1. Con toda seguridad, los representantes del gran capital en la Alianza Cívica no saben peinar olas marinas y deslizarse sobre ellas hasta llegar a la playa. 2. Surfear es un deporte arriesgado y demandante para los que se atreven a practicarlo. Ir sobre la cresta de un cúmulo de agua embravecida y ocultarse en […]
1. Con toda seguridad, los representantes del gran capital en la Alianza Cívica no saben peinar olas marinas y deslizarse sobre ellas hasta llegar a la playa.
2. Surfear es un deporte arriesgado y demandante para los que se atreven a practicarlo. Ir sobre la cresta de un cúmulo de agua embravecida y ocultarse en el túnel que va formando la caída, requiere valor y destreza.
3. Hay, sin embargo, otra forma de surfear: una que se refiere a navegar, con firmeza y estilo, sobre los fenómenos sociopolíticos que afectan el presente. Es necesario saber montarse y conducir los cambios políticos generados por iniciativa propia. El meollo de la aventura es mantenerse a flote, llevar el control del proceso y tener bien vista la estrategia.
4. Bien puede decirse que, hasta el momento, los representantes del gran capital no se han podido situar en la cresta de un oleaje social que no se detiene ni tiene quietismos, para azuzar el presente y complicar la movida política del régimen.
5. Siempre hay poderes fácticos empeñados en llamar a la quietud, hacer de cada tropiezo o desliz del régimen un recuento de daños futuros, y en alertar sobre una posible caída abrupta del régimen.
6. El movimiento social los ha orillado, por eso se contentan con actuar tras bambalinas, observar desde lejos y a prudente resguardo. Frente las imponentes marejadas sociales, no muestran voluntad de participar en que se logre una salida inmediata de la dictadura.
7. El ciclo político de los representantes del gran capital en la Alianza Cívica se ha acabado. Incluso si pudieran extenderlo con alguna candidatura política, no serían los representantes idóneos de los movimientos sociales.
8. Al final, su liderazgo no ha resultado suficiente para traducirlo en una estructura de poder colectivo que haya transformado la forma de representar al conjunto de los movimientos sociales.
9. Quedaron atrapados en un liderazgo muy personalizado, deslustrado, insignificante y cerrado, lo que nos demuestra que fueron carreras políticas que no estaban hechas para durar, poco aptos para subsistir a la altura de las demandas de la coyuntura política del momento.
10. Al gran capital se les olvida que la regla de oro de la democracia es la transparencia. A nadie se le escapa que ha ido tomando fuerza la herencia política de los poderes fácticos dominantes, representada en la cultura política tradicional que lleva bien insertados, prejuicios, miedos, prevenciones, suspicacias y desconfianzas.
11. En estos meses transcurridos se ha visto que el régimen Ortega-Murillo, lejos de amilanarse, se ha trepado hasta la cúspide de la represión. Y ahí ha permanecido. No desiste de seguir la tarea de destruir lo que sea necesario para su propio beneficio: permanecer en el poder.
12. No sólo ha aceptado las consecuencias del pasado, sino que, a cada paso, introduce las modificaciones que juzga indispensables para permanecer en el poder. No ha sido una empresa fácil ni tranquila, menos aún aceptada por la comunidad internacional ni por la población en general.
13. Ortega es un experimentado apostador por la aventura, por transitar senderos inusuales y no previstos. Quiere acertar en escoger conductos eficaces que favorezcan al círculo íntimo del poder autoritario.
14. El gran capital, por su cuenta, no ha dejado de moverse en defensa de sus intereses, muchos de ellos subterráneos. El gran capital no ha renunciado a sus privilegios. Los promueve y defiende con ahínco y hasta con astucia.
15. El juego político le está quedando grande a algunos miembros de la Alianza Cívica que no estaban preparados para una etapa de lucha en la que se requiere un conocimiento estratégico, de diplomacia y de calidad política superior.
16. Ni un paso atrás, nada de titubeos o medias tintas. Una cosa es actuar con prudencia, evitar la confrontación y garantizar el éxito de las negociaciones y otra es, la indefinición y el coqueteo con los representantes de la dictadura.
17. La negación de Ortega-Murillo de cumplir con los acuerdos firmados está dentro de la lógica de conducir los conflictos a un punto álgido, para luego negociar desde posiciones más ventajosas.
18. En los últimos meses el régimen ha mantenido la represión y la militarización de las ciudades y el campo; por ejemplo, Nueva Guinea, León, Jinotega, Masaya, Ocotal, Matagalpa y La Fonseca.
19. El mantener la represión indiscriminada, sin avanzar en el cumplimiento de los acuerdos, sólo contribuirá a la implementación de un escalamiento de la presión internacional: la política del garrote, con mayores sanciones de consecuencias negativas para el régimen.
20. Sin embargo, el mensaje del embajador norteamericano, Kevin Sullivan, es comunicar a Ortega-Murillo que todavía hay tiempo para fabricar una salida al suave, la política de la zanahoria. Salida que tiene que contemplar elecciones adelantadas y que sea una solución ganar-ganar.
21. Por ejemplo, al adelantar las elecciones para marzo 2021, ganarían los representantes del gran capital en la Alianza Cívica y ganaría Ortega-Murillo porque las elecciones serían en el 2021.
22. Ellos nunca han dicho que las elecciones serían en noviembre de 2021, solamente han dicho que las elecciones serían en 2021. Ambos actores salen ganando y nadie pierde la cara.
23. El embajador Sullivan se ha abstenido de referirse a un posible desarrollo de una salida con acción militar, solución «a la Noriega» en Panamá 1989. Por eso, los Ortega-Murillo deben de tener en cuenta las consecuencias «negativas» mencionadas por el embajador. Las sanciones de Canadá, implican un paso más de las consecuencias «negativas».
24. La resolución de la OEA del 28 de junio 2019, al darle 75 días a Ortega-Murillo para que desmonte la lógica represiva, les está indicando que todavía hay tiempo para encontrar una salida al suave. Las declaraciones de los embajadores de Alemania y Francia, en Nicaragua, apuntan en la dirección favorable al «aterrizaje al suave».
25. En esta coyuntura política los ciudadanos autoconvocados no debemos preguntarnos lo que la Alianza Cívica pueden hacer, sino lo que nosotros podemos hacer para acelerar la caída de la dictadura.
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