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La necesaria unidad entre docencia y compromiso (y II)

Fuentes: Rebelión

En una carta enviada al diario argentino La Nación, José Martí expuso su aspiración de que las escuelas fueran “casas de razón donde con guía juiciosa se habituase al niño a desenvolver su propio pensamiento, y se le pusieran delante, en relación ordenada, los objetos e ideas, para que deduzca por sí las lecciones directas y armónicas que le dejan enriquecido con sus datos, a la vez que fortificado con el ejercicio y gusto de haberlos descubierto”.

El desarrollo tecnológico alcanzado hoy refuerza la vigencia de esta aspiración.  El Apóstol de la Independencia de Cuba habló de objetos e ideas. La posibilidad de crear escenarios virtuales no puede conducir a despreciar el conocimiento, sino, por el contrario, a reafirmarlo y profundizarlo para analizar con sentido crítico la realidad y enriquecer el fundamento de la lucha para transformarla. 

Concebir ideas, preparar acciones y realizarlas, son tareas continuas e inaplazables. 

Es deformante y falaz la afirmación de que es posible disociar teoría y práctica.

EL COMPROMISO EN LA REALIDAD DOMINICANA

En República Dominicana, un gobierno conservador encabezado por un entreguista multimillonario y dirigido desde el poder hegemónico ha dispuesto una reducción significativa en el presupuesto para el sector Educación. Esta disposición debe mover a todo el personal docente.

La fusión del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) con el Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD), reduce la asignación presupuestaria al sector educativo y reduce también el tamaño del Estado, acción con la cual están de acuerdo globalistas y proteccionistas en el norte hegemónico. 

Si el presidente Luis Abinader y sus ministros Franklin García Fermín y Ángel Hernández dicen que con esa reducción elevan la calidad del gasto, deben sentir la presión del magisterio. 

Lo que sucede es que las necesidades de la población no figuran en la agenda de un Estado elitista e indolente.

Elevar la calidad del gasto sería dejar de entregar a las universidades privadas grandes sumas de dinero para que formen docentes después que han demostrado que no realizan esa tarea con entrega y eficacia.

¿Por qué el sector público, a pesar de que le sobra dinero, no destina los recursos necesarios para formar docentes capaces de servir efectivamente a la sociedad? Porque el docente bien formado está llamado a formar parte de la vanguardia, en abierta contradicción con el atraso político que fomenta la sociedad de clases. 

Una parte de la asignación presupuestaria puede emplearse en mejorar los centros públicos, actualizarlos y elevar la calidad de la enseñanza.

Ese tema tiene enorme trascendencia. Tratarlo con seriedad y darle énfasis, lejos de atentar contra la unidad del sector, contribuye a posicionarlo como referente en el entorno social.

Muchos de los problemas que el poder mediático presenta a la sociedad con serias deformaciones, están relacionados con la situación de la formación docente.

Con frecuencia ocurren en los centros públicos y privados situaciones de violencia que en los medios controlados por el capital son presentadas como espectáculo o bien como hechos aislados. Tras la denuncia, se anuncia el castigo a una parte de los ejecutores y se produce una declaración de funcionarios del MINERD, como si parches y demagogia constituyeran una solución.

Violentas riñas entre estudiantes, abuso sexual contra jóvenes (por docentes o compañeros) y agresiones violentas en peleas de grupos se convierten en escándalo algunas veces, pero otras veces no son objeto de comentarios.

En muchos centros primarios y secundarios hay docentes que aplican castigo físico y que insultan a los estudiantes. ¿Es intrascendente este detalle? 

El docente que asume con seriedad su rol no puede guardar silencio ante situaciones similares por el hecho de que padres o tutores no reaccionan de manera contundente. 

Dado que ha tenido acceso a la educación formal, el docente está llamado a combatir la inacción y la alienación, jamás a sumarse a ellas. 

La auténtica formación es urgente en el esfuerzo por erradicar acciones como la registrada en una escuela primaria de una comunidad de San Pedro de Macorís, donde se acusa a dos docentes (uno de ellos de matemática, y esto hay que anotarlo) de abuso sexual contra una niña de 13 años. 

En febrero del año 2023 murió la jovencita Esmeralda Richiez, de 15 años, quien se desangró tras ser objeto de prácticas sexuales violentas por un profesor (que impartía educación física y también matemática). Es indignante el hecho.

¿No comienza, acaso, en la falsa excelencia la deficiencia en la formación? La falsa excelencia es un montaje de centros privados que necesitan mantener al estudiante en condición de cliente para recibir sin recortes el pago del gran cliente que es el Estado. También se falsifica la excelencia en los centros públicos donde es preciso disfrazar resultados para `crear` estadísticas.

La formación es un todo que incluye lo profesional, lo académico y lo moral. Si desde el comercio de servicios esto no se toma en cuenta, es preciso que el sector público, con la vigilancia de la sociedad y la observación directa y permanente de las organizaciones magisteriales, se ocupe de la formación del docente.

El Che Guevara, al dirigirse a los capacitadores en Cuba, expresó: “Que nunca se diga de un capacitador que se ha levantado después de hora, que ha llegado tarde a una concentración, que ha dejado de cumplir cualquiera de los deberes que tiene dentro y fuera del lugar en que ejerce sus tareas. El hombre que no sea capaz de ser un ejemplo vivo no sirve para esta especie de apostolado en que ustedes van a ingresar”.

A los docentes y las docentes de República Dominicana, hay que decirles hoy que deben asumir el compromiso de fomentar los valores. 

En ese contexto, es preciso que el sector docente tome posición ante la creciente composición de contenido basura en los medios de comunicación. Ese contenido es validado por los dirigentes de los partidos que defienden la sociedad de clases (de algún modo hay que llamar a los jefes de maquinarias electorales que son, en realidad, asociaciones de saqueadores).

Por su fuerte incidencia, una parte del contenido basura es llevada incluso a los libros de texto mediante citas y menciones de personajes que utilizan un lenguaje soez y difunden antivalores como el apego al dinero por encima del respeto a la condición humana.

¿Por qué, después de ver al presidente actual y a expresidentes de la República validar plataformas especializadas en difundir contenido basura, se puede experimentar asombro ante la violencia verbal, e incluso física, que se observa en las escuelas públicas y en muchos centros privados del país?

Urge fortalecer y generalizar entre los docentes y las docentes de República Dominicana la discusión de estos temas. En este país, como en el resto del mundo, la toma de posición no puede ceñirse a la protesta individual o al pronunciamiento de algunos investigadores. Esta discusión hay que socializarla.

Es deber de conciencia desnudar el carácter nocivo del contenido basura, exponerlo y condenarlo, igual que denunciar a sus patrocinadores.

La demagogia y el apañamiento, lejos de generar avance, perpetúan el atraso.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.