Corea del Norte llevó a cabo su sexto experimento nuclear y reivindicó «el éxito perfecto» de la bomba de hidrógeno detonada y que fue preparada para poder armar a un supermisil intercontinental. Kim Jong-un lanzó de esta manera un nuevo desafío al mundo, recogiendo la previsible y unánime condena de la comunidad internacional. El régimen […]
Corea del Norte llevó a cabo su sexto experimento nuclear y reivindicó «el éxito perfecto» de la bomba de hidrógeno detonada y que fue preparada para poder armar a un supermisil intercontinental.
Kim Jong-un lanzó de esta manera un nuevo desafío al mundo, recogiendo la previsible y unánime condena de la comunidad internacional.
El régimen norcoreano informó sobre su «test» nuclear a través de «un anuncio especial e importante» transmitido por la red estatal KCTV y anticipado por un poderoso temblor ‘artificial’ con una magnitud de 6,3 grados, advertido a lo largo de gran parte de la frontera del país con China.
El anuncio estuvo a cargo de Ri Chun-hee, la periodista que Pyongyang utiliza en las ocasiones ‘especiales’, quien es además coronel y está oficialmente jubilada, visto que tiene 74 años.
Chun-hee, que lucía un tradicional vestido coreano (‘joseon-ot’) rosado, apareció por TV para comunicar al país el siguiente texto: «hemos hecho explotar con éxito nuestro primer artefacto termo-nuclear». El anuncio se produjo pocas horas después del sismo artificial registrado en el nordeste del país, cerca de Punggye-ri, y que fue estimado en 6,3 grados de magnitud por la agencia sismológica estadounidense. Las reacciones al «test» del país asiático llegaron muy rápidamente, en primer lugar de Corea del Sur y Japón. Luego fue China quien a través de la cancillería comunicó toda su «enérgica condena».
La explosión tuvo por otra parte lugar mientras el presidente chino Xi Jinping se encontraba en Xiamen para inaugurar una cumbre de los líderes de los países BRICS (además de la potencia asiática, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica).
El gobierno surcoreano levantó de inmediato su nivel de alerta y advirtió que pedirá sanciones mucho más duras contra Pyongyang, además de presionar contra el Consejo de Seguridad de la ONU en el intento de lograr un «aislamiento» total del régimen norcoreano. Así lo indicó el presidente Moon Jae-in. Seúl no descartó por otra parte aceptar más armas tácticas de Estados Unidos precisamente para arrestar la escalada en la que se encuentra Pyongyang.
El primer país que advirtió sobre el «test» nuclear norcoreano fue Japón.
El premier Shinzo Abe definió la provocación como «absolutamente inaceptable», mientras que el canciller, Taro Kono, apuntó sobre las sanciones anti-Norcorea de ONU, en plena sintonía tanto con Seúl como con Washington.
«El diálogo no funciona, Corea del Norte comprende sólo una cosa», dijo por su parte Donald Trump, al comentar el primer «test» nuclear de Pyongyang durante su presidencia. Los reflectores del mundo están orientados hacia la Casa Blanca, donde el presidente se reunió con los más altos cargos militares.
Las declaraciones de Trump fueron muy duras. «Corea del Norte es un Estado canalla y se convirtió en una grave amenaza y fuente de incomodidad para China», afirmó. «Pekín está buscando ayudar pero con escaso éxito», escribió Trump en Twitter, además de recordar, en otro mensaje, que «Corea del Sur está entendiendo, yo se lo había dicho que el diálogo no funciona, que Corea del Norte comprende una sola cosa».
Europa no quedó afuera de las condenas y los contactos entre las diferentes potencias.
El presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y el premier italiano Paolo Gentiloni mantuvieron una conversación telefónica y acordaron -precisó el Eliseo- sobre la necesidad de activar «una fuerte reacción internacional», a partir de nuevas sanciones a nivel europeo contra Norcorea.
También los presidentes de China Xi Jinping y de Rusia Vladimir Putin coincidieron en el hecho que el «test» nuclear de Pyongyang debe ser «afrontado de manera apropriada».
Putin advirtió por otra parte durante un coloquio telefónico con el premier japonés Abe sobre la posibilidad de toda aventura militar: «La situación en Corea del Norte requiere una solución «exclusivamente política y diplomática», precisó el líder del Kremlin. De una u otra manera las principales capitales del mundo pusieron bajo lupa a esta sexta prueba nuclear norcoreana: es la más poderosa, cinco veces superior a la bomba lanzada por Estados Unidos en Nagasaki, precisó por ejemplo Corea del Sur.
El «test» atómico tuvo una potencia de hasta 100 kilotones, cerca de cinco veces superior a la lanzada sobre la ciudad japonesa en 1945, dijo Kim Young-woo, jefe de la comisión de Defensa del Parlamento de Seúl, citando la estimaciones de los militares surcoreanos.
La bomba de hoy es por otra parte diez veces superior al quinto test realizado el 9 de septiembre de 2016. Cada kilotón es equivalente a 1.000 toneladas de tritón.
La agencia meteorológica surcoreana informó por su parte que el impacto de la bomba de hidrógena fue cinco o seis veces mayor a la onda generada en el quinto experimento y 11 veces al cuarto.