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La movilización ciudadana logra que René Préval vuelva al poder en Haití

Fuentes: Rebelión/Agencias

René Préval, proclamado oficialmente hoy presidente electo de Haití, vuelve al poder en ese país caribeño, el más pobre de América, del que fue primer ministro bajo la presidencia de Jean-Bertrand Aristide, y jefe de Estado. Préval, favorito según las encuestas previas a las elecciones del pasado 7 de febrero, fue el candidato más votado […]

René Préval, proclamado oficialmente hoy presidente electo de Haití, vuelve al poder en ese país caribeño, el más pobre de América, del que fue primer ministro bajo la presidencia de Jean-Bertrand Aristide, y jefe de Estado.

Préval, favorito según las encuestas previas a las elecciones del pasado 7 de febrero, fue el candidato más votado en los comicios a los que se presentó al frente del partido La Esperanza, de reciente creación, y en los que se benefició del apoyo de las clases más populares.

Ingeniero agrónomo de 63 años, el ahora presidente electo, proclamado tras un acuerdo entre el Consejo electoral Provisional y el primer ministro interino, Gérard Latortue, fue primer ministro y ministro del Interior y Defensa durante el primer gobierno de Aristide en 1991, y presidente de la República elegido democráticamente de 1996 a 2001.

En las presidenciales del pasado día 7, Préval disponía del favor electoral de quienes le consideran un aliado del Aristide, actualmente exiliado en Sudáfrica tras haber sido desalojado de la presidencia por una intervención norteamericana precedida de una maniobra desestabilizadora liderada por Estados Unidos y Francia en febrero de 2004.

Casado y con dos hijas, Préval se ha dedicado durante los últimos años a fabricar y exportar muebles de bambú sin haber amasado con ese negocio, ni con su paso por el poder, una gran riqueza económica.

Hijo de un ministro de Agricultura, René Préval se formó en Bélgica, adonde su familia se trasladó en 1963 huyendo de la dictadura de Francois Duvalier, aunque no llegó a concluir los estudios superiores de Agronomía en la Universidad de Bruselas.

Vivió la primera mitad de la década de 1970 en Estados Unidos, antes de regresar en 1975 a su país para regentar una panadería.

Entró en política en 1986, pocos meses antes de la caída de Jean-Claude Duvalier, cuando contactó con el entonces sacerdote salesiano Aristide.

Fue miembro del movimiento izquierdista Honor y Respeto por la Constitución, presidió un comité que investigó las desapariciones durante el régimen dictatorial y militó en Lavalás, coalición que llevó a la presidencia del país a Aristide tras la victoria en las elecciones de diciembre de 1990.

En 1991 fue nombrado primer ministro y además asumió las carteras de Interior y de Defensa Nacional.

El golpe de Estado del 30 de septiembre de 1991 encabezado por el entonces general jefe de las Fuerzas Armadas, Raoul Cédras, derrocó al presidente Aristide, y Préval se vio obligado a pasar a la clandestinidad.

Durante varios meses vivió bajo protección francesa en la residencia oficial del embajador de Francia, y el 13 de febrero de 1993 llegó a México con estatus de asilado político.

Al año siguiente, Aristide volvió a la presidencia de Haití, bajo protección de EEUU, pero Préval no reasumió entonces ningún cargo en el Gobierno.

En 1995 presentó su candidatura a la presidencia de la República al frente de la Organización Política Lavalas (OPL) y obtuvo el respaldo mayoritario del 87,9 por ciento del escasísimo electorado que participó en las elecciones.

El 7 de febrero de 1996 recibió el poder de Aristide, quien por imperativo constitucional no podía renovar mandato, por lo que algunos observadores internacionales vieron en Préval «un hombre de paja» del presidente saliente.

Su llegada al poder ahora se hace tras la indignación despertada entre los haitianos al apreciar un irregular recuento con el que se pretendía disminuir su apoyo electoral a menos del cincuenta por ciento con objeto de impedir su nombramiento como presidente en primera vuelta. Según sectores sociales y medios de comunicación dominicanos y cubanos, tras la operación se escondía una nueva maniobra de Estados Unidos, quien no siente simpatía alguna por Préval. Sin embargo, la movilización popular ha permitido que Prevás vaya a ser presidente