El entrenamiento de miembros de fuerzas de seguridad paraguayas es uno de los principales elementales de la política de los Estados Unidos hacia el país. Durante los años del gobierno de Lugo, destituido en un juicio político relámpago en junio de 2012, la agencia de asistencia del Departamento de Estado, la USAID, destinó nueve millones […]
El entrenamiento de miembros de fuerzas de seguridad paraguayas es uno de los principales elementales de la política de los Estados Unidos hacia el país. Durante los años del gobierno de Lugo, destituido en un juicio político relámpago en junio de 2012, la agencia de asistencia del Departamento de Estado, la USAID, destinó nueve millones de dólares a entrenamiento policial en Paraguay entre 2009 y 2011.
Pero, más allá de USAID, millones de dólares de otras fuentes fueron enviados a Paraguay.
Por ejemplo, la Global Peace Operations Initiative, un programa del Departamento de Estado, destinó en 2009 US$ 4 millones para los paraguayos que forman parte de las fuerzas de paz en Haití; el entrenamiento del Batallón Conjunto de Fuerzas Especiales del Ejército recibió US$ 5,7 millones en asistencia militar; y el programa antinarcóticos del Departamento de Estado (INL) colocó US$ 753 mil en el país en 2009 e 2010, según una relatoría de la embajada en Asunción ( cliquee aquí ).
Entre 2005 y 2010, casi mil militares y policías paraguayos fueron entrenados por los Estados Unidos. Los cursos iban de derechos de propiedad intelectual a contrainsurgencia y combate al terrorismo, entre otros temas, y se realizaron en diversos lugares, dentro y fuera de Paraguay. Fiscales, jueces, inspectores aduaneros y diplomáticos también recibieron entrenamiento de los norteamericanos.
No se trataba sólo de entrenar a las fuerzas militares, sino de invertir en la formación de oficiales que ocuparían cargos de mando. Como los dos altos oficiales de la Armada que serían retirados por Lugo en 2009 en medio de rumores de planes de un golpe militar en el país.
Otros oficiales entrenados se tornarían piezas clave en el gobierno de Federico Franco. El nuevo jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares , el general Pedro Aristides Baez Cantero, por ejemplo, participó en un curso en octubre de 2005 en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa en Washington. El nuevo jefe de Estado Mayor de la Armada, Silvio Salvador Guanes Solis -número dos de la Marina- también fue invitado a viajar a los EEUU para participar de un curso de Gerenciamiento de Crisis en Washington en mayo de 2009.
En septiembre del mismo año, los EEUU financiaron el viaje de otros futuros miembros del sistema de defensa de Franco a la base militar de Fort McNair, en Washington, para un entrenamiento sobre «Carreras civiles para la Defensa». Uno de ellos era el vicealmirante Pablo Ricardo Luis Osorio Fleitas, nombrado Comandante de la Armada cinco días después de la asunción de Franco, en sustitución del almirante Benítez Frommer. Frommer fue pasado compulsivamente a retiro por haber desmentido la versión de que el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, había intentado promover un golpe militar en defensa de Lugo (para leer la historia, aquí).
Angel Damian Sabino Chamorro Ortiz, que se volvería secretario general del Ministerio de Defensa de Franco, participó no sólo del entrenamiento en Fort McNair, sino también de un curso en el Centro de Esudios Hemisféricos de Defensa en Washington en 2008 sobre «Coordinación Interagencias para el Combate al Terrorismo».
En este último tuvo como colega a Luis Alberto Galeano Perrone, actual viceministro de Defensa de Franco, nombrado el 2 de julio de 2012 (cliquee aquí).
El diputado colorado Mario Morel Pintos, entonces presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara baja, también participó del curso «Carreras civiles para la Defensa» en Washington. Morel es una voz civil prominente en el aparato de Defensa: entre 2007 y 2010, presidió la comisión de Defensa nacional, Seguridad y Orden Interno de la Cámara de Diputados. Hoy candidato a gobernador en el Departamento Central, con apoyo personal del presidenciable colorado Horacio Cartes (uno de los principales articuladores del juicio político a Lugo), es un aguerrido defensor de la instalación de bases norteamericanas en Paraguay.
El ex ministro Bareiro Spaini, que salió del gobierno de Lugo por desaveniencias con la embajada norteamericana, recuerda haber sido abordado por Morel apenas asumió el cargo, en 2008. «Pensamos que sería interesante invitarlos (a los norteamericanos) a que vengan a instalar sus bases aquí», sugirió el diputado colorado en un restaurante en Asunción.
Poco después de la destitución de Lugo, el tema de las bases norteamericanas en Paraguay volvió a sonar, nuevamente a través de un miembro del Congreso. El 2 de julio de 2012, el actual presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, José López Chávez, del partido derechista UNACE, dijo haber mantenido conversaciones con generales norteamericanos para negociar la instalación de una base militar en el Chaco, región fronteriza con Bolivia.
El ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, que se ha pronunciado públicamente contra la idea desde 2005, cuando era canciller, amenazó con aislar a Paraguay si el proyecto avanzaba. En una entrevista al diario ABC Color, la ministra de Defensa de Paraguay, María Liz Cargia, también de UNACE, afirmó: «No podemos desconocer que estamos suspendidos unilateral e injustamente del Mercosur, un bloque al que pertenecemos naturalmente, pero el Paraguay es libre de elegir los aliados que le convengan».
El Congreso paraguayo, en especial a través de dos miembros de sus consejos de Defensa, es un gran defensor de los intereses de los Estados Unidos en el área militar. El ex ministro de Defensa Luis Bareiro Spaini fue blanco de un pedido de destitución en el Congreso después de que envió una carta a la embajadora Liliana Ayalde protestando por la «injerencia» de los Estados Unidos en la política paraguaya. La protesta fue provocada por el almuerzo en la embajada en que el vicepresidente Federico Franco habló de hacer juicio político al presidente Lugo -dos años antes de su deposición. Spaini acabó cayendo algunos meses después (Para leer la historia, aquí).
Me interrogaron en el Congreso muchas veces», recuerda el ex ministro Spaini. «No importaba si tenía o no la responsabilidad».
Según la legislación norteamericana (ley Leahy), el gobierno tiene prohibido financiar entrenamiento o asistencia a las unidades militares extranjeras que han cometido violaciones a los derechos humanos. Por ello, todos los nombres de oficiales a entrenar deben pasar por un control de antecedentes que realiza la embajada.
Agencia Pública analizó más de 200 documentos diplomáticos filtrados por Wikileaks y a partir de ellos elaboró una detallada base de datos con el nombre de casi mil oficiales entrenados por los Estados Unidos entre 2005 y 2010, entre militares -incluyendo el Destacamento Conjunto de Empleo Inmediato (DCEI), montado y financiado por los EUA-, policías -como los cuerpos de élite Grupo Especial de Operaciones (GEO) y Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE)- e inspectores de aduanas. También incluye la lista de fiscales y jueces.
Hay 12 cursos diferentes sobre combate al terrorismo (uno de ellos incluyó el entrenamiento en «contrainsurgencia») -la gran mayoría tuvo lugar en Asunción, Paraguay-y otros sobre derechos de propiedad intelectual en Lima, Perú, además de cursos para enfrentar la selva (el «Jungle Commando Course»), en este caso, la colombiana.
En los cursos ofrecidos fuera de los Estados Unidos figuran dos importantes centros de entrenamiento.
En El Salvador, el Departamento de Estado mantiene una academia de entrenamiento policial en la capital, San Salvador. Allí fueron entrenados al menos 19 policías paraguayos en cursos a fines de 2008 y 2009.
En Lima, en Perú, el mismo programa mantiene una academia dedicada al entrenamiento de las fuerzas policiales extranjeras. En 2007, 2008 y 2009, por lo menos 70 policías paraguayos fueron entrenados allí, en cursos de manejo de escenas del crimen, tráfico de armas ligeras, detección de documentos fraudulentos y crímenes contra la propiedad intelectual.
Aunque todos los nombres deberían ser controlados por la embajada norteamericana para verificar eventuales registros de abusos contra los derechos humanos, esto no implica que todos los entrenados tengan una reputación sin manchas.
Es el caso de los militares de alto rango retirados por Fernando Lugo en 2009, en medio de rumores de planes de golpe militar: el contralmirante Benigno Antonio Téllez Sánchez, jubilado en marzo de 2009, y el contralmirante Claudelino Recalde Alfonso, sustituído en noviembre del mismo año.
El coronel del Ejército Carlos Javier Casco Prujel, que recibió entrenamiento para empleo rápido en el terreno en Asunción en julio de 2008, fue detenido por corrupción en julio de 2010. También hubo casos de inspectores de Aduanas entrenados por los Estados Unidos descubiertos pidiendo sobornos a contrabandistas y de un ex jefe de la Policía, Hermes Enrique Argana, detenido con 5 kilos de pasta-base de cocaína cinco años después de haber participado en un entrenamiento anti-terrorismo en Asunción.
La base de datos compilada de los documentos de WikiLeaks es extensa e inédita. Agencia Pública invita a todos los interesados a investigar los datos de la table de Excel, que puede ser descargada en este link. O cliquee aquí para tener acceso a todos los cables referentes al entrenamiento de oficiales de Paraguay.
Aquí, en Agencia Pública, versión original de este texto, en portugués.