta el presente y que bloquea el futuro.

Pero ¿y si no es así? ¿y si más allá de la tersura de los oropeles hay algo de sustancia? ¿cómo sabríamos que no se trata del viejo cuento de Pedro y el Lobo en el que la contrainsurgencia se llama «Ayuda» y la exclusión viene vestida de «solidaridad»? Tras cientos de años de represión, tortura, engaño, explotación, abuso, injerencia y marginación creer sólo en la palabra por la palabra misma resulta ingenuo cuando no suicida.

«Hechos y no palabras» es el grito de guerra; trabajo y no promesas es la demanda. Si las diferencias entre los partidos políticos -Republicano y Demócrata- históricamente han sido de matiz (de ultra derecha el primero y de derecha el segundo) ¿qué elementos existen para suponer que Barack Obama no es lo mismo que envasar vino viejo en odres nuevos? ¿cómo saber que un Barack Obama no es otra versión de Collin Powell o de Condolezza Rice? En breve: ¿Cómo saber que no se trata de un nuevo fanático de la derecha militar (Kennedy), económica (Reagan) o religiosa (Bush Jr.)?

De un modo sencillo: siguiendo a la sabiduría popular, es decir, siguiendo los hechos y no solamente las palabras.

 

Prometeo en Irán

 

Prometeo robó el fuego, y con ello enfureció a los dioses. Sin control o cordura, Bush escupía hiel. «Irán era, es y será peligroso si tienen el conocimiento para fabricar un arma atómica» (BBC Mundo, Dic. 4, 2007). Israel no se quedaba atrás, y tenía trazados planes para un ataque nuclear contra el país persa (The Sunday Times, Jan. 7, 2007). El futuro fue sombrío por ocho años. ¿Qué aterraba más, el fervor que se vivía en Washington ante la posibilidad de un nuevo genocidio nuclear o la persistencia y «normalidad» con la que tal posibilidad se barajó durante la administración Bush? La crisis no ha mermado, pero, a diferencia de lo ocurrido en la mitología griega, del Olimpo no llegó la tan temida águila nuclear enviada por Zeus para castigar a Prometeo sino una oferta de diálogo «I would still meet with Ahmadinejad» (CBS News, Sept. 24, 2007). A la oferta respondió Prometeo rompiendo sus cadenas para dictar condiciones: ¿quieren un nuevo entendimiento? respeto y amistad son los requisitos infranqueables. (Thaindian News. Jan. 17, 2009). ¿Y la respuesta? «… if countries like Iran are willing to unclench their fist, they will find an extended hand from us«. Pero en el diálogo de facto existen límites: Irán advierte por boca de su presidente Mahmoud Ahmadinejad: «If someone wants to talk with us in the lenguage that Bush used… even if he uses new worlds, our response will be the same that we gave to Bush» y a su vez, Estados Unidos hace lo propio: «It is very important for us to make sure that we are using all the tools of US power, including diplomacy, in our relationship with Iran» (Telegraph. Jan. 28, 2009).

Véase como se vea y a reserva de los hechos por venir, este es ya un diálogo, y más que un diálogo, un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no.

 

Cuba: La prueba de fuego

 

¿Disposición? ¡Siempre ha existido desde la mayor de la Antillas! Como desde hace cincuenta años, desde el Caribe la mano estaba tendida. Fue esa mano la que se presentó el 12 de Septiembre del 2001 condenando el atentado terrorista y ofreciendo ayuda médica (Radio Habana, Sept. 12, 2001); fue la misma mano que en su arrogancia, los Estados Unidos despreciaron cuatro años después: Nueva Orleans en 2005 y Katrina con sus más de 2,000 muertos y sus 90 mil millones de dólares en daños. ¿Qué mejor manera de acercarse a un pueblo y a su gobierno que mediante asistencia humanitaria?

Nuevos incentivos aparecieron más tarde y por una boca muy autorizada. En conversación con Sean Penn para el semanario The Nation (Nov. 25, 2008), el Comandante Raúl Castro expresó:

 

«… en mi primera declaración después de que Fidel cayó enfermo dije que estábamos dispuestos a discutir nuestra relación con los Estados Unidos de igual a igual. Más tarde, en 2006, dije lo mismo en un discurso en la Plaza de la Revolución»

 

Y agregó:

 

«Buenas relaciones serían mutuamente ventajosas. Tal vez no podamos resolver todos nuestros problemas, pero sí podemos resolver una buena cantidad de ellos»

 

Buenas palabras articulando ideas inteligentes. Si en tiempos de George W. Bush los esfuerzos por tender puentes de esta naturaleza parecía algo tan inútil como predicar en el desierto, en tiempos del primer afroamericano ungido presidente de la Unión Americana las cosas podrían ser diferentes. Y fue precisamente desde ese sector, el afroamericano y demócrata, el que estrechó la mano tendida: seis legisladores estadounidenses visitaron Cuba. «Una reunión magnífica» calificó el comandante Fidel Castro la visita en la misma Reflexión en la describió las intensiones del flamante presidente como «sinceras» a pesar de «las realidades objetivas» (Reflexiones, Abril 9, 2009). El juego de pin-pong había comenzado.

Menos de una semana después de la visita y tres días antes de la V Cumbre de las Américas los Washington anuló algunas restricciones a viajes y remesas hacia Cuba. Más allá de que el cálculo político de tal medida de cara a la Cumbre es innegable, es imposible desvincularlo del puente tendido apenas cinco días antes. E se sencillo movimiento había bastado para enviar un mensaje. ¿Suficiente? No, por supuesto que no. ¿Necesario? Seguro. ¿Importante? Sin lugar a dudas: Lo suficiente se alcanza sólo articulando lo necesario e importante. Este fue un primer esfuerzo. El abanico de posibilidades estaba abierto como bien lo comprendió la mesa de redacción de La Jornada que tituló su editorial de aquél día «Cuba-EE.UU.: Perspectivas de acercamiento» (La Jornada, Abril 14, 2009).

Véase como se vea, como en Irán, Cuba ya es también parte de un diálogo con los Estados Unidos, aunque -mejor aún- aquí ya hay algunos hechos concretos. Pero más que un diálogo, lo que tenemos es un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no.

Y fue entonces que ocurrió la cumbre.

 

América Latina ó el extraño caso en el que la derecha informó mejor que la izquierda

 

El diario vasco Gara produjo dos notas sobre la cumbre «La Administración Obama trata de evitar el veto de los aliados de Cuba» (Rebelión. Abril 18, 2009) reza la primera y «Chávez anuncia que los países del ALBA no firmarán la declaración final» (Rebelión. Abril 19, 2009) nos informa la segunda. Siguiendo la línea trazada por los encabezados el contenido parece de fácil predicción: los Estados Unidos haciendo lo que siempre hacen, y el Comandante Chávez respondiendo como siempre responde, es decir, en la Cumbre no hubo nada nuevo bajo el sol.

Pero entonces aparece una tercera nota periodística, producida ya no por los medios de izquierda como Gara -y reproducida por Rebelión– sino de la derecha: el diario Reforma. El diario tiene fama en México de ser el portavoz del coservadurismo empresarial más añejo y es tan crítico de la izquierda como su alter ego, La Jornada, lo es de la derecha. Sus credenciales oficialistas pues, están fuera de toda duda. ¿Y cómo reprodujo informó Reforma en su edición del 18 de Abril? Con una fotografía en su primera plana: Obama a la izquierda y Chávez a la derecha sonriéndose entre sí, ¿el título de la fotografía? «Seamos Amigos» y el pie de foto no tiene desperdicio:

 

Seamos Amigos .- Puerto España. «Quiero ser tu amigo», le dijo el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a su colega estadounidense, Barack Obama, después de que ambos se dieran un apretón de manos en la inauguración de la Quinta cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago. Chávez es uno de los más acérrimos críticos de la política de EU hacia América Latina. Obama aprovechó el foro para confirmar su disposición de dialogar con Cuba y proponer a Latinoamérica una relación de iguales»

 

¿Erraron en algo los editores y redactores de Reforma? Los mandamases de la información en el diario pudieron haber hecho uso de uno de los múltiples trucos para tergiversar la información. Podrían haber puesto el «Seamos Amigos» en boca de Obama para demostrar la buena disposición del norteamericano frente al venezolano: no lo hicieron; pudieron haber alimentado las sospechas de quienes creen imposible un acercamiento sincero entre Estados Unidos y América Latina -enfatizando «disensos» durante la Cumbre: tampoco ocurrió; pudieron haberse limitado a informar en páginas interiores sin destacar la importancia del acercamiento en su primera plana, éste, obviamente, no fue el caso.

¿Fue la Cumbre, como informó Gara, un evento en el que ocurrió más de lo mismo o de verdad tuvo lugar un cambio importante como lo señaló Reforma? Algunos juicios ofrecen pistas al respecto. Habló entonces la voz de Evo: «[Obama] nos escuchó y nos hemos escuchado todos. Antes no nos escuchaba Estados Unidos». Y el presidente enfatizó: «me quedé sorprendido porque nos hemos escuchado ahora» (Agencia AP. Abril 23, 2009). No muy diferente fue el juicio final de Hugo Chávez: «Obama lo ha dicho, lo ha prometido, hay que creerle a Obama, hay que jugar con la buena fe por delante». (BBC Mundo, Abril 19, 2009). Y a Bolivia y Venezuela siguió Ecuador «creo que se han dado grandes pasos. Ha sido un diálogo muy abierto, muy frontal, que ayuda a reconstruir una confianza que se había destruido» dijo Rafael Correa (BBC Mundo, Abril 19, 2009).

Aquí la novedad está en que ninguno de los tres grandes latinoamericanos escuchó de Barack Obama aquello que esperaban y a lo que tan acostumbrados nos tenían los Estados Unidos: abusos, condenas, agresiones. Esa fue la noticia que Gara no reflejó en sus titulares y que extrañamente Reforma sí recogió.

Pecatta minuta . Sea como fuere, al igual que en los casos de Irán y Cuba, una cosa es clara: ya se ha tejido un diálogo y más que un diálogo, un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no.

 

El regreso de Pedro y el Lobo

 

En la historia diplomática de los Estados Unidos en sus relaciones con el mundo hay cosas que son nuevas y otras que no lo son tanto. Los intentos de acercamiento no son nuevos. Información recientemente desclasificada nos habla que desde Kennedy ya se habían buscado: «Desclasifican en EE.UU. documentos de múltiples intentos para normalizar la relación con Cuba» (La Jornada. Enero 24, 2009). Lo que sí es nuevo fue el mea culpa que Hillary Clinton expresó, ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, al reconocer que, por el acoso del gobierno de George W. Bush en contra de Venezuela fue que esta última se acercó a otros regímenes críticos de su par estadounidense (Agencia Notimex. Abril 23, 2009) ¿Y es esto importante? Sin duda alguna: esta culpa fue precisamente la que el gobierno de Ronald Reagan nunca quiso, supo o pudo ver sobre el acercamiento de la Nicaragua sandinista a la Unión Soviética (ver de Noam Chomsky su libro On power and ideology: The Managua lectures).

No todo es nuevo, no pTras la Cumbre, Caracas comienza a barajar la posibilidad de reestablecer vínculos diplomáticos con Washington. El derecho iraní a la posesión de tecnología nuclear negado por Washington desde hace décadas ahora es reconocido -con la limitante claro, de que su uso sea para fines civiles. Los grandes de la política internacional han hablado. Junto con Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad, Rafael Correa, Evo Morales y Raúl Castro se suman a un cambio de paradigma: la posibilidad de no ver en los Estados Unidos a un enemigo. Más aún; dentro de la crítica dura e infalible del ojo experto, el Comandante de América Latina reconoce también algo nuevo y diferente ; aquí una de sus reflexiones en una de sus Reflexiones:

 

Vivimos tiempos nuevos. Los cambios son ineludibles. Los líderes pasan, los pueblos permanecen. No habrá que esperar miles de años, solo ocho serán suficientes, para que en un auto más blindado, un helicóptero más moderno y un avión más sofisticado, otro Presidente de Estados Unidos, sin duda menos inteligente, prometedor y admirado en el mundo que Barack Obama, ocupe ese inglorioso cargo. (La Jornada, Abril 23, 2009)

 

El proceso naturalmente no es -ni será- rápido, radical ni sencillo. No puede serlo. Los dimes y los diretes siguen y seguirán, pero no es posible negar que ahora el ambiente es diferente. No habrán cambios de la noche a la mañana, todo proceso será gradual. Quienes esperen grandes movimientos, grandes arrepentimientos, grandes disculpas, grandes triunfos y grandes derrotas quedarán decepcionados. Así es el juego de la política, hay que cuidar las formas tanto para los de adentro como para los de afuera. Dentro de todo, la política de construir un gran paso a partir de muchos pequeños logros también tiene su encanto y sofisticación: small is beautiful.

¿Y qué fue del pobre ignorante sobre América Latina que Hugo Chávez vio en Obama? (El Universal. Marzo 22, 2009) Tal vez siga ahí, pero en la crítica hay una solución: la ignorancia se quita, y para ello, nadie mejor que Eduardo Galeano y Las Venas Abiertas de América Latina (Ed. Siglo XXI, México. 2001). El Nóbel lo hizo patente: «Buen alumno parece ser» dijo sobre el estadounidense reseñando el obsequio en uno de sus Cuadernos (Rebelión. Abril 25, 2009). Así salvó Chávez la brecha entre el pasado y el presente; así alimentó Saramago la posibilidad de un futuro. Y es que el lusitano lo dijo desde el principio del principio: «El presidente de Estados Unidos que hoy toma posesión resolverá o intentará resolver los tremendos problemas que le esperan». El Nóbel nos decía entonces que «tal vez acierte, tal vez no, y algo de sus insuficiencias -que ciertamente las tendrá- se las tendremos que perdonar» y la razón de tal perdón era simple pero irrefutable «porque errar es propio del hombre».

¿Pedro y el Lobo? Tal vez sí, tal vez no, sólo el tiempo lo dirá. Sin embargo y más allá de lo ingenuo que parezca, hay que recordar que fue Noam Chomsky quien dijo que no existe tal cosa como una «falsa esperanza»: mientras exista esperanza, ésta no puede ser más que verdadera.

Nos guste o no.

([email protected])