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La criminalización del Estado: » Kosovo independiente», un territorio bajo el control militar de EEUU-la OTAN

Fuentes: Global Research

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

Aunque la Unión Europea y Estados Unidos habían declarado que se habrían «opuesto» a una declaración «unilateral» de independencia de Kosovo, ya se ha producido de facto la secesión de Serbia por parte de Kosovo. Forma parte de la agenda militar de EEUU-la OTAN. Es la culminación de la invasión de 1999 dirigida por la OTAN. Responde a objetivos estratégicos de EEUU-la OTAN.

Además, el «compromiso» de la Propuesta Ahtisaari bajo el mando de ex-primer ministro finlandés de establecer un Estado kosovar «multi-étnico» tienen poco que ver con la «soberanía nacional» o la «independencia». Es una copia y una réplica de las estructuras impuestas en Bosnia-Herzegovina bajo los Acuerdos de Dayton de 1995. Preserva esencialmente la autoridad de la ocupación militar. Según el programa propuesto, todas las decisiones principales referentes al gasto público, los programas sociales, acuerdos monetarios y comerciales permanecerían en manos de la administración de la ocupación de EEUU-la OTAN.

Es probable que la re-elección de un «pro-occidental» presidente Boris Tadic en las elecciones serbias «legitime» la secesión de facto de Kosovo*. El Partido Democrático de Boris Tadic cumple las órdenes de Washington. En 2000 participó activamente en la expulsión de Slobodan Milosevic de la presidencia serbia. Además, como presiente serbio Boris Tadic también es comandante en jefe de las fuerzas armadas. Es muy poco probable que en el caso de una declaración unilateral de independencia actúe sin consultar a Washington y Bruselas.

Desde la invasión de la OTAN en 1999 Kosovo se ha convertido en un territorio bajo control militar extranjero. Kosovo sigue estando bajo administración de Naciones Unidas aunque en la práctica está bajo la jurisdicción militar de la OTAN. La secesión de Serbia reforzaría el control de la autoridad de ocupación de EEUU-la OTAN.

El gobierno civil de la provincia está dirigido por el primer ministro, Hashim Thaci, ex-dirigente del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA, por sus siglas en inglés) (Ushtria Çlirimtare e Kosovës o UÇK en albanés). Conocido por sus estrechas relaciones con sindicatos del crimen albaneses y europeos, a mediados de los noventa el KLA fue apoyado desde el exterior por la CIA y por los servicios de inteligencia alemanes, el Bundes Nachrichten Dienst (BND). En el curso de la guerra de 1999, la OTAN apoyó directamente al KLA.

En los noventa el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, que ahora dirige el Partido Democrático de Kosovo, fue conocido por pertenecer a un sindicato del crimen implicado en tráfico de droga y prostitución. Durante la administración Clinton era un protegido de [la secretaria de Estado estadounidense] Madeleine Albright. En los noventa Thaci fundó el llamado «Grupo Drenica», un sindicato criminal con base en Kosovo y relacionado con las mafias albanesas, macedonias e italianas. Tanto la Interpol como el Congreso estadounidenses estaban al tanto de estas relaciones con sindicatos criminales.

En 1997 Estados Unidos reconoció que el KLA era una organización terrorista relacionada con el tráfico de drogas. El enviado especial en los Balcanes del presidente Clinton, Robert Gelbard, describió al KLA como «sin la menor duda, un grupo terrorista».

El Partido Democrático de Kosovo está formado por ex-miembros de una organización terrorista. Ha mantenido sus relaciones con el crimen organizado. De hecho, gran parte del espectro político de Kosovo está dominado por ex-miembros del KLA. El anterior primer ministro de Kosovo y jefe de la Alianza por el Futuro de Kosovo, Ramush Haradina, elegido en 2004, también es ex-comandante del Ejército de Liberación de Kosovo. Además de estas relaciones con el crimen organizado, Hadadinaj también fue acusado de crímenes de guerra por el Tribunal de La Haya en 2005.

La ocupación de Kosovo por parte de la OTAN responde a objetivos de política exterior estadounidense. Asegura una zona de influencia estadounidense extremadamente militarizada en Europa meridional. Asegura la militarización de rutas estratégicas de oleoductos y de corredores de transporte que unen Europa occidental con el Mar Negro. También protege el multibillonario tráfico de heroína que utiliza Kosovo y Albania como lugares de tránsito para los envíos por barco de heroína afgana a Europa occidental.

Camp Bondsteel

Kosovo aloja una de las mayores bases militares estadounidenses, Camp Bondsteel.

Camp Bondsteel fue construido por Halliburton, que había sido contratado por el Pentágono, aunque fue realizado subsidiariamente por Kellogg, Brown and Root (KBR). Se considera que Camp Bondsteel es «la base militar mayor y más cara desde Vietnam», con más de 6.000 soldados estadounidenses.

«Camp Bondsteel, la mayor base militar estadounidense «creada a partir de cero» desde la guerra de Vietnam, (…) está localizada cerca de oleoductos y corredores de energía vitales actualmente en construcción, como el oleoducto Trans-Balcanes financiado por Estados Unidos. A consecuencia de ello, constructores de defensa -en particular la subsidiaria de Halliburton Oil, Brown & Root Services- están haciendo una fortuna.

En junio de 1999, inmediatamente después de los bombardeos de Yugoslavia, el ejército estadounidense confiscó 1.000 yardas de tierras agrícolas al sur Kosovo en Uresevic, cerca de la frontera con Macedonia, y empezó la construcción del campo.

Camp Bondsteel es conocido como la «gran dama» de una red de bases militares estadounidenses a ambos lados de la frontera entre Kosovo y Macedonia. En menos de tres años ha sido transformado desde un campamento de tiendas de campaña a un campo-base autosuficiente y de alta tecnología que alberga a casi 7.000 soldados -tres cuartas partes de los soldados estadounidenses estacionados en Kosovo.

En Camp Bondsteel hay 25 kilómetros de carreteras y más de 300 edificios, rodeados de 14 kilómetros de muros de tierra y de cemento, 84 kilómetros alambre de espino y 11 torres vigía. Es tan grande que tiene distritos norte central y sur, tiendas de venta al por menor, instalaciones deportivas abiertas 24 horas, una capilla, una biblioteca y el hospital mejor equipado de Europa. Actualmente 55 helicópteros Black Hawk y Apache tienen su base en Bondsteel y aunque en estos momento carece de pista de aterrizaje para aviones, se eligió esa ubicación por su capacidad de expansión. Existen indicios de que podría sustituir a la base aérea estadounidense de Aviano en Italia.

(Véase Paul Stuart, «Camp Bondsteel and America’s plans to control Caspian oil», WSWS.org, abril de 2002, http://www.wsws.org/articles/2002/apr2002/oil-a29.shtml)

Camp Bondsteel no fue el producto de una «guerra justa» o humanitaria en defensa de los albano kosovares. La construcción de Camp Bondsteel se había planificado mucho antes de los bombardeos e invasión de Kosovo en 1999.

Los planes para construir Camp Bondsteel bajo un lucrativo contrato multibillonario de departamento de Defensa estadounidense con la subsidiaria de la empresa Halliburton basada en Texas, KBR, se formuló cuando Dick Cheney era presidente de Halliburton.

La construcción de Camp Bondsteel se empezó poco después de la invasión de 1999 bajo la administración Clinton. Se acabó de construir durante la administración Bush, después de que Dick Cheney dimitiera de su puesto como presidente de Halliburton:

Antes de 1999 Estados Unidos y la OTAN habían presentado los planes de bombardear Yugoslavia y ahora muchos dirigentes europeos creen que Estados Unidos utilizó deliberadamente el bombardeo de Yugoslavia para establecer Camp Bondsteel en Kosovo… Según el coronel Robert L. McCure, «Los planes de ingeniería para las operaciones en Kosovo empezaron meses antes de que se lanzara la primera bomba» (Véase Lenora Foerstel, Global Research, enero de 2008)

Uno de los objetivos subyacentes de Camp Bondsteel era proteger el proyecto de oleoducto albano-macedonio-búlgaro (AMBO, por sus siglas en inglés), que iba a canalizar el petróleo del Mar Caspio desde el puerto búlgaro de Burgas en el Mar Negro hasta el Adriático.

Casualmente, en 1997, dos años antes de la invasión, un alto ejecutivo de Brown & Root Energy, una subsidiaria de Halliburton, Edward L. (Ted) Ferguson, había sido nombrado director del AMBO. La empresa de ingeniería de Halliburton, Kellog, Brown & Root Ltd, también se hizo cargo de los planes de viabilidad del oleoducto AMBO.

El acuerdo AMBO para el oleoducto de 917 kilómetros de largo desde Burgas a Valona, Albania, se firmó en 2004.

Criminalización del Estado

El KLA se creó como un grupo paramilitar a mediados de los noventa. Era una insurgencia financiada por Estados Unidos-la OTAN. Su objetivo era desestabilizar y, en última instancia, desintegrar Yugoslavia. El KLA mantiene amplias relaciones con al Qaeda, que también estuvo implicada en el adiestramiento militar. Mercenarios muyaidines procedentes de muchos países han integrado las filas del KLA, que estuvo implicado tanto en actividades terroristas como en asesinatos políticos.

En este contexto, ¿cuáles son las implicaciones del » Plan Ahtisaari» que prevé la formación de un Estado kosovar multiétnico separado?

El sistema político kosovar propuesto está integrado por elementos criminales. Los políticos occidentales son completamente conscientes de la naturaleza del proyecto político kosovar, del que ellos son los artífices.

Sin embargo, a lo que estamos asistiendo no es a las relaciones habituales de políticos occidentales individuales con sindicatos criminales. La relación es mucho más sofisticada. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos están utilizando a organizaciones criminales de Kosovo para lograr sus objetivos militares exteriores. A cambio de ello, Kosovo apoya los intereses de las compañías petrolíferas y de los constructores de defensa, por no mencionar el tráfico multibillonario de heroína desde Afganistán.

A nivel institucional, la administración estadounidense, la Unión Europea, la OTAN y la ONU están promoviendo en realidad la criminalización del Estado kosovar, que ellos controlan. En términos generales, a lo que también estamos asistiendo es a la criminalización de la política exterior estadounidense. Estas organizaciones y partidos criminales se crean para servir a la larga a los intereses estadounidenses en el sur de Europa.

La independencia de Kosovo transformaría formalmente a Kosovo en un Estado mafia independiente, controlado por una alianza militar occidental. El territorio de Kosovo seguiría estando bajo la jurisdicción militar de EEUU-la OTAN.

La invasión de Kosovo en 1999 dirigida por la OTAN

En 1999 muchos sectores de la izquierda tanto en Estados Unidos como en Europa occidental apoyaron tácitamente la invasión [de Yugoslavia] dirigida por la OTAN. Muchas organizaciones progresistas apoyaron lo que ellos percibían como una «guerra humanitaria» en nombre de los albanokosovares.

La propaganda y la distorsión de los medios de comunicación contribuyeron a distorsionar las causas y consecuencias reales de las guerras contra la federación yugoslava.

El movimiento contra la guerra estaba desorganizado. En plenos bombardeos de la OTAN, varios escritores «progresistas» describieron al KLA como un ejército de liberación nacional de buena fe, comprometido con el apoyo de los derechos civiles de los albanokosovares.

Como confirmó a finales de 1998 el observador de la misión de la OSCE en Kosovo, el KLA se había visto implicado en incontables actos terroristas y atrocidades contra civiles serbios y albanos, así como contra grupos minoritarios en Kosovo.

Sin prueba alguna, el gobierno yugoslavo encabezado por el presidente Slobodan Milosevic fue presentado como el responsable de desencadenar una crisis humanitaria en Kosovo. La supuesta violación de los derechos humanos de los albanos se utilizó como pretexto para los intensos bombardeos de Yugoslavia. En una cruel ironía, los bombardeos más intensos se llevaron a cabo en Kosovo. La mayoría de las víctimas de esos ataques fueron albanokosovares.

Se defendió la invasión y subsiguiente ocupación militar como un esfuerzo humanitario dirigido a impedir la limpieza étnica en Kosovo contra los albanokosovares. La guerra contra Yugoslavia fue presentada como una «guerra justa» por el profesor Falk, un destacado intelectual «progresista» que apoyó los bombardeos de la OTAN de 1999 por razones morales y éticas:

«La guerra de Kosovo fue una guerra justa porque se emprendió para evitar un probable caso de «limpieza étnica» por parte de los dirigentes serbios de la antigua Yugoslavia y logró dar al pueblo de Kosovo un oportunidad de tener un futuro democrático y en paz. Fue una guerra justa a pesar de que se emprendió ilegalmente sin autorización de Naciones Unidas y a pesar de que se emprendió de manera que causara demasiadas víctimas civiles kosovares y serbias al tiempo que se minimizaba el riesgo de muertos o heridos en el bando de la OTAN».

( http://www.wagingpeace.org/articles/2003/08/01_falk_interview.htm )

Varios medios de comunicación progresistas condenaron el «régimen de Milosevic», al tiempo que expresaban un mitigado apoyo al KLA:

«Actualmente la única fuerza armada capaz de defender los pueblos albanokosovares que quedan es el KLA. A pesar de las deficiencias políticas nacidas del estado carente de ley al que ha sido arrojada el 90% de la mayoría albana en los últimos 10 años, desde que Milosevic abolió la autonomía de Kosovo, el año pasado el KLA logró organizar un grupo armado de más de 40.000 combatientes.

La mayor parte del debate de la izquierda centra sus potenciales y su programa político en la conveniencia de la lucha armada en general. Por ejemplo, en un artículo publicado en Znet (entre cuyos directores se incluyen Noam Chomsky y Edward Said) de Stephen Shalom, que resume con agudeza el caso tanto contra la OTAN como contra Milosevic, afirma: «Simpatizo con el argumento que afirma que si la gente quiere luchar por sus derechos, si no piden a otros que lo hagan por ellos, entonces habría que suministrarles armas para ayudarles a tener éxito. Este argumento me parece convincente en relación a Bosnia».
….

Michel Chossudovsky, profesor de economía de la Universidad de Ottawa, ha urdido la trampa más meticulosa en una obra titulada «Combatientes de la libertad financiados por el crimen organiza» que ha circulado en el circuito de internet . Llena de medias mentiras, suposiciones e insinuaciones acerca de la supuesta utilización por parte del KLA de dinero procedente de la droga, el artículo de Chossudovsky trata de desacreditar al KLA como un movimiento genuino de liberación que representa las aspiraciones de la mayoría albana oprimida.

(Michael Karadjis, Chossudovskys frame-up of the KLA, Green Left Review, http://mihalisk.blogspot.com/2005/08/chossudovskys-frame-up-of-kla-1999.html

Nueve años y dos guerras después, la cuestión de Kosovo ha vuelto a surgir. Es parte esencial de una hoja de ruta militar más amplia. Está íntimamente relacionada con la guerras dirigidas por Estados Unidos después del 11 de septiembre en Asia central y Oriente Próximo.

Los Balcanes constituyen la puerta de entrada a Eurasia. La invasión de 1999 estableció una presencia militar estadounidense permanente en el sur de Europa que sirve a la más amplia guerra dirigida por Estados Unidos. Yugoslavia, Afganistán e Iraq: estos tres escenarios de guerra se emprendieron por motivos humanitarios. En los tres países, sin excepción, se establecieron bases militares estadounidenses.

Reproducimos a continuación nuestro artículo de abril de 1999 sobre el Ejército de Liberación de Kosovo (KLA), publicado apenas tres semanas después de los ataques de los bombardeos de la OTAN, hace casi nueve años.

 SHAPE


«Combatientes de la libertad» de Kosovo financiados por el crimen organizado Michel Chossudovsky
10 de abril de 1999

Anunciados por los medios de comunicación globales como una misión de mantenimiento de la paz, los despiadados bombardeos de Belgrado y Prístina van mucho más allá de la violación del derecho internacional. Mientras que se demoniza a Slobodan Milosevic y se le describe como un dictador despiadado, el Ejército de Liberación de Kosovo (KLA) se presenta como un digno movimiento nacionalista que lucha por los derechos de los albanos. La verdad es que el KLA es mantenido por el crimen organizado con el apoyo tácito de Estados Unidos y de sus aliados.

Siguiendo un modelo establecido durante la guerra de Bosnia, se ha engañado cuidadosamente a la opinión pública. El multibillonario tráfico de narcóticos de los Balcanes ha desempeñado un papel crucial en la «financiación del conflicto» en Kosovo conforme a objetivos económicos, estratégicos y militares occidentales. Como está ampliamente documentados por los archivos policiales europeos y reconocen numerosos estudios, desde mediados de los noventa los gobiernos y las agencias de inteligencia occidentales han tenido conocimiento de las relaciones del KLA con sindicatos del crimen en Albania, Turquía y la Unión Europea.

» … La financiación de la guerra de la guerrilla de Kosovo plantea preguntas y cuestiona únicamente las afirmaciones de una política exterior «ética». ¿Debería occidente respaldar un ejército de guerrilla que parece estar financiado parcialmente por el crimen organizado?» [1]

Mientras que en Rambouillet los dirigentes del KLA estrechaban la mano de la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, Europol (la Organización de la Policía Europea, con base en La Haya) estaba «preparando un informe para los ministros de Interior y de Justicia europeos sobre las conexiones entre el KLA y las bandas de droga albanas» [2]. Mientras tanto, en los medios de comunicación globales (durante los meses anteriores a los bombardeos de la OTAN) se ha presentado hábilmente al ejército rebelde como ampliamente representativo de los intereses de los albanos de Kosovo.

Con el nombramiento como jefe negociador en Rambouillet del dirigente de KLA Hashim Thaci (un «combatiente de la libertad» de 29 años), el KLA se ha convertido en el timonel de facto del proceso de paz en nombre de la mayoría étnica albana y ello a pesar de sus relaciones con el tráfico de droga. Occidente se basaba en estos títeres del KLA para sellar un acuerdo que habría transformado Kosovo en un territorio ocupado bajo administración occidental.

Irónicamente, el enviado especial estadounidense a Bosnia, B. Robert Gelbard, había descrito al KLA el año pasado [1998] como «terroristas». Christopher Hill, jefe negociador estadounidense y artífice de los acuerdos de Rambouillet, «también ha sido fuertemente crítico con el KLA por sus supuestos negocios con droga» [3]. Además, apenas dos meses antes de Rambouillet, el departamento de Estado estadounidense había reconocido (basándose en informes de la Misión de Observadores de EEUU) el papel desempeñado por el KLA en aterrorizar y desarraigar a albanos:

» … el KLA hostiga o secuestra a cualquiera que acuda a la policía, … representantes del KLA han amenazado con asesinar a los habitantes de los pueblos y con quemar sus casas si no se unen al KLA [un proceso que continuó desde los bombardeos de la OTAN]… Los hostigamientos del KLA han llegado a tal intensidad que los habitantes de seis pueblos de la región de Stimlje está «dispuestos a huir»»[4].

Al respaldar un «movimiento de libertad» que tiene relaciones con el tráfico de droga, occidente parece también estar resuelto a evitar a la civil Liga Democrática de Kosovo y a su dirigente Ibrahim Rugova que ha hecho un llamamiento a que cesen los bombardeos y ha expresado su deseo de negociar un acuerdo de paz pacífico con las autoridades yugoslavas [5]. Vale la pena recordar que unos pocos días antes de su conferencia de prensa del 31 de marzo, el KLA (junto con otros tres dirigentes incluyendo a Fehmi Agani) había afirmado que los serbios habían asesinado a Rugova.

Financiación encubierta de los «combatientes de la libertad»

¿Recuerdan a Oliver North y los Contras? El modelo en Kosovo es similar a otras operaciones encubiertas de la CIA en América Central, Haití y Afganistán donde se financió a los «combatientes de la libertad» por medio del blanqueo del dinero de la droga. Desde el inicio de la Guerra Fría los servicios de inteligencia occidentales han desarrollado una compleja relación con el tráfico ilegal de narcóticos. Caso tras caso, el dinero de la droga blanqueado en el sistema bancario internacional ha estado financiando operaciones encubiertas.

Según el escritor Alfred McCoy, el modelo de financiación encubierto se estableció durante la guerra de Indochina. En los años sesenta se financió al ejército Meo con el tráfico de narcóticos como parte de la estrategia militar de Washington contra las fuerzas combinadas del gobierno neutral del príncipe Souvanna Phouma y el Pathet Lao [6].

Desde entonces el modelo de política de drogas establecido en Indochina se ha copiado en América Central y en el Caribe. «La curva creciente de importación de cocaína a EEUU», escribió el periodista John Dinges, «siguió casi exactamente el flujo de armas y de asesores militares estadounidenses en América Central» [7].

Era bien conocida la implicación de los militares de Guatemala y Haití, a los que la CIA había suministrado apoyo encubierto, en el tráfico de narcóticos en el sur de Florida. Y como revelaron los escándalos del Irán-Contra y del Banco de Comercio y de Crédito Internacional (BCCI), había pruebas contundentes de que las operaciones encubiertas se financiaron con el dinero del blanqueo de la droga. «Dinero sucio» reciclado a través del sistema bancario -con frecuencia por medio de una estructura de empresa anónima – se convirtió en «dinero encubierto» utilizado para financiar a diversos grupos rebeldes y movimientos de guerrilla, incluyendo a los Contras nicaragüenses y los muyaidines afganos. Según un reportaje de 1991 de la revista Time:

«Como EEUU quería suministrar a los rebeldes muyaidines en Afganistán misiles y otros equipamientos militares, necesitaba la completa cooperación de Pakistán. Para mediados de los ochenta, la sede de la CIA en Islamabad fue una de los más amplias centros de operaciones de la inteligencia estadounidense del mundo. ‘Si el BCCI supone un vergüenza tal para EEUU que no se llevan a cabo investigaciones directas, esto tiene mucho que ver con la vista gorda que hace EEUU con el tráfico de heroína en Pakistán ‘, afirmo un alto cargo de la inteligencia estadounidense» [8].

Estados Unidos y Alemania van de la mano

Desde principios de los noventa Bonn y Washington han ido de la mano en el establecimiento de sus respectivas esferas de influencia en los Balcanes. También ha habido colaboración entre sus respectivas agencias de inteligencia. Según el analista de inteligencia John Whitley, el apoyo encubierto al ejército rebelde de Kosovo se estableció como una empresa conjunta de la CIA y la alemana Bundes Nachrichten Dienst (BND) (que previamente había desempeñado un papel clave en la instalación de un gobierno nacionalista de derecha bajo Franjo Tudjman en Croacia) [9]. Inicialmente se encargó a Alemania la tarea de crear y financiar al KLA: «Utilizaban uniformes alemanes, armas de Alemania del este y en parte estaban financiados con el dinero de la droga»[10]. Según Whitley, la CIA desempeñó posteriormente un papel fundamental en adiestrar y equipar al KLA en Albania [11].

Las actividades encubiertas del BND alemán concordaban con el propósito de Bonn de expandir su «Lebensraum» [espacio vital] por los Balcanes. Antes del comienzo de la guerra civil en Bosnia, Alemania y su ministro de Exteriores, Hans Dietrich Genscher habían apoyado activamente la secesión; habían «forzado el camino de la diplomacia internacional» y presionado a sus aliados occidentales para que reconocieran a Eslovenia y Croacia. Según el Observatorio Geopolítico del a Droga, tanto Alemania como Estados Unidos favorecieron (aunque no de manera oficial) la creación de una «Gran Albania» que englobara Albania, Kosovo y partes de Macedonia[12]. Según Sean Gervasi, Alemania buscaba obtener vía libre por parte de sus aliados para «proseguir con el dominio económico en toda Mitteleuropa«[13].

El apoyo del fundamentalismo islámico al KLA

La «agenda oculta» de Bonn y Washington consistía en fomentar los movimientos nacionalistas de liberación en Bosnia y Kosovo con el propósito, en última instancia, de desestabilizar Yugoslavia. Este objetivo también se había llevado a cabo «haciendo la vista gorda» de la influencia de los mercenarios y del apoyo financiero de las organizaciones fundamentalistas islámicas [14].

Mercenarios financiados por Arabia Saudí y Kuwait habían estado combatiendo en Bosnia [15]. Y el modelo bosnio se copió en Kosovo: se afirma que mercenarios muyaidines procedentes de diferentes países islámicos lucharon en Kosovo junto con el KLA y que instructores alemanes, turcos y afganos adiestraron al KLA en tácticas de guerrilla y de distracción [16].

Según un informe de Deutsche Press-Agentur, se canalizó apoyo financiero al KLA procedente de países islámicos a través del ex-director afgano del Servicio Nacional de Información (NIS, por sus siglas en inglés), Bashkim Gazidede [17]. «Gazidede, al parecer un musulmán devoto que huyó de Albania en marzo del año pasado [1997], está siendo investigado actualmente por sus contactos con organizaciones terroristas islámicas»[18].

La ruta para suministrar las armas a los «combatientes de la libertad» del KLA son las montañosas y escarpadas fronteras de Albania con Kosovo y Macedonia. Albania es también un punto clave del tránsito de la ruta de la droga en los Balcanes que suministra a Europa occidental heroína de cuarta calidad. El 70% de la heroína que entra en Europa de oeste procede de Turquía. Y gran parte de los envíos por barco procedentes de Turquía transitan por los Balcanes. Según la agencia estadounidense contra la droga, DEA, «se calcula que de 4 a 6 toneladas métricas de heroína abandonan cada mes Turquía [a través de los Balcanes] con destino a Europa occidental» [19]. Un reciente informe de los servicios de inteligencia elaborado por la Agencia Federal Criminal de Alemania sugiere que: «Los albanos son ahora el grupo más importante en la distribución de la heroína a los países consumidores de occidente»[20].

El blanqueo del dinero sucio

Los sindicatos del crimen implicados en el tráfico de droga en los Balcanes necesitan amigos muy bien situados para prosperar. Se dice que bandas de contrabandistas con supuestas relaciones con el Estado turco controlan el tráfico de heroína por los Balcanes y «cooperan estrechamente con otros grupos con los que tienen vínculos religiosos o políticos», incluyendo grupos criminales de Albania y Kosovo [21]. En este nuevo entorno financiero global, poderosos lobbies políticos secretos conectados con el crimen organizado cultivan relaciones con destacadas figuras políticas y con altos cargos militares y de los servicios de inteligencia.

Sin embargo, el tráfico de narcóticos utiliza respetables bancos para blanquear enormes cantidades de dinero sucio. Aunque cómodamente alejados de las operaciones de contrabando en sí mismas, poderosos intereses bancarios en Turquía, aunque fundamentalmente los que están en los centros financieros de Europa occidental, cobran discretamente altas comisiones en operaciones multibillonarias de blanqueo de dinero. A los autores de estas operaciones le interesa extremadamente asegurar que los envíos por barco de droga lleguen a Europa occidental.

La conexión albana

El contrabando de armas desde Albania a Kosovo y Macedonia empezó a principios de 1992, cuando llegó al poder el Partido Democrático dirigido por el presidente Sali Berisha. Se había desarrollado una economía subterránea en expansión y el tráfico a través de las fronteras. Se había desarrollado ampliamente un tráfico triangular de petróleo, armas y narcóticos a consecuencia del embargo impuesto por la comunidad internacional a Serbia y Montenegro, y del bloqueo impuesto por Grecia a Macedonia.

La industria y la agricultura en Kosovo fueron abocadas a la bancarrota a consecuencia de las letales «medidas económicas» impuestas por el FMI a Belgrado en 1990. Se impuso el embargo a Yugoslavia. Los serbios y albanos fueron llevados a una pobreza abismal. El colapso económico creó un entorno que fomentó el progreso del tráfico ilícito. El índice de paro llegó a un sorprendente 70% en Kosovo (según fuentes occidentales).

La pobreza y el colapso económico sirvieron para exacerbar las tensiones étnicas latentes. Miles de jóvenes en paro, «apenas recién salidos de la adolescencia», de una población empobrecida fueron reclutados en las filas del KLA…[22]

En la vecina Albania, las reformas de libre mercado adoptadas desde 1992 habían creado condiciones que favorecían la criminalización de la instituciones del Estado. También se blanqueó el dinero de la droga en las ventas piramidales albanas (tramas ponzi) que brotaron como hongos durante el gobierno del ex-presidente Sali Berisha (1992-1997)[23]. Estos obscuros fondos de inversión fueron una parte fundamental de las reformas económicas impuestas por los acreedores occidentales a Albania.

Los barones de la droga en Kosovo, Albania y Macedonia (que mantenían relaciones con la mafia italiana) se habían convertido en las nuevas elites económicas, asociadas con frecuencia a los intereses de los negocios occidentales. A cambio, la recaudación financiera del tráfico de drogas y de armas se recicló a otras actividades ilícitas (y viceversa), incluyendo una vasta red de prostitución entre Albania e Italia. Los grupos criminales albanos que operaban en Milán, «se han convertido en redes de prostitución tan poderosas que incluso han desbancado a las calabreses en fuerza e influencia» [24].

La aplicación de «fuertes medidas económicas» bajo las instituciones de Bretton Woods con base en Washington habían contribuido a destruir el sistema bancario de Albania y a precipitar el colapso de la economía albana. El subsiguiente caos permitió a las transnacionales estadounidenses y europeas tomar excelentes posiciones. Varias compañías petrolíferas occidentales, incluyendo Occidental, Shell y British Petroleum, habían puesto los ojos en los abundantes y no explotados depósitos de petróleo de Albania. Los inversores occidentales también miraban atónitos la inmensas reservas de cromo, cobre, oro, níquel y platino de Albania…. La Fundación Adenauer había estado presionando entre bastidores en nombre de los intereses mineros alemanes [25].

El ministro de Defensa de Berisha, Safet Zoulali (supuestamente implicado en el tráfico ilegal de petróleo y de narcóticos) fue el artífice del acuerdo con la [compañía] Preussag de Alemania (que controlaba las minas de cromo de Albania) en contra de la puja del consorcio dirigido por Estados Unidos Macalloy Inc. asociado con Rio Tinto Zimbabwe (RTZ) [26].

También se habían reciclado enormes cantidades de narco-dólares en la privatización de programas que llevaban a la adquisición de bienes estatales por las mafias. En Albania el programa de privatización había llevado, prácticamente de la noche a la mañana, al desarrollo de una clase poseedora de propiedades firmemente comprometida con el «libre mercado». En el norte de Albania esta clase estaba asociada a las «familias» Guegue vinculadas al Partido Democrático.

Controlada por el Partido Democrático bajo la presidencia de Sali Berisha (1992-97), la mayor «pirámide» financiera de Albania, VEFA Holdings, había sido establecida por las «familias» Guegue del norte de Albania con apoyo de los intereses banqueros occidentales. En 1997 VEFA estaba siendo investigada en Italia por sus relaciones con la mafia que supuestamente utilizaba a VEFA para blanquear enormes cantidades de dinero sucio [27].

Según un reportaje periodístico (basado en fuentes de la inteligencia), altos cargos del gobierno albano durante la presidencia de Sali Berisha, incluyendo miembros del gobierno y miembros de la policía secreta, SHIK, supuestamente habían estado implicados en el tráfico de drogas y en el comercio ilegal de armas con Kosovo:

«(…) Las acusaciones son muy graves. Se cree que una compañía, Shqiponja, dirigida abiertamente por el partido que gobierna en Albania, el Partido Democrático, ha estado comerciando con drogas, armas y tabaco de contrabando (…). A lo largo de 1996 el ministro de Defensa, Safet Zhulali, [supuestamente] había utilizado su despacho para facilitar el transporte de armas, petróleo y tabaco de contrabando. (…) Los barones de la droga de Kosovo (…) operan en Albania con impunidad y se cree que la mayor parte del transporte de heroína y de otras drogas a través de Albania, desde Macedonia y Grecia camino de Italia está organizado por la Shik, la policía de seguridad del Estado (…). Los agentes de la inteligencia están convencidos de que la cadena de mando en las tramas va directamente a lo más alto y no han tenido la menor duda en mencionar a ministros en sus informes» [28].

Se permitió que prosperara el tráfico de narcóticos y de armas a pesar de la presencia desde 1993 de un enorme contingente de soldados estadounidenses en la frontera entre Albania y Macedonia que tenía el cometido de hacer que se respetara el embargo. Occidente hizo la vista gorda. Los ingresos del petróleo y de los narcóticos se utilizaron para financiar la compra de armas (a menudo a base de trueques directos): «Se pueden usar los envíos de petróleo a Macedonia (evitando el embargo griego [en 1993-4]) para encubrir la heroína, como lo hacen los envíos de rifles kalashnikov a los ‘hermanos’ albanos de Kosovo» [29].

Los clanes tribales del norte o «fares» también habían desarrollado relaciones con los sindicatos del crimen italianos [30]. A cambio, estos últimos desempeñaron un papel fundamental en el contrabando de armas a través del Adriático hacia los puertos albanos de Dures y Valona. A principios de 1992 las armas introducidas en Kosovo eran básicamente pequeñas armas, incluyendo rifles kalashnikov AK-47, y armas RPK y PPK, armas pesadas de calibre 12.7, etc.

Las recaudaciones del tráfico de narcóticos ha permitido al KLA desarrollar rápidamente una fuerza de unos 30.000 hombres. Más recientemente el KLA ha adquirido armas más sofisticadas, incluyendo misiles anti-aviones y anti-blindados. Según Belgrado, algunos fondos han venido directamente de la CIA «canalizados a través del denominado ‘gobierno de Kosovo’ con base en Ginebra, Suiza. Su oficina en Washington ha contratado a la empresa de relaciones-públicas Ruder Finn, conocida por sus calumnias del gobierno de Belgrado» [31].

El KLA también ha adquirido equipamiento de vigilancia electrónica que le permite recibir información vía satélite de la OTAN referente a los movimientos del ejército yugoslavo. Se dice que el campo de adiestramiento del KLA en Albania «se centra en el adiestramiento en armas pesadas -granadas de propulsión a misil, cañones de medio calibre, uso de tanques y de transporte, así como en las comunicaciones, el mando y el control» (según fuentes del gobierno yugoslavo) [32].

Estos extensos envíos de almas al KLA concordaban con los objetivos geopolíticos occidentales. No es sorprendente que haya habido un «silencio absoluto» por parte de los medios de comunicación internacionales en relación al tráfico de armas y drogas de Kosovo. En palabras de un informe de 1994 del Observatorio Geopolítico de Droga: «se está juzgando el tráfico [de drogas y armas] básicamente por sus implicaciones geoestratégicas (…). En Kosovo, el tráfico de drogas y armas está exacerbando las esperanzas y temores geopolíticos»…[33]

El destino de Kosovo ya se había diseñado cuidadosamente antes de la firma de los acuerdos de Dayton de 1995. La OTAN ha entrado en un pernicioso «matrimonio de conveniencia» con la mafia. Se ha establecido sobre el lugar a «combatientes de la libertad», el tráfico de narcóticos ha permitido a Washington y Bonn «financiar el conflicto de Kosovo» con el objetivo último de desestabilizar el gobierno de Belgrado y recolonizar completamente los Balcanes. El resultado es la destrucción de todo un país. Los gobiernos occidentales que participaron en la operación de la OTAN son altamente responsables de las muertes de civiles, del empobrecimiento de las poblaciones tanto albanas como serbias y de la difícil situación por la que atraviesan quienes fueron brutalmente desarraigados de sus ciudades y pueblos en Kosovo a consecuencia de los bombardeos.

Notas:

* Efectivamente, Boris Tadic ha resultado elegido, aunque por un margen más estrecho del esperado (n. de la t).

1. Roger Boyes y Eske Wright, «Drugs Money Linked to the Kosovo Rebels», The Times, London, lunes, 24 de marzo de 1999.
2. Ibid.
3. Philip Smucker y Tim Butcher, «Shifting stance over KLA has betrayed’ Albanians», Daily Telegraph, London, 6 de abril de 1999
4. Informe diario del KDOM, publicado por el Despacho de Asuntos Europeos y Canadienses, Oficina de Asuntos de Europa Sur Central, Departamento de Estado de EEUU, Washington, DC, 21 de diciembre de 1998; recopilado por EUR/SCE (202-647-4850) de informes diarios de miembros de la Misión Diplomática Estadounidense de Observadores en Kosovo, 21 de diciembre de 1998.
5. «Rugova, sous protection serbe appelle a l’arret des raides», Le Devoir, Montreal, 1 de abril de 1999.
6. Véase Alfred W. McCoy, The Politics of Heroin in Southeast Asia, Harper and Row, New York, 1972.
7. Véase John Dinges, Our Man in Panama, The Shrewd Rise and Brutal Fall of Manuel Noriega, Times Books, New York, 1991.
8. «The Dirtiest Bank of All,» Time, 29 de julio de 1991, p. 22.
9. Truth in Media, Phoenix, 2 de abril de, 1999; véase también Michel Collon, Poker Menteur, editorial EPO, Bruselas, 1997 [existe una traducción al castellano publicada por la editorial Hiru, El juego de la mentira].
10. Citado en Truth in Media, Phoenix, 2 de abril de 1999).
11. Ibid.
12. Geopolitical Drug Watch, No 32, junio de 1994, p. 4
13. Sean Gervasi, «Germany, US and the Yugoslav Crisis», Covert Action Quarterly, No. 43, invierno de 1992-93).
14. See Daily Telegraph, 29 de diciembre de 1993.
15. Para más detalles véase Michel Collon, Poker Menteur, op. cit, p. 288.
16. Truth in Media, Kosovo in Crisis, Phoenix, 2 de abril de 1999.
17. Deutsche Presse-Agentur, 13 de marzo de 1998.
18. Ibid.
19. Daily News, Ankara, 5 de marzo de 1997.
20. Citado en Boyes and Wright, op cit.
21. ANA, Athens, 28 de enero de 1997, véase también Turkish Daily News, 29 de enero de 1997.
22. Brian Murphy, KLA Volunteers Lack Experience, The Associated Press, 5 de abril de 1999.
23. Véase Geopolitical Drug Watch, No. 35, 1994, p. 3, véase también Barry James, in Balkans, Arms for Drugs, The International Herald Tribune, Paris, 6 de junio de 1994.
24. The Guardian, 25 de marzo de 1997.
25. Para más detalles, véase Michel Chossudovsky, La crisi albanese, Edizioni Gruppo Abele, Torino, 1998.
26. Ibid.
27. Andrew Gumbel, The Gangster Regime We Fund, The Independent, 14 de febrero de 1997, p. 15.
28. Ibid.
29. Geopolitical Drug Watch, No. 35, 1994, p. 3.
30. Geopolitical Drug Watch, No 66, p. 4.
31. Citado en Workers’ World, 7 de mayo de 1998.
32. Véase gobierno de Yugoslavia en http://www.gov.yu/terrorism/terroristcamps.html.
33. Geopolitical Drug Watch, No 32, junio de 1994, p. 4

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