Traducido para Rebelión por Susana Merino
Varias organizaciones sociales desaprueban el contenido y los pasos planteados en el documento llamado «Plan de acción para el desarrollo» elaborado por el primer ministro Joseph Jean Max Bellerive con vistas a la cumbre con los prestadores de fondos internacionales a realizarse en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York el 31 de marzo de 2010, algo más de dos meses después del terremoto del 12 de enero pasado y que dejó oficialmente más de 250.000 muertos.
Antes de dicha reunión el gobierno debe reunirse con las organizaciones sociales para darles a conocer el nuevo documento revisado, y en el que se deberán incluir diversas recomendaciones especialmente referidas a las aspiraciones y expectativas de la población civil. Le han manifestado a la agencia Alter Presse los participantes de un taller llamado «Presentación de la visión y del plan estratégico del gobierno».
Convocado para el viernes 19 de marzo por Inter Action, una red de organizaciones no gubernamentales usamericanas, a pedido del gobierno, el taller inicialmente de consulta, trataba más bien de convalidar el plan elaborado por el gobierno, de acuerdo con una parte de la comunidad internacional.
Los miembros de las organizaciones sociales presentes, incluidas las de derechos humanos, derechos de la mujer, derechos de los migrantes, derechos de los discapacitados como también algunos delegados de ONGs internacionales han señalado un conjunto de debilidades, que caracterizan al documento presentado, como ser la ausencia de mecanismos de aplicación y de control, como de la estrategia a poner en marcha para las acciones proyectadas así como también un análisis de la situación en su origen, magnitud de las pérdidas (pérdidas de vidas humanas y de los recursos materiales (destruidos) registradas el 12 de enero.
En principio, según las previsiones, una catástrofe de tal magnitud solo hubiera ocasionado unos 25 mil mueres en un país normal. Pues bien no se ha dado ninguna explicación sobre las debilidades del sistema de gestión que ha provocado alrededor de 300 mil muertos por el mencionado temblor de tierra del 12 de enero.
En la preparación del documento «Plan de acción para el desarrollo» ni en el encuentro del 19 de marzo, calificado como «cosmético» por las organizaciones sociales, no se realizaron consultas con los sectores vitales de la población, como los grupos todavía marginados en las villas miseria, las personas que han construido chozas en zonas peligrosas, las mujeres, los campesinos de los que depende la producción agrícola nacional.
A pesar de todo los participantes, delegados de las diferentes organizaciones sociales, han aceptado sin embargo profundizar las reflexiones en grupos de trabajo, una hora después de haber escuchado las exposiciones de los representantes del ministerio de la planificación y de la cooperación externa (MPCE).
Realizar un encuentro de organizaciones sociales antes del 31 de marzo
El gobierno deberá expresar su visión con más precisión además de la orientación que piensa dar al país en los próximos meses, solicitaron las organizaciones presentes en el taller del 19 de marzo, de la que la mayoría de los participantes salieron frustrados.
En lugar de continuar con las políticas de exclusión y de discriminación el gobierno de René Preval y de Joseph Jean Max Bellerive debería tener en cuenta la voz de los sectores favorables a los cambios sociales en el país e integrar sus deseos.
Nada de otorgar un cheque en blanco a las autoridades nacionales para facilitar la penetración de importantes capitales, teniendo en cuenta la cantidad de fondos ya derrochados estos últimos años en Haití, expresan los promotores de los movimientos sociales nacionales.
Sería vergonzoso presentar este plan a la comunidad internacional así como una falta de responsabilidad frente no solamente a los muertos por el terremoto sino también por los 10 mil nuevos discapacitados y del más de un millón de personas sin techo y de los desplazados durante la catástrofe.
En la introducción se lee: «este documento va a ser presentado a los amigos y donantes internacionales…» Lo que muestra, a las organizaciones sociales presentes en el taller del 19 de marzo, un desprecio por la población cuyos deseos no son tenidos en cuenta ya que no ha sido consultada y dado que el documento se dirige más bien a la comunidad internacional
Las personas a las que estará dirigida la reconstrucción (¿ha habido alguna vez en 200 años una verdadera construcción nacional?) tienen sus propios puntos de vista.
Los participantes del taller del 19 de marzo le piden al gobierno no solo participar con sus recomendaciones sino reunirse con las organizaciones sociales antes del 31 de marzo para verificar si han sido tenidas en cuenta las recomendaciones realizadas, esto es la formulación de un documento claro que refleje la idea de la autodeterminación y una ruptura total con las prácticas excluyentes aún presentes.
Es necesario precisar al mismo tiempo los mecanismos de aplicación de las acciones proyectadas.
» El documento presentado comprende solo frases que anuncian actividades sin ningún mecanismo de aplicación, ni de conclusión ni de control ni de evaluación posterior»
Frente a estos reclamos de las organizaciones sociales presentes, que han exigido la realización de un verdadero debate y no la simple síntesis realizada por los técnicos del MPCE, estos últimos han prometido tratar de incorporar las observaciones realizadas al documento y terminarlas en dos días, es decir antes del 21 de marzo.
Algunos lineamientos del plan presentado por los cuadros del Ministerio de Planificación
Por lo general en casos de catástrofes, la comunidad internacional dispone de un instrumento llamado en inglés «Post disaster needs assessment» (PDNA) que consiste en una evaluación de las necesidades post desastres y recomendaciones para un proceso (descontado) de reconstrucción.
Este instrumento debería hallarse acompañado por otro documento de apoyo que incluya un plan estratégico gubernamental y la manera en que serán conducidas las operaciones.
En lo que se refiere a Haití, luego del sismo del 12 de enero de 2010 el trabajo del PDNA fue realizado con el aporte de representantes del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de organizaciones de las N.U. y de un grupo de organizaciones no gubernamentales internacionales sin la menor contribución de las organizaciones sociales puesto que no fueron consultadas.
Para la evaluación de las pérdidas/deterioros y de las necesidades de la reconstrucción solamente fueron mencionadas algunas cifras que estiman el costo de la reconstrucción en 11 mil millones de dólares (y aún más) a invertir em 3 meses, 18 meses y 3 años.
Esas son «grosso modo» las estimaciones del PDNA que fueron mencionadas en el taller del 19 de marzo. Antes de la presentación del PDNA, la dirección General del MPCE realizó una exposición explicando como se llevará a cabo la reconstrucción.
«El país será dividido en tres grandes ejes: Norte, Sur y Oeste con acento en la infraestructura (rutas) y una forma (proyectada) de construcción de casas, sin la menor indicación, ni sobre la visión ni sobre la orientación de las acciones propuestas.
Este planteo ha dejado la impresión de que se trata de un plan de reconstrucción que retoma las bases existentes y se apoya en la exclusión, la discriminación,el sometimiento a una minoría de personas que acaparan las riquezas del país excluyendo a las mayorías, sin la menor referencia a cómo serán considerados los diferentes sectores siempre marginados, critican las organizaciones sociales que asistieron al taller.
Luego de las dos exposiciones los participantes fueron invitados a reunirse en grupos de trabajo sobre el «Plan de acción para el desarrollo»
Es la primera vez que los participantes tuvieron acceso al documento dividido en cinco temas. En el taller se comprobó que tampoco el documento estaba organizado sobre los temas anticipados. Por ejemplo los servicios sociales (educación , salud, empleo, alojamiento) se encuentran dispersos en el texto del documento.
Elaborar un documento aceptable para el 31 de marzo
Entrevistados por Alter Presse, los delegados de las organizaciones sociales presentes en el taller, admiten que el gobierno podría «decir que no había realizado invitaciones porque no fue hecha ninguna invitación por escrito u oficialmente encabezada»
La ONG internacional que envió las invitaciones, sin conocer bien las realidades de la zona afirma que realizó esta tarea por pedido del gobierno haitiano. No ha habido verdadera voluntad por parte del gobierno de alentar la participación de los sectores sociales en la formulación de un plan de desarrollo correcto, opinan los delegados, agregando que lo que «ellos querían es la convalidación del plan» y no una consulta propiamente dicha.
Aparentemente otros delegados de algunas organizaciones sociales invitadas no quisieron asistir al taller debido a lo precedentemente expuesto y especialmente por la falta de invitaciones oficiales del gobierno.
Al término de la presentación de los resultados de los grupos de trabajo un representante del ministerio de planificación se contentó con sintetizar las recomendaciones realizadas, sin abrir el debate, de modo que los asistentes protestaron y pidieron al MPCE realizar un plenario.
La única garantía que ofreció el delegado del MPCE es que vería lo que se podía hacer pues contaba con solo dos días para realizar la traducción del documento al inglés.
Los delegados de las organizaciones sociales que asistieron al taller del 19 de marzo de 2010, promueven la elaboración de un documento que refleje las aspiraciones y las expectativas de la población, una clara visión sobre la educación (nada de estructura educativa de dos velocidades como sucede actualmente), la salud, etc.
En el mencionado taller, realizado en un hotel del este de la capital, Puerto Príncipe no se abordó la cuestión económica, el tema de la provisión de alimentos a la población de los campos de los sin techo y de las personas desplazadas.
Nada se ha dicho tampoco de los derechos humanos de los sin techo y de las personas desplazadas después del 12 de enero y cuyas necesidades fundamentales, su forma de vivir, la promiscuidad que enfrentan las mujeres, los hombres y los niños en los campos de refugiados, la violencia y las violaciones de mujeres y de niñas en los espacios con grandes concentraciones de desplazados, la necesidad de una reformulación de la seguridad pública.
Un grupo de trabajo se dedicó a la vivienda, pero las cuestiones financieras, de títulos de propiedad (muy acuciantes hoy en día por la ocupación de diferentes espacios, incluidas las plazas públicas) como también como será la construcción de las casas, en qué terrenos… no han sido planteadas.
Además temas como la descentralización, la posibilidad de establecer polos de desarrollo, los problemas de reordenamiento del territorio han sido citados sin definir con claridad ningún tipo de mecanismo.
«Es como si se tratase de reconstruir una casa sobre un terreno cenagoso sin preocuparse por las fundaciones», parafrasea un miembro de una organización social.