La organización estadunidense Global Exchange cuestionó la actuación del Instituto Federal Electoral (IFE), desde su conformación, al considerar que llegó «debilitado y sin credibilidad» a los comicios del 2 de julio. Aseveró que la población mexicana percibe que ese organismo «favoreció al partido político que está en el gobierno», y denunció la persistencia de prácticas […]
La organización estadunidense Global Exchange cuestionó la actuación del Instituto Federal Electoral (IFE), desde su conformación, al considerar que llegó «debilitado y sin credibilidad» a los comicios del 2 de julio.
Aseveró que la población mexicana percibe que ese organismo «favoreció al partido político que está en el gobierno», y denunció la persistencia de prácticas del pasado, como la compra y coacción del voto, que provocaron un proceso «lleno de anomalías» que hace necesario contar voto por voto para evitar un resultado cuestionado, que debilite a cualquier gobernante entrante.
En comparación con otras organizaciones que también realizaron observación electoral el pasado domingo en diversas partes del país, Global Exchange subrayó en su informe final que «algunas de las anomalías que pueden parecer menores, y de hecho tendrían relativamente poca significación en una elección con un margen amplio de diferencia, adquieren relevancia mayor ante resultados tan cerrados, al grado de poder repercutir de alguna manera en el resultado mismo».
Debe darse certeza y transparencia
Ted Lewis, coordinador general de los visitantes extranjeros de esa agrupación, lamentó, en conferencia de prensa, que el IFE llegara «debilitado y sin credibilidad» al 2 de julio.
En principio, explicó, porque conflictos políticos evitaron al Partido de la Revolución Democrática (PRD) postular, en 2001, candidatos al Consejo General, lo cual «minó la confianza en alguna de las principales decisiones del instituto, para porciones significativas del electorado».
También porque el instituto, insistió, «ha dejado la impresión, y no lo decimos nosotros, sino los ciudadanos, de ser una institución poco creíble». Abundó que, desde su perspectiva, al IFE le faltó actuar más decisivamente sobre los espots donde se acusó al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, de ser un peligro para el país. «Dejó la percepción de estar sesgado», advirtió.
Señaló que ante los severos cuestionamientos por lo cerrado de la votación para presidente de la República y la falta de conteo de votos para determinar al puntero, es necesario abrir los paquetes electorales y contar sufragio por sufragio. «Eso es muy importante para dar certeza y transparencia. En Estados Unidos nos pasó lo mismo, porque experimentamos que no había un ganador y la Corte decidió no abrir los paquetes. Eso le restó credibilidad al gobierno, y en México es importante que la tengan, como también el apoyo del pueblo».
Se sumó a las críticas por las inconsistencias estadísticas que se presentaron desde el domingo, al comparar las sábanas de las casillas, donde se informó el resultado final obtenido en cada una de ellas, y lo registrado por el Programa de Resultados Electorales Preliminares. Destacó que en algunos estados, como Tabasco, hubo más votos para senadores que para jefe del Ejecutivo, con el mismo número de urnas, y en otros, como Nuevo León, fue a la inversa.
«Hemos comparado Chiapas, Tabasco, Michoacán, Distrito Federal y Veracruz, y tienen 312 mil 450 votos más para el Senado que para presidente, y curiosamente en todos esos estados ganó López Obrador. Mientras, en entidades como Nuevo León, Sinaloa y Baja California, donde triunfó el PAN, tienen 91 mil 290 votos más para presidente que para senadores. Esto es un cuestionamiento muy fuerte, y el IFE debe aclarar esto. Por eso consideramos que para transparentar los resultados es necesario el conteo de fondo, voto por voto».
La Fepade inspira miedo
Externó su preocupación porque muchos ciudadanos se acercaron a sus colegas observadores para denunciar anomalías, como compra y coacción del voto, y les explicaron que no sabían a cuál autoridad recurrir, pues la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales, por ser parte de la Procuraduría General de la República, les inspira miedo.
Esto condujo a Global Exchange a sugerir que se le brinde autonomía a ese órgano judicial, «porque francamente, si tuviera otra cara que no fuera de policía, sería más fácil acudir a denunciar».
Acerca de la compra y coacción del voto, la organización estadunidense refirió algunos casos en su informe. Destacó la presencia «inapropiada» de representantes de partidos en varios lugares de elección, sobre todo del PRI. Como ejemplo citó que en San Andrés, Oaxaca, el presidente municipal priísta, Efraín Cruz Bruno, estuvo presente en la casilla y muchos de sus amigos cerca de las urnas, pese a carecer de acreditación para ello.
Y en San Agustín, en la misma entidad, la delegación observó a otro representante del tricolor apuntando los nombres de los votantes; «muchos de éstos salían con la boleta sin doblar, haciendo visible su voto al (representante) del PRI».
Mientras, en Tampate, municipio de Aquisimón, San Luis Potosí, tres habitantes narraron que sus vecinos recibieron de regalo material de construcción días antes de la elección, presuntamente como compra de voto. «Notamos la presencia de grandes cantidades de esos materiales en los patios de muchas viviendas. Estas acusaciones implican al gobierno municipal del Partido Acción Nacional y hasta se denunció que era para apoyar la candidatura de Antonio Martínez Guerrero, su candidato a ese ayuntamiento».