El candidato presidencial progresista pretende un recuento total. Se prevé que la exigua ventaja que lo separa del candidato oficialista, se vea reducida aún más. Cerca de 200 jueces y magistrados mexicanos asistidos por funcionarios de distrito y observadores de partidos comenzaron ayer el recuento del 9 por ciento de las mesas electorales instaladas […]
El candidato presidencial progresista pretende un recuento total. Se prevé que la exigua ventaja que lo separa del candidato oficialista, se vea reducida aún más. 
Cerca de 200 jueces y magistrados mexicanos asistidos por funcionarios de distrito y observadores de partidos comenzaron ayer el recuento del 9 por ciento de las mesas electorales instaladas el pasado 2 de julio para la elección presidencial.
Durante la primera jornada del conteo parcial, Ricardo Monreal, uno de los abogados de la coalición opositora, reportó que en varios distritos fueron violados los sellos y manipulados los sobres que contienen los votos.
El candidato de la coalición llamó, Andrés Manuel López Obrador, a sus simpatizantes a reunirse nuevamente el próximo domingo en la Plaza del Zócalo para continuar con las asambleas informativas. El ex alcalde capitalino aseguró que sus adversarios «no han podido encontrar ninguna fisura para debilitarnos, para dividirnos, con la zanahoria del diálogo y del acuerdo, inclusive con la propuesta de un gobierno de coalición», recalcó.
El martes pasado, cientos de simpatizantes de López Obrador bloquearon pacíficamente las casetas de peaje de algunas autopistas de acceso a la Ciudad de México durante cuatro horas, permitiendo la libre circulación de los automovilistas sin pagar el importe correspondiente.
Se trata de las autopistas México-Pachuca, México-Querétaro (ambas al norte del DF) y México-Cuernavaca (al sur de la capital). En tanto que en las autovías México-Puebla (al este) y México-Toluca (al oeste), hubo presencia de estos grupos de simpatizantes del candidato de izquierda, pero el tránsito transcurrió normalmente y no se impidió el cobro del tributo.
En la autopista a Toluca, los simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) entregaron a los conductores volantes en apoyo al recuento «voto por voto, casilla por casilla», exigido por el ex alcalde capitalino ante las sospechas de irregularidades y fraude en el recuento oficial de los votos de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 2 de julio.
La toma de los peajes forma parte de las acciones de resistencia civil pacífica que lleva adelante la coalición Por el Bien de Todos para demandar al Tribunal Federal Electoral (TRIFE) el recuento total de votos de las recientes elecciones generales. Esta protesta en las autopistas la realizaron simpatizantes de López Obrador, que participan en una serie de campamentos que esa agrupación instaló desde el 31 de julio en el Zócalo, el Paseo de la Reforma y otras avenidas del centro histórico de la capital mexicana, impidiendo el tránsito vehicular. La serie de manifestaciones de descontento de la coalición comenzó luego que el Instituto Federal Electoral (IFE) le otorgara el 6 de julio una estrecha ventaja de 0,58 puntos porcentuales al candidato oficialista, Felipe Calderón, relegando a López Obrador al segundo lugar.
Con las movilizaciones, la coalición opositora pretende que el TRIFE falle a favor de un nuevo conteo de todos los votos que fueron emitidos en el comicio. Luego de analizar los reclamos, los siete magistrados del TRIFE decidieron por unanimidad el 5 de agosto, rechazar el planteo de López Obrador del recuento total y sólo dispusieron un recuento parcial de los votos. Este fallo fue rechazado por la coalición Por el Bien de Todos. Concretamente, el TRIFE ordenó que se recuenten los votos de 11.839 casillas de votación (urnas) entre el 9 y 15 de agosto, ante los errores registrados en ellas. Esa cifra representa apenas el 9,07 por ciento de las 130.437 mesas electorales de todos los distritos del país.
Sin embargo, cabe aclarar que según las cifras que maneja la coalición izquierdista, se registraron anomalías en un total de 72 mil casillas a nivel nacional, mediante las cuales se le incrementaron fraudulentamente votos a Calderón en perjuicio de López Obrador, al que le «arrebataron» cientos de miles de sufragios.
Tres formaciones, de las cinco que concurrieron a las pasadas elecciones, han aceptado el fallo del tribunal que ordenó el recuento parcial. Se trata del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el partido Alternativa.
López Obrador tiene pruebas certificadas ante notario de que incluso en el PAN existe el convencimiento de que hay 72.000 mesas electorales donde se cometieron irregularidades aritméticas en las actas. Las evidencias surgen de la filtración de varios correos electrónicos que se intercambiaron el secretario general adjunto del Comité Ejecutivo del PAN, César Nava, y el diputado de ese partido, Juan Molinar Horcaditas. Ambos, son dos de los más estrechos colaboradores de Calderón. En esos correos, supuestamente Nava expresa la intención de aceptar «un número pequeño de casillas» para el recuento de votos, que posteriormente el TRIFE fijó en menos del diez por ciento.
El domingo pasado, durante un multitudinario acto en el Zócalo, el candidato de izquierda sostuvo que «no queremos un diezmo de democracia, queremos democracia a un ciento por ciento», afirmó, mientras los asistentes coreaban «voto por voto, casilla por casilla».
El candidato López Obrador expresó que «va a mantenerse la resistencia civil pacífica el tiempo que sea necesario y ya no sólo en reclamo por el recuento de los votos; vamos a iniciar el movimiento para transformar a las instituciones de nuestro país», anunció el postulante presidencial.
El ex alcalde de la Ciudad de México instó a los magistrados del tribunal electoral a «que sean los primeros en iniciar el proceso de transformación de nuestro país a partir de la renovación de las instituciones.»
Advirtió que no permitirá «que siga triunfando el poder del dinero sobre la moral y la dignidad de nuestro pueblo». Añadió que «en cada voto hay un ciudadano, un ser humano esperanzado para que haya justicia. Eso es lo que estamos defendiendo», sentenció López Obrador.
Asimismo el candidato izquierdista convocó a sus seguidores a mantener las acciones de resistencia pacífica, hasta tanto se haga el conteo total de los votos emitidos el 2 de julio. Ratificó que no aceptará ningún fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que no sea el recuento sufragio por sufragio y casilla por casilla.
Según el primer recuento oficial del Instituto Federal Electoral (IFE), el izquierdista López Obrador fue superado por apenas 243.934 votos por el conservador Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), sobre un total de 41,8 millones de votos emitidos el 2 de julio. Se trata de un margen que representa 0,58 punto porcentual.
De acuerdo al cuestionado escrutinio del IFE, el candidato del PAN obtuvo 15.000.284 sufragios, o sea el 35,89 por ciento; seguido del postulante por la coalición Por el Bien de Todos, que logró 14.756.350 votos, éstos representan 35,31 puntos porcentuales.
No obstante, López Obrador impugnó los comicios, que considera fraudulentos, y ha dejado en manos del TRIFE, que es la última instancia en el proceso electoral mexicano, las decisiones de fondo sobre la elección y el futuro político de México.
El Tribunal Electoral tiene plazo hasta el 31 de agosto para resolver las impugnaciones de los escrutinios presentadas por los litigantes y hasta el 6 de septiembre para declarar la validez de la elección y, si así lo decide, designar un presidente electo que sucederá a Vicente Fox a partir del próximo 1 de diciembre.
El PRD, junto con los partidos del Trabajo (PT) y Convergencia, conforman la coalición que apoyó a López Obrador en su campaña por la Presidencia de México.
Tanto para la oposición como para el Gobierno Federal, es indudable que mientras mayor sea el porcentaje de apertura de urnas para su recuento, más evidente resultará el triunfo del candidato de la izquierda; más allá de que las autoridades judiciales admitan o no esta tesitura públicamente. De no subsanarse esta serie de obstáculos que menoscaban el libre ejercicio democrático de la ciudadanía, se le restaría legitimidad al próximo presidente de la república.