El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha ofrecido a los talibán que entren a formar parte del Gobierno afgano a cambio de que cesen su ofensiva en el país. Karzai se ha mostrado dispuesto a reunirse en persona con el líder de los talibán, el mulá Mohamad Omar, allí donde él quiera, así como con […]
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha ofrecido a los talibán que entren a formar parte del Gobierno afgano a cambio de que cesen su ofensiva en el país.
Karzai se ha mostrado dispuesto a reunirse en persona con el líder de los talibán, el mulá Mohamad Omar, allí donde él quiera, así como con el señor de la guerra Gulbudin Hekmatyar, un sanguinario que cometió verdaderas atrocidades en Afganistán a principio de los años 90 y que lidera otra facción insurgente.
Los talibán declinaron ayer el ofrecimiento y pusieron como condición para las negociaciones que las tropas internacionales de la ISAF y de Estados Unidos se retiren de Afganistán.
Los rumores de que Karzai estaba dispuesto a ceder algún Ministerio a los talibán hacía tiempo que corrían en Kabul y, de hecho, algunas ONG locales de defensa de los derechos humanos ya hacía semanas que denunciaban que no tiene ningún sentido compartir ahora el poder con una facción contra la que se está luchando para quitárselo. Karzai, no obstante, asegura que tanto el presidente estadounidense, George W. Bush, como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, apoyaron la idea de iniciar conversaciones de paz con los talibán, cuando se reunió con ellos este mes.
Eso sí, ayer, un portavoz del presidente afgano, Humayun Hamidzada, precisó que Karzai sólo negociará con los talibán si éstos aceptan la Constitución afgana.
Los talibán, sin embargo, no muestran intenciones de tener en cuenta la Constitución ni de iniciar negociaciones, ya que la condición que han puesto para ello resulta inviable: que los casi 50.000 efectivos de las tropas internacionales desplegadas en Afganistán abandonen el país. «Los talibán nunca negociarán con el Gobierno afgano ante la presencia de fuerzas extranjeras», declaró el portavoz talibán, Qari Yousef Ahmadi, que también afirmó: «El Gobierno de Karzai es una marioneta. No tiene ninguna autoridad. Por lo tanto, ¿por qué debemos perder nuestro tiempo y esfuerzo con ellos?».
El portavoz de Karzai, sin embargo, aseguró ayer que el Gobierno afgano tiene información que pone en evidencia que existe un «serio debate» entre algunos grupos talibán sobre la conveniencia de dejar las armas y sentarse a negociar. Asimismo, Naciones Unidas y la Alianza Atlántica también disponen de estos datos. «Quieren vivir en paz y tener una vida confortable con sus familias», insistió Hamidzada. «Hay un serio debate, pero éste es un proceso que lleva tiempo», aclaró.
Algunos ministerios del Gobierno afgano ya están controlados por señores de la guerra -como el de Energía y Aguas, que debe encargarse de la electrificación del país y que lo encabeza Ismail Khan, un líder militar fundamentalista- y, por lo tanto, la entrada de los talibán y Gulbudin Hekmatyar dejaría a Karzai en franca minoría.
Además, tanto el mulá Omar como Hekmatyar son buscados como terroristas por EEUU.
Y, de hecho, a eso también hizo referencia ayer el portavoz talibán: «Por una parte, Estados Unidos ha puesto el nombre de nuestro líder en una lista de personas buscadas y nos llama terroristas. Y, por otra parte, Hamid Karzai nos ofrece conversaciones de paz. Esto parece una broma».
De momento, la paz parece estar bien lejos. En la última semana, un total de 270 personas han muerto en combates y atentados.