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La ira se extiende por la línea del frente de Marjah

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Los vecinos del distrito de Marjah, en la provincia de Helmand, donde una operación militar conjunta entre el ejército afgano y las fuerzas occidentales trata de expulsar a los talibanes, comentan que hay varios civiles más asesinados aparte de los doce reconocidos por la ISAF (siglas en inglés de la Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad dirigida por EEUU). También dicen que los combates están provocando situaciones de hambre porque la gente no puede salir de sus hogares para buscar comida.

El gobernador de la provincia de Helmand, Mohammad Gulab Mangal, visitó la zona el quinto día de las operaciones para ver la situación con sus propios ojos. «La gente me pedía que les proporcionara alimentos… y como la operación sigue adelante y se han colocado muchas minas, lleva tiempo poder limpiar el terreno. Sin embargo, estamos preparando un plan para enviar rápidamente comida a la gente», dijo a los periodistas. Y añadió: «La gente de Marjah podrá proseguir pronto con su vida habitual».

Durante los combates han muerto al menos trece soldados de la OTAN, un soldado afgano, doce civiles y alrededor de 120 insurgentes, según informes de las agencias de noticias, incluyendo Associated Press y Voice of America.

El General David Petraeus, el alto comandante de EEUU para Oriente Medio y Asia Central, dijo el fin de semana que las pérdidas estadounidenses en Afganistán serían «graves» y que aunque las fuerzas talibanes estaban «un tanto inconexas», eran «formidables». «Todavía siguen luchando, sin duda», dijo.

Poco después de que la «Operación Moshtarak» («Juntos») empezara el 13 de febrero en la provincia de Helmand, el Ministro de Defensa afgano, el General Abdul Rahim Wardak, el Ministro del Interior, Hanif Atmar y el General Stanley McChrystal, el comandante de las fuerzas de la ISAF y de la OTAN en Afganistán, alardearon de que la operación había sido un éxito. En la ofensiva están participando alrededor de 15.000 soldados de la OTAN y afganos. McChrystal dijo que las fuerzas extranjeras actuaban en apoyo de las fuerzas afganas en la línea del frente.

Muchos residentes de Marjah huyeron cuando las fuerzas de la coalición trataban de expulsar a los insurgentes, pero hay muchos otros vecinos que han permanecido en sus casas.

Wardak dijo que era probable que la operación durara alrededor de un mes. «No podremos eliminar todos los problemas en un corto espacio de tiempo. Sin embargo, le prometemos al pueblo de Marjah que prepararemos el camino para que tengan una vida mejor», dijo a los informadores. Hizo un llamamiento a los talibanes para que depusieran las armas y se unieran al proceso de paz.

Atmar acusó a los talibanes de utilizar a la población como escudos humanos: «La oposición ha utilizado a la gente como escudo y eso ha provocado algunas víctima civiles. Una brigada completa de policía se desplazará pronto hasta Marjah para afianzar la seguridad y ayudar a los patriarcas tribales a preparar una mejor gobernanza».

Aunque el gobierno dice que ha intentado evitar las víctimas civiles, la gente de la zona está indignada por cómo se ha dirigido la operación y han detallado incidentes en los que al menos habían muerto cuatro personas más.

Un hombre, Harun, que habló con el Institute for War and Peace Reporting (IWPR, por sus siglas en inglés) en un hospital en Laskhar Gah, la capital de la provincia, dijo que durante los combates habían herido a dos de sus hermanos y que la esposa de uno de ellos había muerto cuando un tanque de la coalición le lanzó un proyectil. Había traído a los hombres al hospital para que les atendieran.

Dijo que el incidente empezó cuando los talibanes abrieron fuego contra las fuerzas occidentales desde un puesto situado a 100 metros de su casa y que se disparó e hirió a sus hermanos cuando salieron corriendo de la casa porque tenían miedo de que los proyectiles la alcanzaran.

«Mi hermano herido, Fazel Omar, se había casado hace seis meses. Cuando le hirieron, su mujer salió corriendo de la casa hacia él, pero le dispararon a ella desde el tanque y la mataron», dijo.

Añadió indignado: «Fue un momento muy difícil para mí porque no podía salir de la casa; no podía recoger a mis hermanos heridos para llevarlos al hospital y tampoco podía llevar el cuerpo de mi cuñada hasta la casa».

En un segundo incidente en el pueblo de Qari Sada, un proyectil lanzado al parecer por las fuerzas la coalición impactó contra una casa. Los familiares viajaron hasta el Hospital Bost en Lashkar Gah con los cuerpos de dos muchachas.

La mayoría de ellos estaban demasiado apenados como para hablar con los medios pero Gula Jan dijo a IWPR: «Mis dos hermanas pequeñas han muerto martirizadas por un proyectil de los extranjeros y no me reconciliaré con los infieles hasta que pueda vengar a mis hermanas».

Se dispone de informes sobre una cuarta víctima civil muerta en la Plaza Karwa. Las fuerzas extranjeras dispararon contra un conductor que salía de casa para tratar de comprar comida.

Su hijo, Ahmad, dijo: «Tuvimos que tener el cadáver de mi padre dos días en casa porque los extranjeros no nos permitieron salir a enterrarlo en el cementerio. Teníamos miedo de que nos mataran. Los infieles son crueles, no sienten ninguna simpatía hacia nosotros».

Un portavoz de la ISAF, cuando se le preguntó por esas cuatro muertes, dijo: «No tenemos información que confirme esos incidentes».

La ISAF informó que habían muerto doce civiles en Marjah cuando un proyectil impactó contra una casa. Inicialmente se dijo que había sido a causa de un error del sistema. Sin embargo, se ha citado a funcionarios afganos alegando que el sistema funcionó correctamente pero que la casa destruida había sido utilizada por los talibanes para lanzar ataques.

Los vecinos de la zona tienen miedo de que les maten en medio de los combates. Un vecino del distrito de Marjah, Zaher Han, dijo por teléfono: «El gobernador nos anuncia por la radio que no va a haber bombardeos, pero están bombardeándonos mientras dice eso. Si esos bombardeos no se detienen va a haber muchas víctimas civiles».

El portavoz de los talibanes, Qari Yosuf Ahmadi, dijo que los insurgentes resistían a las fuerzas afganas y extranjeras y que, con tal objetivo, se habían desplazado a Marjah unos dos mil combatientes.

Un comandante regional de los talibanes en el distrito de Marjah, el Mullah Osman, dijo: «Hemos llenado la zona de minas. Hemos avisado a la gente para que no salga de las casas. Si tienen motivos urgentes para salir, deben decírnoslo. Nuestro objetivo es la yihad y la lucha contra los infieles».

Rechazó que los combatientes estuvieran utilizando a los civiles para protegerse. «Nosotros no utilizamos civiles como escudos, como sí hacen el gobierno y las fuerzas extranjeras. Consideramos una tarea importante defender la vida del pueblo y proteger su honor», dijo.

El General afgano Sher Mohammad Zazai, comandante de la 205 Brigada del Ejército en Kandahar, confirmó que se había minado la zona. «No hay resistencia por parte de los talibanes. Hay un único problema, que es el problema de las minas. Por esta razón, la operación puede llevar mucho tiempo», declaró.

Otro vecino de Marjah, el Dr. Ahmad Ahmadi, dijo a IWPR por teléfono: «Han plantado miles de minas aquí. No se puede reanudar la vida normal a menos que se limpien todas esas minas. Los talibanes han colocado 35 minas a sólo 200 metros de mi casa».

Aziz Ahmad Tassal y Mohammad Elyas Dayes son informadores de IWPR en Helmand.

Fuente: http://www.atimes.com/atimes/South_Asia/LB23Df02.html