Alcaldes de Nicaragua, con el de Managua a la cabeza, firmarán un acuerdo con Venezuela. Para importar directamente petróleo. Abaratar costos. Bajar el precio de los combustibles. El hecho es insólito. No atañe a las Alcaldías atender el problema. Es responsabilidad total y directa del gobierno. Que para eso fue elegido. Por eso se beneficia […]
Alcaldes de Nicaragua, con el de Managua a la cabeza, firmarán un acuerdo con Venezuela. Para importar directamente petróleo. Abaratar costos. Bajar el precio de los combustibles.
El hecho es insólito. No atañe a las Alcaldías atender el problema. Es responsabilidad total y directa del gobierno. Que para eso fue elegido. Por eso se beneficia de salarios obscenos.
Hecho insólito y demostrativo. De la absoluta incapacidad del gobierno de actuar como tal. De que el presidente Bolaños no asume las funciones del cargo. Lo ocupa pero no ejerce.
Paga el desgobierno el país entero. Que ve multiplicarse los problemas, crecer la miseria, desbordarse la desesperanza. No puede extrañar que el 65% de la población sueñe emigrar.
La solución no es fácil ni es mágica. Pero pasa, necesariamente, por relevar al presidente y a su gobierno. Elegir a quien tenga respaldo popular suficiente para dirigir Nicaragua.
Pasó la época en que los presidentes eran intocables. Hicieran lo que hicieran. Deben pasar también a la historia los presidentes inútiles. Las nulidades sonrientes que desarman países.
Si hubiera democracia en Nicaragua, se llamaría de inmediato a elecciones anticipadas. No hay otra solución al caos y desgobierno. Salvo seguir hundiendo Nicaragua. Arruinándola.