Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Malalai Joya, llamada «la mujer más valiente de Afganistán», está terminando una gira por EEUU donde ha exigido a la administración Obama que saque a sus tropas de su país. Entre otras muchas cosas, ha manifestado que nada podría ser peor para las mujeres afganas que lo que ella considera como actual guerra civil.
Rodeada de hombres poderosos que al menos le doblaban la edad, Malalai Joya, que entonces, con 27 años, era la persona más joven elegida para el Parlamento afgano, levantó la mano para hablar. Cuando así lo hizo denunció a los señores de la guerra y narcotraficantes presentes en el gobierno, ofreciendo un alegato en defensa de los derechos de las mujeres.
Eso ocurrió allá por 2005, cuatro años después de que EEUU invadiera Afganistán. Dos años más tarde, Joya fue expulsada del Parlamento por criticar a los señores de la guerra que controlan el país bajo el Presidente Hamid Karzai y con el apoyo de EEUU.
Sus enemigos han intentado asesinarla en múltiples ocasiones, obligándola a esconderse en casas seguras y a vivir bajo un burka.
Ahora, a los 31 años, Joya, conocida ampliamente como «la mujer más valiente de Afganistán», ha llegado a los Estados Unidos para promover su nuevo libro y entregar un mensaje al gobierno estadounidense en el momento en el que la administración Obama, según todos los informes que ofrece la prensa, está considerando aumentar el nivel de efectivos en aquel país.
La gira tuvo lugar entre 23 de octubre y 12 de noviembre, y durante la misma presentó la siguiente demanda en las dos docenas de encuentros que mantuvo desde Nueva York a Los Ángeles: «Váyanse de mi país lo más pronto posible».
Joya forma parte del puñado de mujeres afganas que se manifiestan contra la ocupación de Afganistán y llaman la atención ante el empeoramiento de la condición de las mujeres. Al finalizar su gira por EEUU, se dirigirá a Canadá para celebrar otra serie de conferencias y encuentros.
¿Liberación para las mujeres afganas?
EEUU facturó la invasión de Afganistán como un momento liberador para las mujeres afganas.
«La última vez que nos encontramos en esta Cámara, las madres e hijas de Afganistán estaban cautivas en sus propios hogares y tenían prohibido trabajar e ir al colegio», dijo el Presidente George W. Bush en 2002 en su discurso sobre el Estado de la Unión. «Ahora las mujeres son libres y forman parte del nuevo gobierno afgano».
Joya dijo que la violencia de la ocupación y la misoginia de los actuales dirigentes políticos del país han empeorado sus vidas.
«La situación de la mujer es un infierno», dijo Joya en un discurso en la Universidad Brown, que formaba parte de su gira, señalando que un único hospital en Kabul ha informado de más de 600 intentos de suicidio de 2008 a 2009, intentos cometidos por mujeres en su mayoría.
Joya denominó el actual régimen existente bajo el recientemente reelegido Presidente Karzai de «mentalmente similar a los talibanes», diciendo que «sólo a nivel físico había cambiado el gobierno».
Se refirió a la firma por Karzai de la denominada «ley de la violación» como una prueba de la naturaleza misógina de su gobierno. Tras las protestas globales que se produjeron en el mes de abril, Karzai votó para cambiar la ley, que mandaba a las mujeres chiíes someterse sexualmente a sus maridos. El pasado verano se aprobó una segunda versión de la ley, que ahora permite que los hombres chiíes le nieguen el alimento a sus esposas si no obedecen sus demandas sexuales.
Afganistán es «como un sándwich entre dos enemigos poderosos… los enemigos internos y los enemigos externos», dijo Joya. «Es mucho más fácil combatir contra un enemigo que contra dos».
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que había sido fijada para el pasado 7 de noviembre, se canceló declarándose ganador a Karzai una vez que su contrincante, Abdullah Abdullah, que había acusado a Karzai de fraude, se retiró el 1 de noviembre de la carrera electoral.
Más tropas estadounidenses
Aunque sigue cuestionándose la legitimidad del Presidente Karzai debido a las acusaciones de falsificación de votos, el Presidente Obama parece estar dispuesto a enviar más tropas en su apoyo a Afganistán.
Muchos en EEUU, incluido el senador por Massachussets, John Kerry, creen que si las tropas estadounidenses se retiran se producirá una guerra civil.
Joya está entre quienes opinan que el país ha alcanzado ya tales niveles de violencia que superan con mucho los de una guerra civil y que debe confiarse en que el pueblo afgano será capaz de asumir las riendas.
«Es imposible llevar la democracia a través de la guerra», dijo en respuesta a una cuestión en la Universidad Brown sobre quién proporcionaría la seguridad en ausencia del ejército estadounidense. «Déjennos respirar en paz», dijo. «Sabemos qué hacer con nuestro destino».
Joya se ganó el reconocimiento internacional en 2005 cuando habló contra los señores de la guerra y narcotraficantes en la asamblea constitucional afgana. Dirigiéndose a los «criminales» que controlaban el país, les tildó de ir en contra de las mujeres, pidió que se les sometiera a juicio en un tribunal internacional y declaró que la historia nunca iba a perdonarles. Fue entonces sacada de la cámara de la asamblea en un mar de amenazas y aplausos.
Tras hablar en Brown, Joya se reunión con Women’s eNews y recordó con una sonrisa otro discurso en la que comparó a los miembros del parlamentos con los animales, cuestionando su integridad y utilidad. Eso hizo que la expulsaran del parlamento y que la despojaran de su papel político formal, pero ella nunca se ha callado la boca.
Joya no dispone de mucha seguridad en los actos que lleva a cabo e incluso, como dijo a Women eNews, se enfrenta también a amenazas de los aliados de los señores de la guerra en EEUU.
¿Merece la pena vivir bajo amenaza?
Cuando se le preguntó si merecía la pena tanta amenaza y estar separada de su familia, Joya, se sintió muy conmovida y se puso a hablar de sus hermanas las mujeres en su país, relatándonos historias de mujeres y niñas violadas, torturadas y asesinadas en Afganistán.
Nos contó de una niña de cinco años asesinada por resistir a los intentos de violación de un hombre adulto, de otra niña que suplicó el derecho a divorciarse después de soportar las torturas de su marido y de los cientos de mujeres que se han quemado vivas para escapar de vidas de pesadilla, de pobreza y de abusos [*].
Nos dijo que algunas veces es incapaz de dormir por la noche después de haber visto fotos de los horrores. Es la lealtad con «mi pueblo» la que la ha traído a Estados Unidos, donde ha hablado ante atestados auditorios y vendidos ejemplares de su libro editado en 2009: A Woman among Warlords.
Joya manifestó que se puso a escribir el libro para intentar comunicar una pequeña parte del dolor y sufrimiento de su pueblo y para revelar la verdad sobre los señores de la guerra que eran sus pares en el parlamento. Aunque hay funcionarios del gobierno que han demandado a Joya por insultarles, no cree que deba ser ella quien pida excusas.
«Alguien tenía que contarlo y yo lo hice… y no lo lamento», dijo.
Y a continuación se dirigió al Presidente Obama: «Pida perdón a mi pueblo y ponga fin a esta guerra».
N. de la T.:
[*] Véase a este respecto artículo publicado en Rebelión: http://www.rebelion.org/
Amy Littlewood es una periodista independiente que vive en Amherst (Massachussets).
Fuente: http://www.globalresearch.ca/