El Partido Colorado paraguayo, el mismo que respaldó la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), venció en las elecciones generales realizadas el domingo último (22). Salvo el período de 2008 a 2012, cuando Fernando Lugo fue electo presidente por el Frente Guasú, el Partido Colorado es la organización política que dirige el país hace más de […]
El Partido Colorado paraguayo, el mismo que respaldó la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), venció en las elecciones generales realizadas el domingo último (22). Salvo el período de 2008 a 2012, cuando Fernando Lugo fue electo presidente por el Frente Guasú, el Partido Colorado es la organización política que dirige el país hace más de 70 años.
Mario Abdo Benítez fue electo con 46,47% de los votos, contra 42,7% del candidato del Partido Liberal, Efraín Alegre. Una diferencia de menos de 100 mil votos, el resultado más apretado desde 1993. Además del presidente y vicepresidente de la República, fueron electos senadores, diputados, gobernadores y representantes al Parlamento del Mercosur. Se realizan elecciones generales en Paraguay cada cinco años. Este año, cerca de cuatro millones de personas podían para votar.
En entrevista con Brasil de Fato la cientista política paraguaya Cecília Vuyk comenta los resultados y habla sobre las perspectivas del nuevo gobierno, hijo de la dictadura Stroessnista.
Brasil de Fato: Cecilia, de modo general, ¿cómo analiza los resultados de estas elecciones?
Cecilia Vuyk: Bueno, las principales candidaturas que estuvieron en disputa en estas elecciones fueron principalmente dos: por un lado el Partido Colorado, que es el partido de gobierno que estuvo desde 1947 en el poder, solamente con con un breve lapso de alternancia con la victoria popular que tuvimos en el 2008 con Lugo. Y fue quien ganó la presidencia con Mario Abdo Benítez a la cabeza, que es el hijo el secretario privado del dictador genocida Alfredo Stroessner y que reivindica a la dictadura y al mismo Alfredo Stroessner; y por otro lado, estaba la Alianza Ganar, encabezada por Efraín Alegre, quién es dirigente del Partido Liberal, el segundo partido más grande del país, que constituyó una alianza con el Frente Guasú y con otras fuerzas de oposición, haciendo cara al continuismo del proyecto autoritario privatista del Partido Colorado.
Uno de los principales elementos a destacar en estas elecciones es el escaso margen con el que gana Mario Abdo y que es la menor cantidad de votos recibida por el Partido Colorado a la presidencia. Esto nos muestra la decadencia del aparato partidario del Partido Colorado, un proceso de declive que viene dándose en los últimos años con fuerza. El segundo elemento de reflexión es que la cantidad de votos recibidos por la Alianza Ganar, sumada a la importante cantidad de votos blancos, nulos y algunos recibidos por candidaturas independientes, da un 6% más que la cantidad de votos recibida por el Partido Colorado. Esto nos demuestra dos cosas principales: uno, la posibilidad real y concreta de efectivamente vencer al Partido Colorado en las elecciones; y segundo: resalta con fuerza esta voluntad de cambio que tiene el pueblo paraguayo.
¿Cómo queda la composición del legislativo paraguayo?
En el Parlamento, las tres principales fuerzas parlamentarias se mantienen con algunas diferencias. Por un lado, el Partido Colorado, la primera fuerza parlamentaria, pierde dos escaños, demostrando nuevamente esta pérdida de votos y este declive que ya estábamos analizando. El Partido Liberal mantiene las 13 bancas que tiene actualmente, y el Frente Guasú, que es la tercera fuerza parlamentaria, aumenta y pasa a contar con seis senadores de los 45. Creo que en la composición del parlamento tenemos dos elementos principales por analizar: primero es la decadencia del Partido Colorado, que es algo importante a resaltar y la voluntad de cambio del pueblo paraguayo. Y un segundo elemento que queda para el análisis es la necesidad de empezar a debatir sobre las oposiciones oficialistas. Esta antigua técnica de las dictaduras de generar supuestas nuevas figuras y supuestos nuevos partidos que se presentan como nuevos para oxigenar el proyecto de gobierno, pero que en verdad, están representando tanto al mismo proyecto como inclusive muchas veces a los mismos grupos.
¿Cuál será el proyecto económico del nuevo gobierno?
Será la continuidad y la profundización del proyecto económico actual del gobierno encabezado por Horacio Cartes y sostenido principalmente sobre la expansión del latifundio, la privatización de los bienes y servicios públicos, la entrega de los recursos naturales y de sectores estratégicos al capital extranjero, y el endeudamiento del Estado a través, principalmente, de los llamados bonos soberanos con sus principales acreedores en los capitales financieros norteamericano y su principal socio comercial en los capitales brasileños. En ese sentido, el panorama económico no es muy alentador para el pueblo paraguayo.
¿Y qué podemos decir sobre la política externa?
En términos de política externa del nuevo gobierno, lastimosamente, será también una continuidad y profundización de la misma línea de política exterior del actual gobierno Cartes. Con esto, tenemos, por un lado, una alianza con el imperialismo norteamericano y una conformación de este bloque de gobiernos que viene profundizando su alianza y propaganda del imperialismo en la región; vinculado a la conformación de la Alianza del Pacífico, el quiebre actual de UNASUR, la búsqueda de profundizar el Mercosur como una plataforma netamente comercial y vincularlo a tratados de libre comercio con Europa, avanzar en los tratados de libre comercio con Estados Unidos y con otros países, y sobretodo, ser un factor de propaganda y desestabilización de gobiernos progresistas de la región como el caso de Venezuela o de Cuba. De hecho, vale recordar que el gobierno paraguayo de Horacio Cartes fue uno de los que apoyó el golpe de estado en Brasil en el 2016.
¿Usted ve una relación entre esta victoria de la derecha paraguaya y la ascensión de los sectores conservadores en los demás países de la región, por ejemplo Argentina, Brasil y Chile?
La victoria del Partido Colorado con este proyecto político autoritario, fascista, de privatización y represión, debe ser comprendida en su contexto. El avance del fascismo viene siendo justamente la expresión de la crisis estructural que está viviendo el capital. Si entendemos el fascismo como la fuerza de choque del capital, la crisis estructural hace que nos enfrentemos a un escenario mucho más violento, pues la necesidad imperialista del capital de expandirse y conquistar nuevos territorios, nuevos recursos naturales y profundizar la explotación de la mano de obra, son los elementos centrales que marcan este contexto en el cual mínimos avances en términos de derechos, de defensa de soberanía, de recuperación de recursos naturales, de la tierra, son atacados directamente por las fuerzas del imperialismo y las fuerzas fascistas. En ese sentido, es que entendemos el golpe de estado en Honduras en el 2009, el golpe de estado en Paraguay en el 2012, el golpe de estado en Brasil en el 2016, que fueron golpes no solamente contra los gobiernos, sino principalmente golpes de estado contra los avances del movimiento popular en la reivindicación de los derechos y en la recuperación de nuestros recursos.
¿Cuáles serán los desafíos para la izquierda paraguaya y los movimientos sociales del país a partir de estas elecciones?
Por un lado, el gobierno seguirá profundizando sus políticas autoritarias de privatización, de flexibilización laboral, de cercenamiento derechos, de persecución, cómo viene haciendo el gobierno Horacio Cartes desde el golpe de estado. Esto nos abre un escenario de mucha resistencia para frenar los avances privatistas, represores y autoritarios del nuevo gobierno, y para avanzar en las necesarias conquistas que permitan tener mejores condiciones de vida para todas las personas en el país. Entonces tenemos por delante un escenario de mucha resistencia, de enfrentamiento y combate a las políticas de profundización del saqueo y la represión que vienen de la mano este nuevo gobierno, garantizar y defender los derechos conquistados y avanzar en la conquista de derechos, y lograr avanzar en esa articulación, en ese amplio frente de unidad nacional, que permita tener una expresión del cambio.
Fuente: http://www.brasildefato.com.br/2018/04/24/que-paso-en-paraguay/