La movilización de sindicatos, jubilados y organizaciones sociales paraguayas impuso la derogación senatorial de dos artículos de una criticada ley que ampara al Gobierno a disponer de fondos previstos para la jubilación y atención médica de los trabajadores, destacaron ayer en medios políticos progresistas. El acuerdo logrado ayer en la Cámara Alta es primer paso […]
La movilización de sindicatos, jubilados y organizaciones sociales paraguayas impuso la derogación senatorial de dos artículos de una criticada ley que ampara al Gobierno a disponer de fondos previstos para la jubilación y atención médica de los trabajadores, destacaron ayer en medios políticos progresistas.
El acuerdo logrado ayer en la Cámara Alta es primer paso hacia la eliminación total de parte del articulado de la controvertida ley 5074, que faculta al Poder Ejecutivo a realizar eventuales obras de infraestructura con esos recursos.
Con el mismo fin la legislación da vía libre al Gobierno a utilizar partidas de las reservas de divisas del país en empeños similares sin control por el Poder Legislativo y, según la oposición, para mejorar empresas estatales que luego serán privatizadas.
Los fondos señalados primeramente corresponden a los aportes descontados de los sueldos de los trabajadores inscriptos en el Instituto de Previsión Social (IPS) quienes, con serias deficiencias actualmente, reciben atención en hospitales de la entidad así como el pago de su jubilación.
Las intenciones de dar ese uso a los depósitos salieron a la luz con la renuncia del presidente del IPS, Aníbal Filártiga, a solo 11 días de su nombramiento y su admisión de la imposibilidad de vencer la corrupción interna existente en «una manzana jugosa que todos quieren morder».
Los médicos y empleados del lugar, apoyados por organizaciones como la Federación Nacional Campesina, el Frente Guasú, gremios docentes, grupos estudiantiles y la Corriente Sindical Clasista, desataron protestas en las calles y respaldaron las huelgas programadas desde la próxima semana.
De todas formas, las movilizaciones continuarán porque tras el acuerdo en el Senado, la derogación debe ratificarse por la Cámara de Diputados y el proyecto ya aprobado tiene que ser promulgado por el presidente Horacio Cartes.
Eso quiere decir que la misma consigna estará también en primer plano durante las huelgas generales de docentes a partir del próximo martes y de médicos desde el 6 de octubre, así como en las movilizaciones de las restantes organizaciones señaladas para el entrante mes.