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Paraguay

Santiago Peña Palacios

Fuentes: CELAG

Santiago Peña Palacios (Asunción, 1978) fue oficializado recientemente como el candidato presidencial de la facción del Partido Colorado que lidera Horacio Cartes. Junto a su compañero de fórmula, el gobernador Luis Gneiting, el indicado por Cartes disputará las internas partidarias el próximo 17 de diciembre. Peña actualmente es el titular del Ministerio de Hacienda, puesto […]

Santiago Peña Palacios (Asunción, 1978) fue oficializado recientemente como el candidato presidencial de la facción del Partido Colorado que lidera Horacio Cartes. Junto a su compañero de fórmula, el gobernador Luis Gneiting, el indicado por Cartes disputará las internas partidarias el próximo 17 de diciembre.

Peña actualmente es el titular del Ministerio de Hacienda, puesto que ejerce desde inicios de 2015. Hasta entonces se desempeñó en varios cargos, tanto en el ámbito público como el privado, pero siempre en el mundo de las finanzas, del que es especialista. Fue funcionario del Banco Central de Paraguay (en los Departamentos de Estudios Monetarios y Financieros, y de Operaciones de Mercado Abierto) entre 2000 y 2009. Posteriormente ingresó al Fondo Monetario Internacional. También ejerció la docencia universitaria en la Universidad Católica de Asunción y, hasta su designación como ministro, era miembro del Directorio del Banco Central.

En la interna que se avecina, Santiago Peña tiene varias ventajas sobre su oponente, «Marito» Abdo Benítez, líder de la facción Movimiento Colorado Añetete, rival interno de la de Cartes. Podrían mencionarse como tales que dispone de suficientes recursos, del aparato del Estado, una mayoría legislativa y del apoyo del Comité Ejecutivo de su partido. Además – de acuerdo con cierta tendencia electoral actual- cumple con varios requisitos del marketing político que podrían serle provechosos: joven, «guapo», de perfil técnico y advenedizo electoralmente. Una especie de Emmanuel Macron «a la paraguaya».

Sin embargo, deberá enfrentar unas duras internas, más importantes para un precandidato colorado que la elección general, en la que el partido se abroquela tras el ganador. El Partido Colorado es un enorme aparato electoral que realmente convoca a sus afiliados a las elecciones, con lo que la selección de candidatos desde la cúpula puede no refrendarse en el voto: en la pasada elección interna cerca de un millón de votantes se acercaron a las urnas. Además de ganarse a esos votantes, tendrá que enfrentarse a la oposición de un frente bastante extenso que apoya la candidatura de «Marito». Este amplio grupo se compone de sectores dentro del partido que quedaron afectados por los intentos de reelección de Cartes, desprendimientos del propio «cartismo», el sector que encabeza el ex presidente Nicanor Duarte Frutos, y también parte de la oligarquía paraguaya afín a la sigla.

También le juegan en contra dos aspectos no menores: el primero, que proviene del Partido Liberal. Recién se afilió al Partido Colorado en octubre de 2016, cuando comenzó a sonar su nombre ante una eventual derrota de la propuesta de enmienda para la reelección presidencial. Para muchos correligionarios, es un oportunista. El segundo, que no dispone de capital político propio. Desde el retorno de la democracia en el Paraguay, ningún candidato presidencial estuvo tan lejos de tener el control sobre su compañero de fórmula o las listas legislativas. Peña representa la continuidad del proyecto político de Cartes, sin fisuras; pero lo hace sin poder propio.

Camila Vollenweider / Investigadora CELAG

@mcvollenweider

Artículo publicado en: http://www.celag.org/project/santiago-pena-palacios/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.