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MERCOSUR, otra estocada contra el ALCA

Fuentes: Rebelión

La XXVI Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) efectuada en el hermoso paraje de Puerto Iguazú, resultó un significativo avance en las ansias de integración regional y una fuerte estocada en el pecho, a las pretensiones norteamericanas de establecer en el 2005 el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). La nororiental ciudad […]

La XXVI Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) efectuada en el hermoso paraje de Puerto Iguazú, resultó un significativo avance en las ansias de integración regional y una fuerte estocada en el pecho, a las pretensiones norteamericanas de establecer en el 2005 el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La nororiental ciudad argentina de Puerto Iguazú, en la triple frontera que conforma con Paraguay y Brasil, acogió a los mandatarios de estos tres países, Néstor Kirchner, Nicanor Duarte y Luiz Inacio Lula da Silva, respectivamente y Jorge Batller, de Uruguay, todos plenos integrantes del bloque.

Además participaron los presidentes Ricardo Lagos, de Chile y Carlos Mesa, de Bolivia, miembros asociados del MERCOSUR; Hugo Chávez, de Venezuela, cuyo país también obtuvo el estatus de los dos anteriores, y Vicente Fox, de México.

Aunque Fox planteó el interés de integrarse al pacto, por ahora será solo como «país asociado», hasta que finalice acuerdos de libre comercio con el bloque, pero ya resulta evidente el interés de las naciones por cerrar una importante unión regional que les permita enfrentar el poderío económico y político de Estados Unidos y de las transnacionales.

De igual forma, otros aliados potenciales, entre los que aparecen China, Rusia, India, África del Sur y Japón, entre otros, comprenderán (con la futura entrada de Venezuela y México) que tendrán ante sí un atractivo y fuerte bloque que contará con un Producto Interno Bruto de casi 1,4 billones de dólares, alrededor de 400 millones de habitantes y exportaciones por 320 000 millones de dólares.

Los planteamientos, en la XXVI Cumbre del Consejo del Mercado Común, fueron puntuales y cargados de críticas a las políticas neoliberales que llevaron a América Latina a una profunda crisis en los años 80 y 90, catalogada como «la década pérdida», y a una abismal diferencia en la distribución de las riquezas.

Para Kirchner, quien inauguró la cita, se debe impulsar el crecimiento sustentable con equidad social para superar los costos de las políticas económicas liberales (pobreza, desempleo, enorme deuda externa) que imperaron en el Cono Sur de América. «Estamos recorriendo, dijo, el camino de un cambio de época».

En esa misma línea, Nicanor Duarte señaló que si no mejoran los índices sociales de pobreza y empleo en la subregión, ni con la mejor unión aduanera se podrán afianzar las democracias.

Para Hugo Chávez mucho ha cambiado la región en los últimos seis años, (en que su país ha esperado para integrar al MERCOSUR), lo cual ha permitido de alguna manera diluir las fuertes presiones estadounidenses, que aun están presentes y que han impedido los avances del bloque.

Asimismo, consideró que el Mercado del Sur es una poderosa herramienta en el objetivo de luchar en forma conjunta para eliminar la pobreza en América Latina en este siglo y una herramienta básica para continuar el derrotero señalado por el libertador Simón Bolívar.

A los analistas les llamó fuertemente la atención los conceptos vertidos por el presidente Vicente Fox, firme aliado de Estados Unidos, con el que tiene firmado desde hace 10 años el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Fox calificó como un hecho histórico la incorporación de México al MERCOSUR, lo que de hecho aumenta la postergación de la firma del ALCA.

Por toda América Latina se esta extendiendo una ola de rechazo social contra el ALCA y en los próximos meses están anunciadas mayores manifestaciones y movimientos de protestas en Panamá, Costa Rica, Guatemala y otros países donde Organizaciones No Gubernamentales y los sindicatos desaprueban la entrega de las fábricas y los servicios públicos al capital multinacional.

Pese a que aún quedan diferencias por subsanar

como la asimetría entre economías dispares, contradicciones en la implantación de un territorio aduanero único, lo cierto es que desde la llegada de Lula y Kirchner a las respectivas presidencias, el MERCOSUR ha ido tomando forma y fuerza.

La oportunidad fue propicia para que Chávez visitara el astillero argentino de Río Santiago y se comenzara a coordinar la posible fabricación de 8 barcos petroleros para la flota venezolana. Además, como parte de la cooperación energética entre Argentina y Venezuela, se creó la empresa Petrosur. Este acuerdo dejó abierta la invitación para el resto de los países de la región que deseen participar. Esto, sin dudas, es un hecho que fortalece al bloque.

En cuanto a la unión total del MERCOSUR con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la situación se ha tornado oscura por las prácticas neoliberales y a favor de Tratados de Libre Comercio bilaterales con Estados Unidos que en los últimos tiempos han enarbolado, sobre todo, Colombia, Ecuador y Perú, diametralmente opuestas a las de los otros integrantes del CAN, Venezuela y, en menor escala, Bolivia.

La nueva presidencia temporal del Mercado Común, por seis meses, la asumió Brasil y se espera que el presidente Lula da Silva incremente las acciones para concretar una fuerte unión del bloque que le permita enfrentar los retos de la globalización mundial y en especial, las presiones económicas provenientes de Estados Unidos que desea someter a una nueva forma de sistema neocolonial a toda la América Latina.