Mucha de la discusión en torno al programa nuclear de Irán es simplemente histeria. Revisen la declaración del senador John McCain, justo este mes: «Sólo hay algo peor que la acción militar, un Irán armado nuclearmente». Uno se ve tentado a responder con el título de la obra de Shakespeare Mucho ruido y pocas nueces. […]
Mucha de la discusión en torno al programa nuclear de Irán es simplemente histeria. Revisen la declaración del senador John McCain, justo este mes: «Sólo hay algo peor que la acción militar, un Irán armado nuclearmente». Uno se ve tentado a responder con el título de la obra de Shakespeare Mucho ruido y pocas nueces. Pero hay mucho «ruido» y algunas personas en altos puestos parecen seriamente dispuestas a involucrar al país en acciones militares para impedir que Irán asegure sus armas nucleares. Entonces debemos preguntarnos: ¿por qué es esto tan importante?, ¿importante para quién?
Primero que nada, ¿por qué debemos considerar como catástrofe que mañana Irán tenga armas nucleares? Hoy existen nueve países que se sabe poseen armas atómicas: Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, China, Israel, India, Paquistán y Corea del Norte. ¿Qué cambiaría si Irán fuera el décimo? ¿Quién se vería amenazado por Irán? ¿A qué país bombardearía? Hasta ahora, no hay nada que indique que Irán intente ser agresivo militarmente. Claro que el actual presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, ha hecho declaraciones muy hostiles hacia Israel. Pero, ¿alguien piensa que intente bombardear Israel o que Irán tenga la capacidad militar de hacerlo? La retórica y las intenciones son dos cosas muy diferentes.
Si Irán no intenta usar la bomba, ¿por qué quiere tenerla? Hay algunas razones obvias. De los nueve países que tienen la bomba, todos menos uno tienen bases lo suficiente cercanas que podrían usar contra Irán. El gobierno iraní sería muy ingenuo si no se preocupara por esto. Es más, a partir de la política estadunidense de los últimos cinco años puede deducir con facilidad que si Estados Unidos invadió Irak pero no Corea del Norte, una de las grandes diferencias entre ambos países es que Irak no tenía armas nucleares mientras Corea del Norte sí contaba con ellas.
Una segunda razón obvia es el nacionalismo iraní. Debemos recordar que las aspiraciones iraníes de ser una potencia nuclear no comenzaron con su actual presidente. Se remontan a antes de la revolución iraní, a lo días del sha de Irán. Es obvio que hoy una potencia «media» del tamaño de Irán expandirá su fuerza geopolítica si es miembro del club nuclear. Irán tiene sus propios intereses nacionales, como todos los otros estados los tienen, y es claro que desea jugar un papel central en su región.
¿Pero acaso esto en sí mismo amenaza la paz del mundo o de la región? Cuando la Unión Soviética logró su primera explosión atómica, en 1949, los lamentos del mundo occidental se oyeron muy fuerte. Pero en retrospectiva, queda claro que el factor único que más contribuyó a que no ocurriera una guerra soviético-estadunidense, desde 1949 hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991, fue el hecho de que ambas potencias contaban con armas atómicas. Fue el miedo de una destrucción mutua lo que garantizó que ninguno usara armas nucleares a pesar de todas las agudas tensiones (del bloqueo de Berlín a la llamada crisis de los misiles cubanos o la guerra de Afganistán). El hecho de que tanto India como Paquistán tengan la bomba ha sido una fuerte restricción en su conflicto sobre Cachemira.
¿Por qué no habría de operar igualmente bien en Medio Oriente el balance de terror? ¿Por qué no habría de ser un elemento de pacificación en Medio Oriente que Irán posea armas atómicas, en vez de ser lo contrario? La única respuesta ofrecida es que el gobierno de Teherán no es lo suficientemente «racional» como para abstenerse de usar la bomba. Pero esto es claramente un sinsentido (un sinsentido racista, por añadidura). El actual régimen iraní es por lo menos tan sofisticado como el de Bush, y es mucho menos militarista en sus expresiones.
Entonces, ¿por qué todo mundo hace tanta alharaca? Henry Kissinger lo explicó hace más de un año y Thomas Friedman lo repitió hace poco en The New York Times. Queda muy claro que una vez que Irán tenga armas nucleares, el dique se habrá roto y otros 10 o 15 países se pondrían a trabajar rápido para adquirir tal armamento. Hay algunos candidatos obvios: Corea del Sur, Japón, Taiwán, Indonesia, Egipto, Irak (sí, Irak), Sudáfrica, Brasil, Argentina y muchos países europeos. En 2015 podría haber unas veinticinco potencias nucleares.
¿Es esto peligroso? Por supuesto que lo es, en el sentido de que siempre habrá individuos o grupos locos que podrían tener acceso a los botones que es necesario oprimir. Pero estas personas o grupos locos existen hoy en los actuales nueve países que cuentan con armamento atómico, y personalmente no creo que haya más de ellos en los siguientes 15 países. El desarme nuclear es un objetivo urgente, pero no un desarme nuclear de sólo una parte del mundo, un desarme nuclear para todos.
La razón por la cual Estados Unidos en particular está tan agitado con el potencial armamento nuclear iraní es que una diseminación de armas atómicas en los llamados países medios claramente reduce la fuerza militar de Estados Unidos. Pero eso no significa que amenace la paz mundial.
¿Debemos preocuparnos entonces por una invasión de Irán por Estados Unidos o un ataque israelí? En realidad no, porque Estados Unidos no tiene la fuerza militar necesaria para perpetrar un ataque de esa naturaleza, porque el régimen iraquí no lo respaldaría y porque Israel no lo puede hacer solo. Así que mucho ruido y pocas nueces.
Immanuel Wallerstein es director del Centro Fernand Braudel para el Estudio de Economías, Sistemas Históricos y Civilizaciones en la Universidad del estado de Nueva York en Binghamton. Su libro más conocido traducido al castellano es: El moderno sistema mundial: La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI, Siglo XXI, Madrid, 1979.
Traducción: Ramón Vera Herrer