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Planificación familiar al alcance de muy pocos en Pakistán

Fuentes: IPS

La pakistaní Shahida Saleem, de 30 años, tiene dos hijos y vive con su familia en Karachi. Hace seis meses tuvo un aborto espontáneo, y su médico, preocupado por su anemia, le recomendó usar anticonceptivos para demorar el próximo embarazo. «No quiero tener más hijos, es difícil criar dos en estos tiempos de aumento del […]

La pakistaní Shahida Saleem, de 30 años, tiene dos hijos y vive con su familia en Karachi. Hace seis meses tuvo un aborto espontáneo, y su médico, preocupado por su anemia, le recomendó usar anticonceptivos para demorar el próximo embarazo.

«No quiero tener más hijos, es difícil criar dos en estos tiempos de aumento del precio de los alimentos», dijo Saleem a IPS.

Pero Sallem, quien estudió hasta décimo grado de la enseñanza primaria, no tiene previsto usar ningún tipo de método anticonceptivo.

«Traté de usar pastillas anticonceptivas después de mi primero hijo, pero me salió un quiste en el ovario, y el médico dijo que fue por eso», relató para explicar por qué dejó de usar ese método.

Ni ella ni su esposo usan ningún tipo de anticonceptivos.

Saleem es una de las 222 millones de mujeres que, según el último estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), «no tienen acceso a servicios de planificación familiar confiables y de calidad ni a información ni suministros, lo que aumenta el riesgo de embarazos no deseados».

El estudio «Sí a la opción, no al azar: Planificación de la familia, derechos humanos y desarrollo», fue divulgado el miércoles 14.

Según la organización Research and Development Solutions (Soluciones de Investigación y Desarrollo), con sede en Islamabad, seis millones de parejas en Pakistán necesitan métodos anticonceptivos al año.

Bajo supervisión del Departamento de Salud y del Ministerio de Población y Bienestar, el sector público solo cubre 33 por ciento de las necesidades de esas parejas y 15 por ciento se vuelcan al área privada o a organizaciones no gubernamentales en busca de servicios de planificación familiar.

Eso deja a 1,5 millones de personas a merced del mercado para proveerse métodos anticonceptivos, lo que suele ser prohibitivo.

Mentalidades

El estudio del UNFPA recalca: «La escasez de anticonceptivos es solo una razón de por qué millones de personas siguen sin poder ejercer su derecho a la planificación familiar. Este también puede estar restringido por la pobreza, presiones sociales negativas, inequidad de género y discriminación».

La última Encuesta de Demografía y Salud de Pakistán, con datos de 2006 a 2007, señala: «muchas mujeres y hombres siguen considerando que la anticoncepción supone una amenaza mayor para su salud que un ocasional aborto».

«Seguimos hablando de necesidades insatisfechas, pero después de trabajar con mujeres durante tantos años, llegué a la conclusión de que esto tiene mucho que ver con las mentalidades», señaló Arjumand Rabbani, de la Asociación de Parteras de Pakistán.

«No hay cantidad de anticonceptivos que alcance si las mujeres no están convencidas de utilizarlos», dijo a IPS.

El médico Talat Rizvi subrayó que los indicadores de salud materna solo mejorarán si se presta la debida atención a la educación femenina y al empoderamiento económico.

Pakistán rezagado en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio

«Pakistán no ha logrado avances significativos hacia las metas de salud y está muy por detrás de la mayoría de los países de la región, incluso de Nepal y Bangladesh», indicó Zulfikar Bhutta, director de salud materna e infantil de la Universidad Aga Khan, de esta meridional ciudad portuaria.

«Hasta el norte de Afganistán logró más avances en los últimos años», apuntó Bhutta, uno de los siete integrantes del grupo independiente de expertos sobre salud materna e infantil que asesora a la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas.

Las razones son varias, desde la falta de voluntad política para atender los problemas de salud materna e infantil, pasando por el crecimiento desenfrenado de la población, hasta la mala gobernanza y la rendición de cuentas.

«Los determinantes sociales de la salud, como la educación femenina y el empoderamiento, el alivio de la pobreza y la desnutrición recibieron escasa atención», se lamentó.

Las mujeres pakistaníes tienen en promedio cuatro hijos. Casi 84 por ciento de la población femenina no usa ningún método de control de la natalidad. De mantenerse este crecimiento, Pakistán podría llegar a 200 millones de habitantes en 2020.

«Toda demora en atender el problema de los millones de jóvenes desempleados y sin educación causará un desastre de proporciones sin precedentes en un futuro próximo», dijo a IPS el demógrafo Farid Midhet, fundador de la Alianza para una Maternidad Segura de Pakistán.

Una luz de esperanza

Los expertos se vuelven al programa de Trabajadoras Sanitarias, cuyo ejército de 90.000 profesionales es quizá la mejor apuesta de Pakistán para ofrecer servicios integrales de salud reproductiva y planificación familiar.

La iniciativa comenzó en 1994, cuando las trabajadoras fueron puerta a puerta ofreciendo condones, inyecciones y píldoras anticonceptivas, así como otros suministros básicos.

Si el programa quiere llegar a los 180 millones de habitantes, 60 por ciento de los cuales viven en zonas rurales, las autoridades deberán duplicar la cantidad de profesionales, según especialistas.

«Son discretas, conocidas de las mujeres, de fácil acceso y capacitadas para asesorar y apoyar a las que comienzan a utilizar pastillas o inyecciones», subrayó el demógrafo Midhet.

Pero se apresuró a añadir que también deben mejorar otros factores, como que las profesionales «tengan espacio para trabajar de forma independiente y a salvo de toda interferencia política».

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101905