La espuria crisis creada por la presencia militar siria en Líbano ha dado pie a un ejercicio mayúsculo de cinismo internacional. Tan grande, que sobra material para hacer malabares. Empezando por unas declaraciones del presidente Bush. Que no es posible la democracia si un país está ocupado por tropas extranjeras. Por una vez hay que […]
La espuria crisis creada por la presencia militar siria en Líbano ha dado pie a un ejercicio mayúsculo de cinismo internacional. Tan grande, que sobra material para hacer malabares.
Empezando por unas declaraciones del presidente Bush. Que no es posible la democracia si un país está ocupado por tropas extranjeras. Por una vez hay que darle la razón a George.
Ningún país ocupado por un ejército extranjero puede ser libre. No hay democracia si se está invadido. Las elecciones del 30 de enero en Iraq fueron una inmensa farsa. Lo dijimos.
No debe un país tener tropas en otro, salvo por causas humanitarias, decididas por la ONU. Si se exige a Siria retirar las suyas de Líbano, otros deben acompañarle en Oriente Medio.
EEUU debe predicar con el ejemplo. Retirando las suyas de Iraq y de Afganistán. También de Qatar, Bahrein, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Turquía, Paquistán, Kirguizistán…
Israel por supuesto. Saliendo de los Altos del Golán, que pertenecen a Siria. De Palestina, donde roba territorios, usurpa soberanía, tortura y asesina al castigado pueblo palestino.
Si 15.000 soldados sirios impiden la democracia en Líbano, ¿no castran la democracia en Alemania los 60.000 soldados que tiene allí EEUU? ¿O los 42.000 que mantiene en Japón?
Jesucristo habló de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. ¿Bush es creyente?