Al menos 10 personas murieron y cerca de 350 resultaron heridas en las protestas de la comunidad de los Jat que desde hace ocho días paralizan el Haryana, a las puertas de Nueva Delhi. Lo informó la agencia de prensa IANS que reportó el último balance diario de la policía. En una conferencia de prensa, […]
Al menos 10 personas murieron y cerca de 350 resultaron heridas en las protestas de la comunidad de los Jat que desde hace ocho días paralizan el Haryana, a las puertas de Nueva Delhi.
Lo informó la agencia de prensa IANS que reportó el último balance diario de la policía.
En una conferencia de prensa, el comisario YP Singh dijo que desde el pasado sábado por la noche la violencia en los distritos de Rohtak, Bhiwani y Jhajjar, que son los más golpeados de la revuelta, «fueron contenidos» gracias al masivo despliegue de las fuerzas de seguridad.
La agitación paralizó a todo el Estado y también bloqueo a los transportistas de la capital hacia el norte de India. Trenes y autobuses de Nueva Delhi fueron cancelados y diversas carreteras fueron ocupadas por los manifestantes.
El bloqueo causó un aumento vertiginoso de las tarifas aéreas hacia la ciudad de Punjab.
El responsable de la policía luego agregó haber arrestado a 45 personas por los desórdenes y actos vandálicos.
Debido a esta situación, Nueva Delhi vive momentos de emergencia y desde hace 48 horas siete plantas de la ciudad de producción de agua potable detuvieron sus labores por la imprevista interrupción del flujo hídrico asegurado por un estratégico canal que pasa por el vecino Estado de Haryana.
De este modo, más de 16 millones de personas de Nueva Delhi afrontaban una crisis de desabastecimiento de agua como resultado de violentas manifestaciones en una comunidad empobrecida del norte de India, donde miles de personas reclamaban ayudas del gobierno nacional.
En tanto, el gobierno exhortó a la población hacer uso racional del agua aún disponible.
«La ciudad está viviendo una verdadera y grave emergencia hídrica» a causa de las protestas de la comunidad Jat que provocó graves desórdenes en varias ciudades, con un balance de al menos 10 muertos y 350 heridos, confirmó a los periodistas el gobernador de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal.
Entre los actos de vandalismo debido a las acciones de los grupos militantes Jat, que piden ayudas del gobierno a nivel estatal y federal, como puestos garantizados en el gobierno o plazas en las universidades, fueron dañados también una infraestructura tecnológica del Canal Munak, vital para el suministro de agua en gran parte de Nueva Delhi.
El canal, resaltaron los expertos, es la principal fuente de las plantas de depuración y contribuye cada día con cerca de 20.000 litros de agua por segundo para responder a la necesidades hídricas de la capital. Las conversaciones entre líderes de la comunidad y representantes del gobierno del estado por ahora no consiguieron llegar a un acuerdo el pasado viernes. Los activistas reclaman una cuota del 27% en empleos del gobierno o plazas universitarias para su comunidad.