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Cronopiando - República Dominicana

«Que el país viva de lo que Dios le ha dado»

Fuentes: Rebelión

Este ha sido el argumento enarbolado por algunos congresistas, inversionistas turísticos e interesados en imponer, por encima de cualquier lógica, la construcción al por mayor de hoteles, allá donde aparezca una playa o un monte. Y en el desarrollo de semejante plan, poco importan los alegatos que puedan hacerse a nombre de la preservación de […]

Este ha sido el argumento enarbolado por algunos congresistas, inversionistas turísticos e interesados en imponer, por encima de cualquier lógica, la construcción al por mayor de hoteles, allá donde aparezca una playa o un monte. Y en el desarrollo de semejante plan, poco importan los alegatos que puedan hacerse a nombre de la preservación de áreas naturales, la ecología, la sensatez o el respeto a la vida humana.

«Que el país viva de lo que Dios le ha dado», insisten los empresarios y congresistas que, curiosamente, no fueron dados al país por Dios sino a pesar de él.

De ahí que, para refrendar semejante principio, les sugiera este particular «génesis» de mi autoría, de manera que la asociación de depredadores citada confirme sus derechos.

«Que el país viva de lo que Dios le ha dado»

En el principio, la tierra era caos y confusión y oscuridad, y dijo Dios: ¡Hágase la Continental Paradise Casino-Resort!, y vio Dios que las dos mil habitaciones eran cómodas y los servicios eficientes, y atardeció y amaneció el día primero.

Y dijo Dios: ¡Haya una Cadena Hotelera de 4 mil plazas con un campo de golf de 18 hoyos! Y a la cadena la llamó Caribbean Tropical Village y al campo de golf, Club Royal Country, y vio Dios que estaba bien, y atardeció y amaneció el día segundo.

Y dijo Dios: ¡Haya River Rafting y Jeef Safari y Monster Truck y Parapente en los hoteles! Y en algunos hoteles estableció el todo incluido y en otros la media pensión, y atardeció y amaneció el día tercero.

Y dijo Dios: ¡Haya también spas en todos los hoteles y que cuenten con sucursales bancarias y cajeros automáticos y rent-cars y gifh-shops! Y siguió viendo que estaba bien, y se animó y creó también piscinas y pistas de tenis y canchas deportivas para que los turistas pudieran ejercitarse, y atardeció y amaneció el día cuarto.

Y dijo Dios: ¡Haya igualmente cómodos embarcaderos en los hoteles para que los turistas puedan practicar todos los deportes náuticos, así como el surf y la vela! Y al embarcadero le llamó Sea Port Hilton Beach, y lo dotó de jet-skys, motoras, yates, y atardeció y amaneció el día quinto.

Y dijo Dios: ¡No es bueno ni conveniente que los turistas pasen hambre y sed! Y creó los buffets, y los menús especiales y las bebidas internacionales y toda clase de platos gastronómicos y hasta eficaces dietas para los más necesitados y, viendo que estaba bien, creó también la langosta, los camarones y variados mariscos y carnes frescas y frutas, y atardeció y amaneció el día sexto.

Y el séptimo día, hallándose Dios ya fatigado tras seis días de frenética creación, decidió posponer para más adelante la creación del aire, de los ríos, de los arroyos, de los árboles, de los bosques, de las aves, de los peces, de todas las especies animales, de las plantas, de la lluvia, de la naturaleza, del cielo y la tierra, y se retiró a descansar al Holliday Hotel Casino Resort.

(koldocs@hotmail,com)